doce

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Ludovica
Estuve con Hernán por ultima vez hasta dentro de un tiempo, Jorge y Cochi lo iban a mandar de "vacaciones" hasta que las cosas se tranquilicen por lo menos. Yo lo miraba, el revoleaba piedritas, Jorge y Cochi estaban fumando apoyados en el capó del auto.
- Así que ahora andas con el uruguayo... No te pense' que no te vi ese día. - Me dice - Ves que cuando no estoy yo haces cualquier cosa, Vica.
- Bueno, claro porque vos justo sos el mejor para hablar de hacer cualquier cosa. - Le respondo irónica.
- ¿Como terminaste con ese gil? Si antes te caía pata el ojete.
- Que se yo, Her, se dió... - Cambié de tema. - ¿Sabes lo que paso la otra vuelta? La conchuda de la Lizy me cago a palo.
- ¿Ehh? Te hizo mierda seguro.
- Y si, maso. - Respondí, si, me habia hecho mierda.
- ¿Que le pintó a la mogolica? Mira que era mi amiga, pero a vos no te toca un pelo nadie.
- Le dió bronca que ahora que no estas vos no les paso más cabida a ellos, y que encima ahora ando con el uru.
- Ahh... vos jodete igual por andar con aquel, pero avísale que te toca de nuevo la conchuda esa y le reviento a tiros la casa.
- Vos déjate de joder con los tiros, vo' no tocas una pistola nunca más en tu vida. - Sale Jorge.
- Era un auto de mierda. - Responde Hernán
- No tenias que salir como un boludo a pega' tiros. - Le responde Jorge.
- Bueno, eso ya está, ya pasó. Es por un tiempo nada más. - Intenta calmar todo Cochi. Le alcanza plata. - Toma.
Esperamos un rato más ahí hasta que llega el micro de Hernán. Me abraza y me dice:
- Chau, Vica, te quiero.
- Chau, pelotudo, cuídate. Yo también te quiero. - Le respondo y lo despeinó con una mano.
Saludó a Jorge y a Cochi y se fue.
En el auto me estaban por dejar en mi casa pero les pedí que me dejen en lo del uruguayo.
Me bajé y toqué la puerta. Me abrió el pero no se corrió para dejarme pasar. También vi que tenía un brazo enyesado.
- Hola. - Le digo y le voy a dar un beso cuando me corre la cara. - ¿Que pasa?
- ¿Que "que pasa"? Pasa que me estas viendo la cara de boludo ¿Te pensas que yo no me entero de las cosas? ¿Tan gil te pensas que soy? - Me grita, estaba re enojado.
- ¿Danilo, de qué mierda hablas? No entiendo.
- Ahh y ahora me vas a decir que no te lo comiste al kiru antes de ayer, y seguro me vas a decir que no lo seguís viendo, no podes ser tan mentirosa Ludovica.
- ¿Ehh? ¿De que hablas? - en ese momento me acordé. - El me dió un beso pero yo le dije que no.
- Ahh que justito, ¿no? ¿Y antes ibas a su casa a visitar a que? ¿A visitar al Chito? - Grita sarcástico.
- No, Danilo, déjame que te explique.
- Nono, ya esta. Y no me buscas más, porque re fue lo nuestro. Pensé que eras distinta, pero me fui un gil, chau.
Dijo y me cerró la puerta en la cara. Yo quería explicarle, estuve a punto de tocar la puerta otra vez, decirle que lo mio con Kiru era algo viejo, que cuando me beso le dije que estaba con alguien más, que solo lo quería a el, que el es el único hombre que necesito. Pero me ganó el orgullo, y me fui a mi casa, con el corazón roto.
Por primera vez en mi vida me acusaban de cosas que no había hecho, siempre que me mandaba una cagada yo, la culpa se la llevaba otro, el Hernán, la Lizy, el Grego... Pero esta vez no, tal vez ese era mi karma, perder lo único que quería conservar sin haberla cagado; yo siempre la cagaba, pero esa vuelta quería hacer las cosas bien, en serio lo estaba intentando, pero no suficiente porque de todas formas se fue todo a la mierda.
Llegué a casa, mi mamá estaba sentada, dormida con la cabeza en la en la mesa, yo pase sin hacer ruido, me lleve el plato que estaba a su lado, el tubito y agarre algunas de mis bolsitas escondidas. Que se vaya a la mierda, ni siquiera me quiso a escuchar el gil de mierda, ahora no tenía por quien seguir intentándolo. Entonces inhale. Una, otra y otra vez. Después de 5 minutos todo se sentía mejor. El uruguayo, el Kiru y todos se pueden ir bien a la recalcada concha de su hermana. Ya esta, me chupa un huevo todo, nací sola muero sola, corta.

