El Secreto de un Héroe

I.- Mieczyslaw Stilinski

Clark suspiró agotado mientras miraba a su esposa recostada sobre el sofá, Louis Lane estaba siendo consumida por el cáncer y aunque aceptó su enfermedad no podía soportar el ver a su familia oscurecerse.

— ¿Cómo está mamá? — le preguntó Jordan a su padre mientras Jonathan se sentaba al lado de la mujer.

— Cansada.

— ¿De verdad no podemos hacer nada?

Antes de que el mayor pudiera decir algo su celular sonó.

— ¿Si?

— Clark tenemos un pequeño problema y creo que hay alguien a quien tienes que ver. — dijo Lana por el teléfono.

— Tengo que irme chicos. — le dijo Clark.

— ¿Asunto de Superman? — preguntó Jonathan.

— No, Lana dijo que tenía que ver a alguien.

Clark abrazó a sus hijos con fuerza y dejó un beso en la frente de los dos.

*

Un hombre cayó a los pies de Clark quien solo alzó una ceja al ver a su amiga acercarse.

— Llegaron unos desconocidos y comenzaron un desastre en la cafetería pero digamos que un amigo en común los detuvo y esta terminando eso.

De la cafetería salió un hombre de cabello castaño un poco largo, ojos whiskey y piel blanca cubierta de lunares, vestía unos tejanos de mezclilla oscura, playera gris oscura, sobre ella una chaqueta negra y unas botas militares negra.

— ¿Stiles? — preguntó Clark con sorpresa.

— Ha pasado mucho tiempo, la verdad no pensé que volvería.

Clark abrazó con cariño al castaño.

— ¿Cómo ha estado todo en el pueblo? He hablado con algunos pero ahora he tenido complicaciones.

— Todo ha estado demasiado tranquilo, Peter lo mantiene así. ¿Qué pasó?

— ¿Podemos hablar en casa? No quiero estar lejos.

— Esta bien, antes recomiéndame un hotel, voy a quedarme por un tiempo.

— Quédate en mi casa.

— ¿Seguro? ¿No voy a molestarlos?

— No, la verdad nos vendría bien una distracción.

— Bueno, no me culpes si termino siendo una mala influencia para tus hijos.

Clark solo pudo reír levemente, el castaño seguía siendo la misma persona de siempre.

*

Jordan y Jonathan vieron a Stiles bajar de la camioneta, su padre y el castaño charlaban tranquilamente.

— ¿Cómo esta Lydia? — preguntó Clark mientras se acercaban a la puerta.

— Feliz aunque los niños la están enloqueciendo.

— ¿Niños?

— Oh, Lydia y yo terminamos y ahora esta casada con Aiden y tienes tres pequeños alborotadores, te juro que esos niños hasta a mi me traen loco cuando estoy en casa. — dijo Stiles mientras le enseñaba una foto de tres niños pelirrojos.

— Trillizos, Lydia debe de volverse loca.

— Si y de manera sorprendente Aiden es quien más controla a los diablillos.

— ¿Hay muchos niños en casa?

— Demasiados, de hecho tengo dos hermanos, una preciosa princesa y un hermoso príncipe.