Miles Fairchild
—¿Qué te ha dicho? —le pregunté a mi tío luego de que ella se hubiera ido—. ¿Te ha venido a llorar? ¿A decirte quién sabe qué de mí?
—Le bajas al tono —Subió la voz y tensioné la mandíbula molesto—. ¿Quieres saber qué me ha dicho?
—Sí, se viene a pintar de víctima seguro y a mí no me da la cara —respondí. Estaba furioso con ella, estaba herido por la forma en que se fue.
—Me dijo lo que tú no puedes, ¿Cuándo planeabas decirme que tenías un hijo? —Abrí los ojos. Adelaide era jodidamente imprudente y eso solo me hizo molestar más—. ¿Pensabas decirme Miles?
—Ella no estaba en el derecho de...
—Te recuerdo que también es el hijo de ella —me interrumpió y me pasé una mano por el cabello impotente, ¿Por qué todo el maldito mundo se ponía de su lado?—. ¿Y qué hay de tus problemas con el alcohol?
—Es una lengua suelta carajo, no tiene que hablar de lo que hago o no —aseguré. Maldita sea con ella, como le encanta decir los problemas privados.
—Cuida es lengua en mi presencia Miles, porque sabes bien que eso es un problema —advirtió señalandome con su índice.
—¿Por qué lo tiene que andar contando? ¿En qué posición cree que está? No tiene derecho de hablar de mi vida después de dejarme botado como la cobarde qué es —Bufé molesto.
—¿Seguro eres mi sobrino o una copia de Peter Quint? —Lo miré con la rabia recorriendo mis venas, que ni se le ocurriera comprarme con ese tipo—. Porque creeme que no es propio de ti hablar de ella de esa forma.
—¿Pero qué carajos le interesa lo que hago con mi vida? Ella me terminó y tuvo el valor de pensar que la golpearía —informé porque la única sufriendo no era Adelaide.
—Yo le aconsejé qué marcara distancia —Abrí los ojos al oírlo decir eso—. Vino a verme estando aun contigo, si hubieras visto lo preocupada que estaba estarías callado, si yo no le hubiera dicho que marcará distancia por lo que me contó de ti seguiría contigo.
—Por tú culpa me terminó, ¿Qué le dijiste? ¿Qué la podía golpear? Maldita sea, ella nunca lo pensó, tú le metiste esa idea —hablé enojado esta vez con mi tío.
—Le dije la verdad, le dije que te estabas comportando como Quint y que si no te controlabas le podías hacer algo —respondió y negué con la cabeza, ¿Quién me creía?—. ¿Cómo no? Mira como te estás portando, la forma en que estabas hablando ella.
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Poisoned Paradise // Miles Fairchild [✔️]
Fiksi RemajaT E R M I N A D A [L I B R O D O S] Dicen que después de la tormenta llega la calma, por eso nadie se prepara para el huracán. Cuando finalmente creían estar en paz, la vida que habían construido comenzó a derrumbarse a causa de la desconfianza y...