Danilo
La concha de su madre, vino hasta acá y encima tuvo la cara para mentirme. Lo peor de todo es que casi le creo, casi la dejo que me explique y la dejo pasar pero no podía dejar que me vean la cara de gil dos veces, el tema es que ella tenía algo que no me dejaba pensar bien... me miró con los mismos ojos que cuando me prometio no merquearse más y yo ahí, al frente de esa mirada, soy débil.
Me acoste sobre el colchón, no le quería dar más vueltas, y me dormí, mi casa era un desastre y ahora mi vida un poco más. Sin brazo, sin fútbol y sin la Vica.

Ludovica
Me desperté, me dolía la cabeza y me sentía mareada, estaba de mal humor. El plato con merca seguia a mi lado, me metí unos tiritos, me despertaba y me hacía sentir más feliz. Me fui hasta lo de Jorge, odiaba estar sola cuando estaba triste.
Golpeo el portón, me abre la China, que mal que me caía la puta esa porfavor.
- ¿Que onda que no viniste con tu noviecito? - Me pregunta.
- No estuve de novia nunca yo. - No era mentira, nunca fuimos novios.
- Que raro, parecía que si, ¿se portó mal el uruguayito?
- ¿Que te importa a vos? - Le contesto seca
- Uy uy, toque un tema sensible me parece. - Me dice la tarada.
En esa sale Jorge de adentro, me ve y sonríe.
- Hola, pendeja, ¿todo bien?
- Todo bien, Jorgi, ¿vos?
- Bien, bien, veni sentate. - Me señala uno de los sillones.
- ¿Todo tranqui, Vica? - Me saluda Cochi.
Me siento y el Cochi me ceba mate, estaba la Anabella también, no me caía mal cuando no estaba drogada. Los otros dos se estaban comiendo adentro del auto.
- ¿Como anda el uru? Pobre, se hizo mierda el brazo - Me pregunta Cochi.
- Ni idea. - Respondo.
- ¿Que, no lo viste? - Pregunta sorprendido.
- No, Cochi, no lo vi. - Ya me estaba cansando la insistencia de todos por hablar de el.
- ¿Esta todo bien? Digo, ustedes. - Pregunta Anabella.
- Que se yo, yo estoy bien, el no sé. - Mentira, yo bien no estaba, pero para que les iba a decir ¿que les importaba a ellos?
- Ahh, ¿Ya no están más juntos? - Insiste Cochi
- Nunca estuvimos. - Respondo cortante y me llevo el mate a la boca.
- Pero ¿Como que nunca estuvi... - Iba diciendo cuando Anabella lo calla.
Entonces salen la China y Jorge del auto.
- Ya está decidido gente. Mañana se hace joda acá. - Anuncia Jorge.
- Hoy vamos a comprar la birra y "las otras cosas", y mañana se pica. - Dice la China.
- Oaaaa - Dice Cochi
- Esaaa - Sigue Anabella
Yo no sé si estoy invitada o no así que me mantengo callada.
- ¿Vos, pendeja, venis o no? - Me pregunta Jorge causando que la China ruede los ojos.
- Dale. - Respondo.

El marginal | Danilo Sanchez - ApacheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora