El Secreto de un Héroe

VI.- Adiós

— Ya sabe la verdad. — le dijo Stiles a su amiga, que respiraba de manera lenta, estaba muy débil.

— Me alegra, mereces todo el apoyo del mundo.

— Gracias. — sonrió levemente — Jonathan tiene una chispa en su interior, me gustaría enseñarle a usarla.

— Eso estaría bien.

Stiles sentía su corazón romperse con cada palabra que la mujer soltaba, era tan silenciosa, su voz parecía un susurró apenas audible.

— Pronto te enseñaremos lo que es capaz de hacer tu niño. — sonrió levemente — También tiene algo con Eli, creo que ellos también están descubriendo sus sentimientos, estos nuevo que tienen. Creo que Jon podría ser el compañero de Eli.

— Se ven tiernos juntos. — susurró la mujer viendo las fotos que Clark le había enviado. En ellas predominaban los mencionados, estaban juntos y siempre sonreían.

— ¿Verdad?

— Clark te ve de la misma manera.

— No, él es tuyo.

— No es mío ni de nadie. — rio levemente — Siempre has sido tu.

— No es verdad.

— Mica él siempre te ha visto a ti, esa manera tan dulce y cariñosa. Sé que me amó y mucho, pero tu siempre has sido el amor de su vida. Nunca sentí resentimiento hacia ti o algún sentimiento malo. — sonrió con ternura — Cuando te conocí quedé encantada, eres un ser humano brillante, todos te siguen con la mirada, encantas a cada persona que conoces. Yo quedé encantada cuando te acercaste a mi, nunca hubo malicia en tu corazón y me abriste tu corazón. — tomó la mano del castaño y la acaricio — Gracias por dejarme ser tu amiga y por siempre escucharme. Sé que no debería pedirte nada, pero me gustaría que te quedarás al lado de Clark y de mis bebés, ellos son muy importantes para mi y sé que para ti también. Habrá mucho peligros que tendrán que afrontar, pero sé que los vencerán.

— Prometo cuidarlos y mantenerme a su lado. Muchas gracias por ser una de mis mejores amigas, gracias por siempre aceptarme y escucharme. Te quiero mucho.

Stiles abrazó a la mujer con cuidado.

*

Eli suspiró mientras entraba al hospital. Los Kent habían sido llamados por su madre y esposa, ellos los acompañaron, pero los castaños estaban fuera en la sala de espera. El menor se sentó al lado de su padre y recargó su cabeza sobre el hombro del mayor.

— ¿Estás bien, pops? — le preguntó Eli sintiendo toda la tristeza de su padre.

Unas suaves caricias en su cabello lo relajaron.

— Estaré bien, cachorro. Ellos van a necesitarnos mucho más ahora.

— Lo sé. No voy a dejarte nunca. — le dijo Eli mientras soltaba un leve gimoteo.

— Gracias, cachorro.

Eli se levantó en cuanto los Kent salieron de la habitación en un mar de lágrimas. El lobo no tardó en abrazar con cariño a Jonathan y dejó que Jordan se abrazara a ellos. Stiles se levantó de manera temblorosa y abrazó a Clark, quien solo se pudo aferrar al castaño que tenía enfrente.

Eli miró con tristeza a su padre, quien tenía los ojos llorosos, pero se negaba a soltar aunque sea un lágrima.

*

Stiles miró a Jackson aparcar en la entrada de la granja Kent. De su auto salieron Isaac junto con dos niños, el primero Gael, castaño de ojos azules de trece años. Le siguió el menor, Victor, rubio castaño de ojos verdes de siete años.

El castaño sonrió levemente y se acercó a ellos, les dio un gran abrazó y acarició el cabello de sus sobrinos.

— Hola, cachorros. ¿Cómo han estado?

— Te extrañamos mucho, tío Stiles. — le dijo Gael mientras abrazaba al mayor sin soltarlo.

— ¡Si! — dijo el menor mientras se aferraba a la pierna de Stiles.

Isaac sonrió con cariño, pero aun así abrazó a su amigo como pudo, sabía que él también estaba sufriendo por la pérdida de esa increíble mujer que se había convertido en uno de los soportes del castaño.

— ¿Cómo esta todo? — le preguntó Isaac mientras acariciaba la mejilla del humano.

— Mucho mejor, aunque no puedo decir lo mismo de los niños y Clark. Están luchando, pero cada uno a su madre. — soltó un suspiro — Jordan se esta descontrolando y abusa de sus poderes. Jonathan esta mejorando poco a poco gracias a Eli y no ha dejado su entrenamiento como chispa así que eso lo ayuda. Y Clark...

— ¿Qué pasa? — preguntó Jackson frunciendo el ceño. Él no era tonto y había notado que su amigo estaba más delgado y había unas pequeñas ojeras debajo de sus ojos. No la estaba pasando bien y como siempre se concentraba más en los demás que en sí mismo.

— Él esta muy sensible. Conmigo es tranquilo y cariñoso, como siempre. Pero con los niños es estricto y les grita, las cosas con Jordan no están bien y están peleando todo el tiempo, no pasa nada de tiempo con Jonathan y cada vez se centra más en ser Superman que en ser Clark Kent. Y entiendo que es su manera de lidiar con el dolor, pero sus hijos lo necesitan.

Jackson negó con la cabeza, iba a hablar seriamente con Clark. Stiles se quedaba con ellos porque los quería y sabía que estaba tratando de ayudarlos con todo su corazón, pero si Clark no podía sus pies en la tierra él iba poner su trasero en la tierra.

Isaac rio levemente. Su esposo era un hermano sobreprotector con Stiles, desde que su relación se volvió más unida siempre protegía al castaño y lo cuidaba de todo lo malo que pudiera pasarle.

— ¡Cachorros! — gritó Eli saliendo de la casa. Jonathan lo seguía de manera tímida. Desde la muerte de su madre no se separa del castaño así que lo seguía a donde fuera.

Los menores se emocionaron y corrieron a su primo tirándolo al suelo.

Jonathan rio levemente sorprendiendo a los castaños, pero luego sonrieron con cariño. Hace tiempo que no lo escuchaban reír.

— Me imagino que son tus primitos. — dijo Jonathan mientras se arrodillaba al lado de los otros tres.

— Sip. Ellos son Gael y Victor.

— ¿Quién es él? — preguntó Gael olfateando un poco el aire.

— Huele rico. — se levantó y abrazó al mayor — Estas triste, no tienes que estar triste. El tío Mica siempre me da suaves palmaditas cuando estoy triste. Todo va a estar bien.

Jonathan sintió sus ojos llorosos y abrazó al niño con fuerza.

Stiles tomó la mano de sus amigos con fuerza. Él también quería llorar al ver como Jonathan parecía haber mejorado con ese pequeño y hermano gesto.