Martin

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Violeta se despertó a las seis de la mañana para prepararse adecuadamente para el día de trabajo que le esperaba.
Ayer no le había dado tiempo de ducharse, o más bien no tenía ganas, pues su primer dia la había dejado exhausta.

Fue el baño y se empezó a desvestir, mirandose al espejo antes de entrar al agua.
En éste vio reflejado su cuerpo desnudo, que tenía alguna que otra cicatriz del entrenamiento que había llevado a cabo estos últimos meses.

Hacía mas de medio año que Violeta empezó a practicar boxeo, tanto como un método de liberación de endorfinas y aislamiento de sus pensamientos como para estar preparada si alguien algún día decidia enfrascarse en una pelea con ella.

En cuanto acabó de ducharse, se vistió con una camisa blanca con bordados negros, unos tejanos azul oscuro y unas botas estilo martens. 

No desayunó, puesto que estaba muy nerviosa por conocer a Martin, quien le haría suponía una introducción al personal del edificio y información básica sobre ellos.

Además, estaba convencida de que Martin era, almenos, un amigo cercano o con confianza de Chiara, su jefa, puesto que en ningún momento había hablado de él por su apellido, sino por su nombre. Tampoco lo había criticado así que era un plus para apoyar esa suposición.

Violeta cogió su coche, llegó a la empresa y subió por el ascensor hasta su puesto de trabajo. Llegó media hora antes de la hora a la que tenía estipulado empezar, pero preferia eso a sufrir por recibir una bronca de su nueva jefa.

Luego de una mañana sin mucha novedad, llegaron las once, momento en el que un chico que no conocía se plantó delante de su despacho recorriendo su cuerpo con la mirada antes de pronunciar:

- Hola! Buenos días! Soy Martin! - Dijo el chico alegre.

- Buenos días, encantada, soy Violeta, Violeta Hódar.

A primera vista, Violeta se había enfadado al ver a Martin haciendole un repaso en toda regla, pero al analizar bien su tono al hablar, su ropa y su estilo en general llegó a la conclusión que era posible que jugara para el otro equipo.

Martin era un chico no muy alto y de complexión delgada. Tenía muchisimo pelo y un bigote frondoso que provocaba que pareciera tener más edad de la que tenía.
Ese dia llevaba puesta una camisa muy holgada de color gris, con unos pantalones oversize de color negro y unas deportivas negras. Por otra parte, llevaba cuatro anillos, un pendiente y un collar del símbolo del árbol de la vida plateado.

- Hoy te voy a explicar un poco los diferentes puestos de esta empresa, que hace cada persona, nombres que deberías saber... Y que quede entre tú y yo, si sobra tiempo es posible que te cuente algunos cotilleos que han pasado al largo de los años. Pero eso no le cuentes a Chiara que luego sino me toca riña.

Martin y Violeta estuvieron lo que quedaba de mañana visitando las intalaciones y haciendo presentaciones a los empleados que trabajan para la señorita Oliver. 
Los dos se encontraron muy cómodos en la compañía del otro y se dieron cuenta que tenían muchas cosas en común, sobretodo la afición por la música.

Tan rápido pasó el tiempo entre los dos que cuando Violeta se dio cuenta de la hora que era soltó un pequeño gritó.

- Mierda Martin, tenía una reunión con Violeta y su abogado hace diez minutos, ¿Qué hago? Ayer ya llegué dos minutos tarde y por poco me manda a lapidar

- Dejamelo a mí Hódar. Sube conmigo por els ascensor, entramos a la vez, y ya se me ocurrirá algo. Pero tú no te preocupes, que de este puesto no te echa, por encima de mi cadáver. Eres la primera secretaria con buen gusto que ha escogido Chiara, estaba ya harto de repetir este tour mas de dos veces al mes.

Cherry Bullet ( Kivi )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora