Estaba esperando a mi padre, el llegó y subí a su auto... Mi mirada iba en los golpes de mis rodillas.
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—Dejaron tu uniforme, lo deje en tu habitación —Ozzy siguió desayunando— —Gracias. —me puse rápidamente mi uniforme para irme al instituto— Aún había moretones en mi cuerpo pero el que más me causaba conflicto era el de mi ojo... Y mis rodillas...
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No iba a maquillarme, nadie lo iba a notar.
Salí de mi habitación, sin mochila, sin celular y con la ropa limpia de Davis, mi padre me dejó las llaves de mi carro haci que subí en el. Extrañaba mi espacio. —Es Lunes vamos si se puede —sali del garage de casa y me fui— Cuando llegue al instituto ví a el dueño de la ruta del transporte que pasaba por mi, Noah y Gema estaban con la cabeza abajo.
Baje del carro y fui con ellos, estaba en silencio mientras escuchaba lo que decía el señor, al parecer habían encontrado muerto en el bosque. Todos quedamos atónitos con la noticia Noah me vio y se acercó a mi. —Tranquila —me abrazo— —Noah... —susurre— Me quedé callada y seguimos escuchando el sermón del señor, cuando terminó todos se fueron, Antua me vio mal. Noah seguía abrazándome, quedamos el y yo. —Traigo tu mochila y tu celular —me dió mis cosas— está cargado tu celular —Gracias Noah —el sonrio— —Que paso esa noche... Dime qué pasó con el señor Rodrigo —Cuando Gema salió corriendo, el iba a abusar de mi solo le di una patada y corrí al bosque —mis ojos se humedecieron— me quedé sentada detrás de unos arbustos y llegó Davis... —¿Corey Davis? —asenti— —El me defendió y me ayudó a que no me pasará nada —Noaha me abrazo nuevamente— el me pidió que corriera y haci lo hice pero me caí y da igual por qué al final me llevo a casa —Bien —dejo un beso en mi frente— Antua sabe lo del beso —¿Qué? —Cuando subí a la nueva unidad, el me enfrentó y me dijo que sabía lo del beso y que... —tomo mis manos— iba a terminar contigo —Eso no me importa o bueno si —sonrei por lo debajo— iré hablar con el... —Te quiero linda —Te quiero compañero —me aleje de el—
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—Antua no fue nada ese beso —No te creo —Davis estaba aun lado de el— —Por favor... —el dejo de verme y noto que su amigo me veía con ternura— perdóname —Arrodillate —ordeno demandante— haslo y te perdonó —Antua... —Venga haslo bonita —el me sonrio— —Perdoname por favor —me arrodille ante el— —Suplicame —Antua déjala ya —Davis me vio y nego— —Te lo suplico... Perdóname por favor Antua —el empezó a reir— —Lo pensaré —se fue— Qué mierda hice, Davis me vio y negó varias veces, sabía que me había humillado para que no me dejarán. —Que desgracia... —me puse de pie— daja de ser tan estúpida —Yo... —Me das pena ajena —el chico paso una mano por su cabello— que ridícula te has visto El se fue y me quedé como una idiota aquí de pie llorando en silencio. En ocasiones me empoderó y digo que dejaré a Antua pero el es el único que me trata bien y me quiere, no quisiera perderlo por mi culpa.
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Estábamos saliendo de la escuela, traía una sudadera por el frío que hacía, estábamos a -4° el frío que hacía te congelaba la piel. Fui al estacionamiento para poder irme en mi carro. —La ropa... —saque la ropa del palido para dársela—. Lo busque y lo ví con Noah, no duró mucho su plática pues Noah se fue dejando solo a Davis. Me detuve cuando estaba frente a el. —Eh traído tu ropa —murmure— —Sino te importa no quiero ver tu cara así que lárgate —su voz fue fría— —Lo siento —el tomo la ropa y vio la sudadera— —Largate —me tomo del brazo a lo que me queje— —Me duele —el me soltó de inmediato— no es necesario que tú también me golpees —Quie te golpeó —me di la vuelta— —Mira Davis tú quieres que te deje en paz así que lo haré —segui mi camino— —El golpe en tu ojo —me detuve— oye si alguien te lastimo me puedes decir —¡¿Decirte que?! Que ya no puedo con esto y que estoy a nada de volverme una hija de puta por qué ya me canse —dije entre lagrimas— así que si Davis, si me golpeoron y no es la primera vez —Quien lo hizo —No es un asunto de tu incumbencia —aprete los labios y me fui a mi carro— Cuando subí rompí en llanto, en verdad ya no puedo con esto, ya no quiero sentirme como una basura, ya quiero dejar de poner en preoridad a todos y dejarme al final... Ya no quiero ser así de estúpida. Pero eso acaba hoy.
Aceleré para salir lo antes posible del estacionamiento, quería llegar a casa y poder dormir.
—¡¡Fijate idiota... —carajo casi atropellaba a un chico— Casi se me sale el corazón, el se acercó a mi ventanilla y baje el vidrio. —¿Somy? —asenti— que tal, eso es rápido sabes no vengo a quitarte el tiempo —Si claro, ¿que pasa? —Mi amigo te manda esto —saco una sudadera y unas bolsas de gomitas— —¿Quien es tu amigo? —pregunte y el rodó los ojos— —Es el palido que siempre trae humor de la vil mierda —empezamos a reir— a casi lo olvido también estoy te lo manda... Saco los calcetines de patitos, había olvidado dejarlos en casa, me dió las cosas y sonreí. —Ya por último me pidió que te dijera que te abrigaras —el chico sonrio— y que antes de salir del estacionamiento te pusieras su sudadera —Lo haré —me la puse rápidamente— gracias.
El se aparto y salí del estacionamiento.
No había prestado atención a que la sudadera olía a un perfume... Puedo distinguir este perfume es el 212. Por venir oliendo la prenda casi choco, lo bueno es que logré dar el volantazo.
