Love, Money And Curses [ Lector × Mei Mei ]

El Juguete De Mei

Nota: Esto es una historia estilo FemDom, no se vale llorar, les evito lastimar su ego masculino y que pasen a una obra con gustos más adecuados a lo que ustedes suelen leer. Con esta advertencia hecha gracias y adelante, disfruta la historia.

ZarathosHadou

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La vida da muchas vueltas en cuanto a el contexto en el que se vive, un día puedes ser un multimillonario pudriéndose en dinero y lujos, y al otro ser estafado por una zorra que te quita todo lo que tienes... Pero en este caso, la vida puede irse más a la mierda, no?.

Durante uno de sus ansiados viajes alrededor del mundo que solía hacer con su amigo pudiente, Tn y Alexander habían llegado a la región de Tokyo, Japón. Pero todo se fue a la basura cuando el chico de diecisiete años había sido secuestrado por miembros de la Yakuza, ahora Tn estaba solo en el país nipón, desesperado y sin saber que hacer se encontraba sujetando con ansiedad su rostro mientras estaba sentado en una cafetería, le pedían un millón de dólares por sacar a su amigo con vida, dinero que no tenía.

Estaba a punto de ir a la embajada de su país para buscar ayuda, cuando una extraña mujer de cabellos blanca se acercó a él, era alta y desprendía una fragancia completamente diferente a la de otra mujer; por un segundo y solo por uno, el chico se había olvidado de que su amigo estaba tal vez siendo torturado por delincuentes.

???: Creo que aún tengo el toque, o no? Gatito.~ — el suave pero fuerte dedo de la mujer se posó sobre el cuello del chico y subió lentamente por su barbilla. — No eres de por aquí, verdad cariño?.

Tn: Y-Yo... No, no señorita... — la voz temblorosa del joven salió de su boca, pero rápidamente se reincorporó en su asiento. — Necesito ayuda, unos imbéciles secuestraron a mi amigo y me piden dinero, pero yo no tengo...

???: ¿Cuánto? — interrumpió la mujer mientras no separaba la mirada del chico.

Tn: Me piden un millón de dólares... — respondió con pesar, aún seguía impresionado de la cantidad. —

???: No, dije que cuánto me das por rescatarlo... — la mujer se alejó un poco, tomó una servilleta y en ella escribió una dirección. — Ven a verme en mi departamento, está en Shibuya. No llegues tarde.

Desde el inicio, Tn sabía que Japón era un lugar lleno de misterio y gente extraña, pero de todo lo que había vivido esto era demasiado inusual. Mientras veía como aquella mujer se alejaba moviendo las caderas de una manera extremadamente sexy, se abofeteo para conectarse en otra cosa que no fueran las nalgas de una persona mayor. Miró la servilleta y todo estaba escrito afortunadamente con letras y no con kanji.

Mientras pagaba el café que se había tomado, ya estaba imaginando su futuro cómo empleado de medio tiempo en un estúpido centro comercial, pues si quería sacar a su amigo del infierno en el que estaba, fácilmente tendría que ocupar todo el fondo para su universidad que había estado guardando para todos sus futuros gastos.

La noche cubrió el cielo de Shibuya, y frente a un edificio departamental lujuso, un chico se preparaba para entrar. Por la manera en la que iba vestido la seguridad del local casi lo saca a patadas del sitio, de no ser por un chico menor a él que lo impidió y te pidió seguirlo. Mientras subían por el elevador juntos, Tn notó que tenía cierta similitud con la mujer que había conocido en el café.