Tn Adelaide Laurent
Habían pasado unos cuantos minutos, tal vez horas en los que Miles había llamado a Charles y a Madison. Había perdido por completo la noción del tiempo.
Estaba sentada en el sofá con una taza de té de manzanilla entre mis temblorosas manos ya que seguía alterada y con la mirada perdida. Las lágrimas se habían secado en mis mejillas y los ojos me ardían debido a la fuerza de mi llanto, en ocasiones seguía derramando algunas lágrimas.
—Debemos poner una denuncia —habló Charles pasándose una mano por el cabello, así que subí la mirada hacia él.
—Solo la van a aceptar después de cuarenta y ocho horas —respondió Miles sentándose a mi lado y le di un sorbo a mi té, cuarenta y ocho horas parecían una eternidad.
—No tiene ni siquiera un año, deberían aceptarla de una vez —aseguró Madison dejándose caer en la silla frente a él—. Deberíamos intentarlo.
Nos quedamos en silencio, desde lo que pasó no había hablado. Estaba totalmente metida en mis pensamientos, estaba preocupada por Michael.
¿Cómo estaría? ¿El idiota lo estaría cuidando? ¿Tendría hambre? ¿Necesitaría que le cambiaran el pañal? ¿Estaría llorando? ¿Seguiría dormido?
Sentía una fuerte presión en mi pecho y una gran pesadez en la boca del estómago, una especie de pesada bola de ansiedad y preocupación se había instalado en el, lo que me generaba un cansancio extremo.
—Si quiere dinero debería llamar —habló Miles quitándome la taza de las manos ya que el té se había enfriado—. Que pida lo que se le dé la gana, pero que nos lo devuelva.
Era mi culpa, yo lo reté, yo no quise aflojar, yo no le quise dar el dinero. Yo lo desafié a que intentará hacerme daño, que quería ver de qué era capaz y ahora estaba pagando las consecuencias, por creerme intocable.
Cerré los ojos dejando algunas lágrimas bajarme de los ojos y volviendo a mojar mis mejillas. ¿Cuánto se tardaría en llamar? ¿Cuánto tiempo me mantendría en este infierno de preocupación y ansiedad?
Miles me abrazó de lado dejando mi cabeza recostada en su hombro mientras derramaba más lágrimas, estaba tan destrozada.
—¿Y cuánto creen que se tarde? —se animó a preguntar Madison.
—Ojalá sea pronto -—habló Charles y luego soltó un suspiro pesado—. ¿Le doy otro té?
—Dejó la mitad de este —respondió Miles y suspiré pesadamente manteniendo los ojos cerrados, el vacío qué sentía en el pecho era tan extraño lo que me preocupaba—. No creo que se tomé otro.
—Maldición —habló Madison entre dientes—. ¿Y que hay de Flora? ¿Cómo creen que se lo vaya a tomar?
Apreté lo labios. Por mi culpa Flora también se iba a preocupar, ¿Qué pasaba si por eso desmejoraba en la escuela?
ESTÁS LEYENDO
Poisoned Paradise // Miles Fairchild [✔️]
Ficção AdolescenteT E R M I N A D A [L I B R O D O S] Dicen que después de la tormenta llega la calma, por eso nadie se prepara para el huracán. Cuando finalmente creían estar en paz, la vida que habían construido comenzó a derrumbarse a causa de la desconfianza y...