Capítulo 15: Gim y Karl dentro del telar

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GIM

Fue como el día en que lo llevaron a la Prisión Inundada y lo sumergieron. Sus sentidos se apagaron hasta que solo podía escuchar sus latidos, y luego incluso ese familiar sonido lo abandonó para dejarlo completamente a oscuras.

Pero así como ese día, tampoco se arrepentía ahora de haber intervenido y haber acabado en el mismo telar con Karl. 

Shen le advirtió que no se enfrentara, pero, ¿cómo podría quedarse sin hacer nada mientras lastimaban al príncipe?

El príncipe, él que había sido lo suficientemente amable para acogerlo cuando sus recuerdos no eran más que luces fugaces, él que había sido lo suficientemente inteligente para saber que él no era de confiar. Y aún así confió en él. Y Gim traicionó esa confianza.

No sabía que esperar cuando entró al telar, no sabía si su carne y sus huesos se convertirían en hilos para tejer nuevas historias o si seguiría viviendo para ver en qué se convertiría.

Poco a poco fue abriendo los ojos, embotado y con los sentidos entremezclados. Sintió una brisa y escuchó el mar a lo lejos. Parpadeó hasta acostumbrarse al sol de mediodía y entonces el paisaje lo abrazó por completo. 

Estaban en la Isla de la Estrella de su telar. Esa que había tejido hace tantos años.

Escuchó un suspiro.

—¿Por qué me has seguido? 

La familiaridad de la voz lo hizo estremecer y se volteó. Como una figura segura y estable, estaba Karl de pie un poco más atrás. Llevaba el mismo uniforme militar y fruncía el ceño con sus ojos negros y entrecerrados por el sol tratando de cubrirse con una mano enguantada. No encajaba en la escena. Era una pieza que no era parte de la pintura. Era perfecto.

Su emoción floreció como un brote con luz de sol. Había pasado demasiado tiempo desde que no lo había visto, y no pudo evitar alcanzarlo y abrazarlo. No podía pensar. Se sentía mareado y su corazón latía rápido.

—¡Estás vivo! ¡Estamos vivos!

Karl no dijo nada y suavemente se dio cuenta de su rigidez y la tensión en su mandíbula. Recordó lo que había sucedido la última vez que estuvieron tan cerca. Se alejó de inmediato.

—Lo siento, lo siento. No era mi intención...No estaba pensando en-

—Déjalo. No es importante ahora. —miró a su alrededor analizando el paisaje con sus ojos fríos—. Tenemos que buscar como salir de aquí.

Gim tragó saliva sintiendo su corazón latir con tanto dolor. ¿Cómo no podía ser importante? pensó. Se aventuró a mirarlo de nuevo preguntándose cómo estaba su herida y si había sanado. Su corazón se estrujó al recordarlo. Mientras más intentaba no pensar en eso, más caía en un bucle.

La manera correcta de hechizar al príncipe (BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora