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⊹ ᨘ໑ ¡ donde jaemin descubre que su mejor amigo es su pareja predestinada y su alfa; y este al enterarse de aquello logra que vivan una bonita y cliché historia de amor, incluyendo la crianza de sus tiernos cachorros. ! ▸
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Aquel día viernes, Jaemin se encontraba en sus clases charlando con su amigo Ten Chittaphon, un omega bajito, de mejillas regordetas, muy amable y extrovertido. El menor escuchaba a Ten y sus quejas sobre su novio Johnny Suh, el cual según el mayor no era nada romántico.
–Tienes suerte de que Jeno te ame tanto, Nana. – Hace un pequeño puchero. –A veces siento que Johnny no lo hace. – Suspira y mira por la ventana.
–No digas eso, Tennie, te ama y se nota en sus ojos. – Sonríe.
–Y-yo quiero que me marque, pero él tiene miedo. – Hace un puchero de nuevo que hace que Jaemin ruede los ojos esta vez.
–Quizá tiene miedo por un embarazo, así como pasó conmi- – Se calla nervioso, ya que en su clase nadie sabía la noticia de que estaba en gestación. Ten entrecierra los ojos mirándolo fijamente.
–¿Así como... – Abre la boca con sorpresa y sigue hablando. –...Tú?
–Shhh, cállate, bobo. – Lo mira amenazante, pero sonriendo.
–¡Nana, te felicito en verdad! – Lo abraza fuertemente. –Por eso tus repentinos cambios de humor y tu olor se volvió más suave, así como mezclado con leche. – Sonríe por su descubrimiento.
–Sí... Pero no le digas a nadie. – Agacha la mirada.
–Está bien.... ¿Hyung lo sabe? – Le pregunta curioso.
–Sí, y se lo tomó mejor de lo que pensé, e incluso lloró más que yo. – Sonríe recordando la reacción de su alfa. –También lo sabe Hyuckie, porque él me acompañó al doctor, los que no saben son Maku y mis papás y... Eso me pone de los nervios. Además, hoy tengo mi primera ecografía, lo que me pone aún más nervioso. – Suspira.
–Tranquilo, Nana, te aman y te apoyarán, y también saldrá todo bien en la ecografía. – Sonríe para luego pasar el brazo por sus hombros, para continuar la conversación.
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Jaemin llegó a su casa casi a las dos de la tarde, con bastante sueño debido a su embarazo, ya que éste lo cansaba más de lo normal, y agradecía que sus clases terminaran antes, si no, era capaz de dormirse allí mismo. En el ambiente se sentía el embriagador aroma de Jeno, mezclado con el de la comida que seguramente este se encontraba preparando en su ausencia.
Sonrió ante el pensamiento y se dirigió a la cocina, donde efectivamente lo ve allí de pie, con una camiseta manga corta mostrando sus brazos moviéndose ágilmente, y su delantal, el cual le quedaba algo corto debido a la diferencia de estatura de ambos. Rio bajito y se acercó a él con una sonrisa en su rostro, picando con sus deditos levemente las costillas de su novio, asustándolo completamente, haciendo que suelte un pequeño gritito.
–¡Princesa! – Lloriquea levemente. –Me asustaste. – Se hace el ofendido y se da vuelta, ignorando en broma a Jaemin, que lo mira con un puchero.
