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Felipe

El reloj es el único que está provocando ruido en la habitación. Son las 3 de la mañana y lo único que puedo hacer es mirar el techo y aguardar en busca de una señal que me vuelva a poner en el camino..., o, que al menos, me de una ayudita.

Nunca había visto a Christian tan devastado, y como no, después de todo el tiempo que pasó intentando averiguar lo que sentía por mí y por fin confesarlo, le llega la noticia que rompería su corazón. Mi mente de vueltas y vueltas en busca de una solución y no encuentro ninguna

Miro el reloj: 3:01, esta noche será eterna.

Me voy... para siempre...

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-¿Por qué no me lo dijiste antes?

Un café en la mesa y su vista dirigida hacia la ventana, no me volverá a mirar. No volveré a sentirlo cerca de mí, con esa sonrisa juguetona y sus sentimientos puros. No volveré a tocar tu pelo en las mañanas ni sentir su cuerpo cerca en las tardes. Sus piernas cruzadas se mueven frenéticamente, nunca había visto esa manía. Tal vez no conozco a Chris, perdí la razón y me enamoré perdidamente de alguien que conozco poquísimo. Alzo la mirada y veo que sus manos se mueven rítmicamente sobre la mesa, espera una respuesta que me avergüenza decir.

-Esperaba el momento adecuado.

Una sonrisa amarga se posa en su bello rostro, mira el suelo y muerde su labio inferior. Solo quiero acercarme a él y decirle que tomé una decisión equivocada y que quiero repararlo..., pero no siento que eso ayude de mucho.

-Un momento adecuado..., ¿Cuál?

No lo sé, nunca lo pensé, solo quería alargar la llegada de este momento. Porque sabía que llegaría y que después de esto no habría nada más.

Christian se para y pasa las manos por su cabello, exhala con estruendo y camina hacia la puerta.

-Tal vez no dolería tanto -murmura, lo suficientemente alto para que yo escuche.

Quiero preguntarle a qué se refiere pero prefiero callar.

Escucho el portazo y mi corazón romperse al mismo tiempo.

-Quédate conmigo...

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-¿Qué hago ahora?

No se ni cómo terminé aquí...

-No lo sé, esto es una situación muy difícil- me dice Frank, cruza sus piernas y me mira en son de reproche.

-Te dije que todo estallaría- me dice Colton dándome una palmada en la nuca- te dije que tenías que contárselo tú mismo.

Colton resopla con fuerza y a Frank se le asoma una sonrisa.

-¿No te dirá nada Chris por estar hablando conmigo?

Frank me mira con cara enojada, apreta su mandíbula pero no es lo suficiente para tranquilizarse.

-¿Qué crees que es Chris ah? No es una niña que me gritaría "traidor" por hablar contigo.- agacho la cabeza para esconder la vergüenza que siento ahora- De hecho, me pidió que hablara contigo.

-¿¡De verdad!?

Frank asiente y me siento un poco feliz, Chris aún está preocupado por mí.

-Quiere saber qué pasó por tu mente al tomar la desicion de no contarle algo tan importante.

-Obviamente no puede decírtelo él, se le entiende muy poco entre lágrimas y susurros -dice Colton sentándose a mi lado y rodeando mis hombros con uno de sus brazos.

Estoy hecho pedazos...

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Me quedan tres meses en este internado, y las heridas que dejé en Chris no sanarán en tan poco tiempo, han pasado tres días, lo espero sentado en su cama y le pido disculpas, el sólo se queda parado mirando el suelo hasta que me levanto.

-¡Por favor necesito hablar de esto! -solté al cuarto día.

Tomo su mano y Chris se estremece. Me alejo ante un movimiento brusco pero no.
Él se acerca a mí con una mirada furiosa y me empuja a la cama, se sube encima mío y raja mi polera, no entiendo lo que le sucede. Intento preguntarle pero él no habla, me besa los labios con una pasión indescriptible, toma mi pelo con fuerza y posa una mano sobre mi pecho, yo solo pongo mis manos en su espalda y respondo sus besos. No sé qué hacer en este momento, debería decirle que se calme y que hablemos pero es muy probable que vuelva a irse. Antes de que me deje actuar, Chris decide parar y deja su frente en mi mentón..., y se quedó ahí, sin hacer nada, luego puso su oreja en mi pecho y comenzó a llorar.

-¿Por qué justo ahora que por fin me di cuenta que te amaba y que era feliz contigo te marchas?

No sabía qué responder. Una vez escuché que un final feliz es un final de una historia que no ha terminado...

-Hablemos esto.

Chris niega con la cabeza y me abraza.

-No puedo escucharte sin quebrarme. Pero no puedo alejarme de ti, quiero escucharte, tenerte, amarte.-comienzo a sentir gotas caer sobre mi pecho- Te amo tanto y no te tendré.

Mi corazón casi deja de latir de la emoción, escuchar esas palabras hacen que mi cuerpo libere tanta endorfina que lo único que quiero es reír, reír sin parar..., reír sin dejar de amarlo. Solo quiero quedarme aquí, que el tiempo no pase, que todas las malas decisiones se esfumen. Quiero que todo esté en equilibrio, que pueda despertar un día y lo único que necesite hacer para irradiar felicidad es darme la vuelta y mirarlo a él.

Queda poco tiempo, esto tendrá un final que me destrozará el corazón...,

-Chris, no sé qué hacer, tomé una decisión tonta, yo sólo quería escapar de todo, no soportaba que todo el internado me recordara lo que te había pasado y cuando mi tío dejó esa pequeña herencia para mí, en mi mente solo había un objetivo...

Mis ojos ardían y las lágrimas comenzaron a brotar de los ojos de Christian otra vez, pero no me detuvo, él quería escuchar toda la historia.

-Me emancipé, firmé los papeles para irme al final del semestre.

Chris ríe despacio. Me rodea con sus brazos y se intenta calmar.

-¿De qué te ríes? -Le pregunto con una sonrisa en el rostro, no lo puedo evitar.

-Que hiciste todo eso por mí culpa.

Sus brazos me rodean con más fuerza, siento que me droga, que me calma. ¿Entonces estamos reconciliados otra vez? No quiero preguntarle aún, quiero disfrutar este abrazo.

-¿Ya no estas enojado? -mierda, no aguanté.

Chris no me responde nada, la volví a cagar.

-No estoy enojado..., solo un poco dolido.

-Eso... ¿Es bueno o malo?

Chris se levanta mirándome a los ojos, vuelve a mirarme a los ojos. Una sonrisa juguetea en sus labios, pero no está irradiando felicidad como antes.

-Significa que estoy preparado -me dice.

Supongo que mi cara es de completa confusión porque Chris se dispone a continuar hablando.

-Estoy preparado para el siguiente golpe -me dice acercándose a mí, agarrando mi cabello y jalando mi mentón hacia el suyo -podrás ponerme más obstáculos en el camino pero ya no cederé.

Me besa con lentitud y cariño, posando sus labios con delicadeza sobre los míos pero, al abrir la boca, me besa con hambre, con ganas de comerme la boca.

-No importa que tan lejos estemos -me dice Chris después de ese beso que logra despertar todos mis sentidos -te volveré a encontrar una y otra vez, porque Felipe, yo de ti, estoy enamorado.



Atrapado con el demonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora