Christian
Me despierta el sonido de la alarma de mi celular, el cacareo del gallo abre cada vez más mis ojos, rompe mi embriaguez de sueño. Acerco mi mano a la pantalla y deslizo el dedo para que el maldito gallo se quede callado. Me acomodo en la cama y unos brazos me rodean, llenándome de calor porque, Dios santo Felipe es un horno.
-Buenos días -me susurra Felipe en mi cuello, intento salir de su abrazo pero me es imposible... Bueno, tampoco es que quiera hacerlo.
-Felipe, no me aprietes tanto.
-Pero si a ti te gusta apretado -dice en un susurro que enciende mi cuerpo.
Después de nuestra última reconciliación hemos dormido todas las noches juntos, Felipe me trae desayuno y me lleva a las salas de clases. Esta mil veces más cariñoso, y mil veces más..., caliente. Intenta recuperar el tiempo perdido, ahogándome en un constante estado de lujuria y amor.
Le dije a Felipe que estaba esperando su próximo golpe, que estaba preparado para que volviera a romperme el corazón..., porque eso sucederá, dentro de unos dos meses cuando mi chico se vaya de aquí... ¿Acabo de decir mi chico? Si, lo afirmaré otra vez, es MI chico y nadie me lo quitará.
-Chris -dice Felipe en un gemido mientras baja sus manos por mí cuerpo -tengo ganas de ti.
Sus manos bajan a tocar mis muslos y los apreta con fuerza, sus besos en mi cuello terminan de calentar mi cuerpo.
-Felipe, debo ir a clases.
-Puedes llegar un poco más tarde. -Dice mientras baja mis bóxers y levanta mi camiseta.
-No Feli por favor. -Digo entre gemidos.
El aludido se ríe con sorna mientras me gira para que nos miremos a la cara.
-Me dices que no pero levantas el trasero para que termine de quitarte tu ropa interior.
Felipe duerme casi sin nada de ropa, siempre para provocarme. Le encanta que lo mire y lo toque, así que no me equivoco cuando digo que es de mi propiedad.
-Felipe... Eres de mi propiedad ¿Me escuchaste?
-Soy todo tuyo mi amor -me dice Felipe entre sonrisas y besos.
-Mientras estés dentro del internado, quizás cuando salgas conozcas a alguien más.
Felipe frunce el ceño y resopla, detiene todo movimiento y solo me mira a los ojos: creo que la cagué. Lo beso en sus carnosos labios para que vuelva la atención a lo que íbamos a hacer pero nada, está como un estatua. Se levanta de la cama a buscar en su mesa de noche un condón, lo abre con sus dientes y quita las frazadas que me tapan, termina de quitarme la ropa y comienza a besar y a lamer mi cuerpo.
-No vuelvas a pensar así, Chris. Soy completamente tuyo, y que me vaya de aquí solo cambiará el tiempo en que nos veamos.
Escucho lo que dice entre los gemidos que me produce su movimiento pelvico, no entiendo a veces esos cambios de humor que tiene pero vamos, que yo no he sido muy de una línea tampoco, cuando estaba enojado con él y tocó mi mano, estaba tan caliente que sólo me abalancé a él sin control. Dos meses más y esto pasará a la historia de conquistas de Felipe. Mi primer amor tiene fecha de caducidad.
Estocada tras estocada siento en mi cuerpo miles de corrientes eléctricas que salen del punto en que Felipe se une a mí. Arqueo mi cuerpo para recibirlo todo y entierro mis uñas en su espalda para contener mis orgasmos que tanto ansían salir, los gemidos entrecortados de Felipe suenan con fuerza en mi oído, la sinfonía perfecta. Acabo antes que él con un único propósito.

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Atrapado con el demonio
Teen FictionDe la noche a la mañana la vida de Christian cambió. Su madre decidió que un internado era lo mejor para su educación. El Internado Vertumno es el mejor instituto del país. Pero adentro le esperan muchas sorpresas... como su nuevo compañero de habit...