Ya no puedo más....

Cap. 46 "¿Fin?"

Estuvo a punto de lograrlo pero no lo hizo pues habían intervenido en ella para salvarle la vida lo peor del caso es que qué vida le iban a salvar una vida en donde ellas ya no disfruto estar aquí con nosotros una vida en la que ella se siente infeliz esa vida le salvaron la chica yacía en la cama del hospital con sedantes y donaciones de sangre que habían hecho la hija del señor Fiore estaba viva... más viva que nunca.

El día de el baile Somy no solo perdió la oportunidad de quitarse la vida sino también perdió su libertad y cualquier cosa que ella quisiera hacer ahora pues ahora estaba condenada a vivir en una casa del árbol.

Al hospital llegaron sus familiares y llegó una visita inesperada una visita que cambiaría el rumbo de la vida de la chica. El profesor Glassmand visitó a la chica cuando ella estaba sedada inconsciente más bien él sabía que esta era su oportunidad de tenerla para él solo. Sin más preámbulos del profesor Glassmand se acercó al señor Fiore y le propuso un trato un trato lleno de mentiras y promesas vacías.

Era muy simple el trato solo tenía que darle a su hija, pero, ¿por qué se la daría? Podrías pensar que es porque no quisiera su hija pero no se la entregó porque el profesor le juró que era dueño de una fundación para prevención del suicidio Y qué le dijo que él cuidaría a la pequeña que él iba a ayudarla a que estuviera sana y que cuando lo estuviese ella iba a volver a su casa como padre solo quieres lo mejor para tus hijos solo quieres verlos bien y no quisieras ver los muertos así que aceptó aceptó un trato en el cual su hija iba a perder todo incluso la vida porque en las jugadas de ajedrez el que siempre queda en el tablero es el rey no la dama no los peones, no los caballos, no las torres y mucho menos los alfiles.

La chica yacía en una cama estaba consciente de que le habían salvado la vida desgraciadamente Somy estaba convencida de que si yo viva fue por algo fue porque no era su momento.
—Somy...
—¿Qué quieres? ¿Me vas a decir que soy una completa inútil...
—No hija, logré conseguirte ayuda.
—¿En verdad?
—Si hija, por favor adelante.
Ese adelante hizo que entrara el peor calvario para la chica ese delante le abre las puertas al profesor Glasgow para hacer lo que quisiera con Somy. La chica al ver al profesor se paralizó sabía que algo no cuadraba algo no quedaba en claro pues era profesor no tenía fundación para prevención del suicidio mucho menos él quería ayudarla o tal vez sí....
—Papá el....
—Yo te ayudaré, y lo haré muy bien señorita Fiore.
—¡Papá te prometo que mejórare pero no me mandes con el...
—Es por tu bien hija. —vio a su hija—
—¡No! Mis amigos me van a buscar y...
—Tu estás muerta para todos... Hija ellos te lastiman —el padre se acercó a su hija— mira a dónde te llevaron
—Papá....
—¡Suficiente! ¡Entine que es por tu bien! Solo si te vas de casa no voy a tener una preocupación contigo, no voy a estar preocupado por saber si te vas a quitar la vida hoy mañana o el maldito día que se te pegue tu gana ¡¡Yo no voy a estar cargando contigo!! ¡Yo no voy a hacer tu sombra solo porque tú estés mal entiendes? así que estás muerta para todos los demás.

¿Prefieres que tu hija esté muerta para otros antes que ayudarla?

Mira a tu hija... Mírala bien porque después de esto no la verás con los mismos ojos y hablo en todos los sentidos posibles no la volverás a ver feliz y mucho menos la volverás a ver cómo se la entregaste. Para el señor Fiore su hija era un simple peón uno más que podía utilizar y podía votar cuando se le pegara su gana pero para el profesor Glassmand era la dama. La dama que podía hacer magníficas jugadas.
—Toda suya —ambos hombres estrecharon sus manos—
—¿Organizará funeral?
—Claro, solo así sus amigos no estarán en mi puerta todos los días —Somy empezó a llorar—
—¡¡Por favor papá!!
—Eres una carga —el señor salió de la habitación—
—Profesor... Por favor no me lastime
—No lo haré, te cuidare...
—No me toque...
—El Lunes en la noche te llevaré conmigo
—No, le doy lo que sea pero no me llevé... Le suplico que no me llevé...
—Te llevaré y serás la pieza clave de mi tablero —el profesor se acecroa a la chica— ahora es mía...