Poisoned Paradise // Miles Fairchild [✔️]

08

Tn Adelaide Laurent

Desperté al día siguiente sintiendo el Sol darme en la cara y observé al rededor sin tener señal de Miles o de Michael así que supuse que estaban afuera.

Cerré los ojos un momento extendiendo la mano por la cama para después sentarme y acomodar mi cabello, tenía demasiada pereza y si hubiera podido me hubiera quedado acostada el resto del día.

Me levanté para salir de la habitación observando al rededor, ¿por qué estaba tan callado?

Al llegar a la cocina sentí las manos de Miles rodearme la cintura y pegarme a él de espaldas dejando un beso en mi mejilla haciéndome sonreír.

-Hola muñeca -saludó apoyando su cabeza en mi hombro y lo miré colocando una mano sobre la suya-. ¿Dormiste?

-Dormí -respondí-. ¿Y tú?

-También -Dejó un beso en mi cuello apretando mi cintura haciendo que me pegara un poco más a él.

-¿Y Michael? -pregunté subiendo una mano hasta su mejilla.

-Madison vino más temprano y se ofreció a sacarlo a dar una vuelta a la vez que llevaba a Flora a la escuela -explicó y asentí lentamente.

-Sí, ya no llora cuando la ve -Solté una risa y él hizo lo mismo.

Miles me dio vuelta y me tomó delicadamente del mentón haciendo que subiera la cabeza para mirarlo a los ojos mientras ubicaba la otra en mi cintura.

-Extrañaba esos ojitos azules mirarme sin enojo -aseguró haciéndome sonreír.

Me puse de puntas para juntar sus labios con los míos sintiéndolo sonreír sin separarse del beso. Subí mis manos a su pecho mientras el pasaba la qué tenía en mi mentón a mi nuca para pegarme más a él.

Ladee la cabeza un poco para poder llegar con más facilidad a sus labios sin detener el ritmo que teníamos, que no era ni tan lento ni tan acelerado, sencillamente era un de esos besos que nos dábamos mostrando nuestros sentimientos, uno con el que lo decíamos todo sin tener que decir una palabra.

Nos separamos respirando pesadamente y Miles dejó un beso en mi frente para después sonreír.

Oí mi estómago sonar porque tenía demasiada hambre y me sonroje de vergüenza porque el ruido fue fuerte.

-¿Haz estado aguantando hambre? Porque en la mansión se nos está acabando la comida y no creo que Flora se despierte a las dos de la mañana a comer -Aparté la mirada sonrojada de vergüenza, parecía que nunca había comido-. ¿O será sonámbula y se come exactamente lo mismo que a ti te gusta?