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⊹ ᨘ໑ ¡ donde jaemin descubre que su mejor amigo es su pareja predestinada y su alfa; y este al enterarse de aquello logra que vivan una bonita y cliché historia de amor, incluyendo la crianza de sus tiernos cachorros. ! ▸
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Habían pasado casi tres meses desde que Jeno y Jaemin se volvieron pareja. Y ese tiempo había sido lo más bonito de sus vidas, entre mimitos, regalos, abrazos, besos y muchísimo amor. El mayor se encontraba más que nervioso en esas fechas, casi pasando los tres meses, ya que se acercaba el celo de su bebé. El primer celo que pasaría con su novio. En cambio, el castañito se encontraba tranquilo dentro de lo normal, porque nunca había estado de ese modo con alguien, pero le alegraba que fuera con su pareja predestinada y el amor de su vida.
En ese momento ambos iban caminando de la mano en el supermercado, ya que buscaban los ingredientes para hacer un pastel de chocolate y duraznos. El pelinegro miraba embobado a su novio, viéndolo fruncir su boquita al elegir el tipo de chocolate, buscando la harina y eligiendo los duraznos más bonitos y frescos. Sin pensarlo pinchó la mejilla regordeta del omega, y el mencionado se volteó confundido, mirando los profundos ojos de su alfa.
–¿Qué pasó? – Pregunta abrazando a su novio por el cuello.
–Nada. – Responde sonriendo.
–¿Entonces? – Pregunta divertido.
–Te amo. – Se acerca y deja un pequeño beso en los esponjosos labios de Jaemin.
–Yo igual te amo, Nono. – Dice a la vez que vuelve a tomar su mano para continuar caminando.
Al llegar al hogar del mayor, se encuentran a un Haechan en pijama, viendo una película en el sofá de la sala, quedándose casi dormido. El omega menor se acerca sigilosamente y se abalanza sobre su amigo, besando su mejilla, haciendo al otro sobresaltarse sonriendo.
–Hola, Nana. – Lo abraza y sonríe aún más.
–Hola, hyung. – Sonríe y se levanta, para sentarse a su lado, invitando a su novio a hacer lo mismo, logrando su objetivo, ya que poco después ve al pelinegro recostar su cabeza en su regazo, esperando mimitos en su cabello. El menor ríe levemente y comienza con las caricias, para tiempo después levantarse los tres para ir a hacer el delicioso pastel.
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Pasados dos días, Jaemin se levantaba como todos los días, yendo a ducharse, y asearse completamente. Cuando se encontraba lavando sus dientes sintió un ardor un poco más abajo de su estómago, oh no.Era su celo. Rápidamente salió de su baño, vio su pequeño calendario, donde anotaba cada fecha de su celo pasado y por venir. Era la fecha que tenía marcada con un círculo en aquella libreta. Pensó en hablarle a su novio, pero recordó que era su día libre y no se despertaba temprano, así que prefirió no molestar y optó por recostarse nuevamente, tomando un supresor especial para que el dolor se aliviara un poco.
Mark, su hermano, se encontraba saliendo de la cocina, bebiendo su taza de té mañanera, cuando sintió y olfateó el dulce y empalagoso olor a vainilla del omega. Alarmado sube las escaleras y entra a la habitación del castañito, a la vez que el aroma se hace más intenso, lo ve allí, en su cama, envuelto en las sábanas, soltando quejidos y jadeos. El alfa dejó su taza en la mesita de noche para acercarse más a su hermanito, notando lo sonrojado y sudado que se estaba poniendo. Observó el mini calendario, viendo lo que Jaemin había visto unos minutos antes. Ahora sí que Mark se preocupó.
