II.- Sospechas

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Cuando llegaron los tres integrantes de la casa vieron a Louise dormida mientras Stiles tarareaba una canción sin despegar la mirada de la pantalla de su laptop. Por primera vez en mucho tiempo veían que la mujer dormía de manera tranquila y sin molestia, notaron que también tenía una mano agarrando el suéter negro que tenía el castaño.

— Bienvenidos. La comida ya casi esta, pero no puedo levantarme así que aproveché para trabajar. — miró al mayor — Clark, ¿podrías llevar a Louise a su cama? Vamos a comer en el comedor, si les parece, no quiero despertarla. — le dijo Stiles con una sonrisa.

Clark asintió y tomó a la mujer entre sus brazos.

— ¿Te ayudamos en algo? — le preguntó Jonathan feliz, le agradaba el castaño y además era un humano, alguien que lo podría entender.

— Con la mesa y a llevar algunos platillos, por favor.

Los adolescentes asintieron.

Clark salió de la habitación de Louise y vio a sus hijos acomodando todo, luego centró la atención en el castaño que estaba hablando por su celular.

— Mccall no toques a mi hijo. Te dije que me iba a ir y que Eli me alcanzaría. — suspiró — No te interesa donde o con quien estoy. — gruño molesto — Cállate. — sonrió levemente — Hola, cachorro. Esta bien, que te traiga Jax. Esta bien, nos vemos al rato, te amo.

— ¿Todo bien? — le preguntó Clark al entrar en la cocina.

— Si, mi hijo vendrá antes de lo esperado. — ¿Podría quedarse aquí?

— Claro, si quieres puede compartir cuarto con uno de los niños.

— Gracias.

Los adolescentes escucharon todo desde el comedor, no querían ser chismosos pero tenían mucha curiosidad por el amable castaño que parecía querer ayudarlos con todo lo que necesitaran. Algo había pasado en el lugar en el que vivía y querían saber.

— Ahora vamos a comer. Todo lo que cocinas es delicioso.

Stiles rio levemente mientras se sentaba.

— Por cierto, le haré unos batidos a Louise esta noche para que pueda comer algo antes de la quimio de mañana.

— Stiles. — el mencionado lo miró — Mamá me comento que podrías ayudarme con el futbol.

— Claro, se un poco de futbol americano, el lacrosse es muy parecido solo que lazamos la pelota, en vez de un balón.

— Stiles era el mejor jugador que tenía su instituto, dejó a todos callados cuando demostraba su agilidad. — presumió Clark mientras disfrutaba de la comida.

— No es para tanto, fue bueno hasta mi segundo años. ¿Recuerdas que "soy 147 libras de piel cálida y huesos frágiles, el sarcasmo es mi única defensa"?

— ¿Cómo olvidarlo? Siempre lo decías. — se burló.

Los adolescentes rieron.

— Su padre y mis amigos eran unos trogloditas. Teníamos solo dieciséis años y ellos eran demasiado fuertes y altos como para mí.

— Pero ahora eres bastante alto y estoy seguro de que tu fuerza no es un juego de niños. Ya no eres ese adolescente.

— Es verdad, ahora puedo patearles el trasero.

— No lo dudo.

*

— Algo esta pasando entre papá y Stiles, o algo pasó. — comentó Jordan mientras se dejaba caer sobre la cama de su hermano.

— ¿A qué te refieres?

— No te hagas el tonto. La manera en la que se miran, papá esta embobado con Stiles. Es...

— Como si no pudiera evitar perseguirlo con la mirada. También lo he notado, pero me ha gustado verlo sonreír de nuevo, desde todo esto con mamá había perdido la capacidad de sonreír y Stiles logra eso así que no me molesta.

— ¿Y si papá esta enamorado de él o lo estuvo?

— Lo mas seguro es que estuvo enamorado de Stiles, quien sabe si ahora lo esta pero Stiles jamás haría nada con mamá. Tu has visto la amistad que mamá y él tienen, si algo estuviera sucediendo mamá no estaría de acuerdo.

— Tienes un punto. — inclino levemente su cabeza — Alguien llegó. — se acercaron a la ventana para ver como un auto deportivo se estacionaba frente su casa y de el salía un hombre rubio y del otro un adolescente.

*

Stiles recibió a su hijo con un gran abrazo, Eli reía feliz de abrazar a su padre. Puede que estuvieran separados un día casi dos, pero lo extrañaba, estaba acostumbrado estar todo el día con él y solo separarse cuando él va al instituto.

— Hola, Clark. — saludó Jackson al otro.

Ambos se abrazaron.

— ¿Cómo has estado Jackson?

— Bien, ahora puedo entender las locuras de tener hijos. Isaac decidió que era buen momento de adoptar y ahora tenemos en casa a un puberto y un torbellino que no se esta quieto ni un segundo.

— Bienvenido a la paternidad.

— Stiles me contó que has tenido más problemas ahora con los niños que cuando eran más chicos.

— Oh si. Estan sacando su naturaleza kriptoniano, aunque es más Jordan y eso hace que haya más problemas con Jonathan porque quiere ayudar pero no quiero que este en peligro. Ahhh, es complicado.

— No puedo decir que te entiendo, pero créeme que Mica es quien puede ayudarte. Él es el que mejor saber como se siente ser humano en medio de todos los que son "especiales".

Vieron como el castaño entraba a la casa con Eli, quien se despidió de su tío Jax con una sonrisa.

— ¿Qué sucedió? Stiles esta alterado y se nota que no está en buenos términos con Scott.

— Scott se ha vuelto cada día más en un imbécil. Hace planes estúpidos que pone en riesgo a los demás, pero no escucha a Stiles y siempre están discutiendo. Ya sabes como es, y ha hecho que muchas veces estemos en problemas por la confianza que le tiene a los demás. Stiles decidió venir cuando Scott decidió poner en peligro la vida de Eli.

— Esta loco.

— Si, estamos pensando en separarnos de él. Peter dice que va a solucionarlo y solo tenemos que esperar. — suspiró — No quiero que mis hijos estén cerca de ese imbécil que no puede ver más allá de su nariz.

— Es complicado, me alegro de que Stiles haya venido, además ha sido de mucho ayuda.

— Me contó lo que está pasando. ¿Cómo estás?

— Demasiado estresado, no sabía como tratar con Louise, pero tampoco con los chicos, es como si hicieran más tonterías ahorita. Stiles ha estado un día con nosotros y todo parece mejorar, cuida de Louise cuando no puedo, se fija en los niños y me ayuda en todo.

— Así es Stiles, ya lo sabes. — abrió la puerta del auto — Solo...

— ¿Qué?

— No lo lastimes de nuevo, ¿sí?

Clark suspiro y asintió.

El Secreto de un HéroeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora