Love, Money And Curses [ Lector × Mei Mei ]

Amor Y Traición

Durante dos días Tn y Satoru Gojo estuvieron buscando a Alexandre y Nobara sin encontrar ninguna pista de su paradero. Las sospechas de que ellos pudieran ser los hechiceros traidores aumentaban por cada hora en que ellos no aparecían.

Kyoto se incluyó en el equipo de búsqueda pero no con el motivo de regresarlos a la preparatoria de Tokyo, sino para ejecutarlos como brujos enemigos de la institución que regía la hechicera en Japón. Fueron días bastante largos hasta que por fin los hallaron disfrutando del tiempo juntos en una casa de playa rentada en Okinawa. Aunque aparentaban estar felices, hubo algo que no terminó de convencer a Tn y Gojo los cuáles, notaron que había algo más que escondían.

En su regreso a Tokyo, Tn pasó a visitar a Mei Mei pues todo indicaba que estaba recuperandose a pasos agigantados en la clínica de Shoko. Cuando entró a la habitación la encontró viendo su laptop, parecía decepcionada, cansada y frustrada; al suspirar con cansancio intuyó que en efecto, estaba afectandole algo.

Tn: Buenos días, Mei. — saludó al entrar por a puerta, se sentó al lado de la cama y le sonrió a la mujer. — Me da mucho gusto que usted esté bien.

Mei: Y a mi me da gusto que tu radiante sonrisa sea lo primero que veo por la mañana. — contestó en un tono coqueto mientras acariciaba la mano del chico. — Todo parece indicar que nuestra última misión clandestina no fue remunerada... Es una lastima, pensaba utilizar el dinero de la recompensa en algún regalo para tí.

Tn: No era necesario, digo, lo hicimos para ayudar a Deux. — dijo sin tomarle mucha importancia a la situación. — Por cierto, ha habido noticias de él? ¿Ya se dictó su sentencia?

Mei: Ah... Yo creo que no te va agradar lo que te voy a decir... — ella miró a su pareja y después, tratando de ser lo más franca posible contestó. — Deux ya fué ejecutado ayer, la preparatoria de Tokyo fue la encargada de su eliminación. Él tomó los cargos para que no nos afectara el genocidio de los habitantes de esa isla.

Tn: ¿Ya... lo ejecutaron...? — no convivieron mucho tiempo, pero habían estado en un equipo, y sentía que en mejores circunstancias, hubieran sido buenos amigos. — Mierda... Ni siquiera me pude despedir...

Mei: Tranquilo, a veces en este trabajo ni siquiera puedes encontrar un cadáver para despedirlo correctamente. — últimamente Mei Mei sentía que algo no estaba bien, y eso la ponía ansiosas hasta el punto de no dormir. Cerró la laptop y tomó de las manos al su pareja. — Debes de tener cuidado, más aún si vas con Satoru Gojo, porque lo más probable es que solo seas un estorbo. No te ofendas, esa es la simple realidad; tu presencia puede desencadenar sacrificios innecesarios.

Tn: Creo que puedo entenderlo. — con un beso en el dorso de cada mano de la mujer, se levantó y empezó a caminar a la salida. — El maestro Gojo me está instruyendo, te prometo que la próxima vez no seré un estorbo.

Mei: No te exijas demasiado, te quiero con energía para seguir teniendo una bonita relación. — dudando un poco de decirlo, pues nunca lo había hecho, terminó por convencerse a si misma, le sonrió al chico y levantó la mano para despedirlo. — Suerte pequeño, te quiero. El próximo lunes me dan de alta, quiero que vengas por mi.

Tn: E-Eh... Si, por supuesto. — las palabras “te quiero” fueron suficientes para ponerlo de buen humor. — Nos vemos pronto, te vendré a visitar todos los días.