Herida

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Mientras tanto en la comisaría

-Osea que entraron a tu piso... ¿desarmados? -Preguntó Juanjo extrañado, pues era poco habitual allanar una morada sin portar algun tipo de arma

-Sí - Mintió Violeta para proteger a su jefa, pues aunque estuviera espiando para la policía no creía que ese factor tuviera una gran relevancia.

-¿Y pasó algo más una vez dentro?

-Pues la verdad es que estaba hablando con Chiara y empezó a contarme que tenía planeado acabar con la venta de drogas duras en su "ma", que yo asumo que implicaba mafia. Además, vio la herida que había sufrido al resbalar en la ducha y ella misma me la curó

-Curioso... ¿Así que consideras que tu jefa te ha cogido aprecio? ¿Has notado en algún momento algún tipo de atracción o deseo por su parte?

-Pues la verdad es que no me he parado a pensar en eso... Tampoco he tenido ocasión para averiguarlo. Pero diría que es probable ya que Chiara es conocida por ser mujeriega - Volvió a mentir Violeta, que notó cómo su pulso se aceleraba al pensar en la pelinegra. No podía confesar los encuentros que habían tenido ambas, como el de la discoteca y mucho menos el del jacuzzi.

-Recuerda que te encuentras en una misión y que estás poniendo en juego tu propia vida. Puedes intentar jugar con la atracción de Chiara, pero intenta no caer en sus manos pues, si lo haces, puede que estés perdida. Esa mujer sabe bien cómo embaucarte, y es probable que si te acabaras enamorando de ella solo pudieras elegir entre dos caminos: unirte a la mafia y sacrificar todos los esfuerzos que has hecho al largo de tu vida profesional o entregar a la persona que amas.

-Lo entiendo y lo tengo muy claro. Estoy segura que nunca me podría enamorar de una chica como ella. - Respondió Violeta menos segura de lo que le hubiera gustado. Notaba que estaba mintiendo al pronunciar esas palabras, y lo preocupante era que el objetivo de la mentira no era tanto Juanjo, sino ella misma.

-Cambiando de tema, parece que la situación está muy tensa con la mafia de los Thin. No es solo lo del tattoo y drogar la bebida que me has comentado antes, sino que hemos detectado muchos movimientos entre ambos bandos. Es posible que se acerque una guerra de bandas y te pille muy de cerca. Hemos decidido que, a partir de ahora, te concedemos un permiso de armas temporal hasta que la situación acabe. Ya sabemos que tienes practica con ellas, como nos comentaste al entrar, pero igualmente debes de pasar un curso corto, de 5h. Puedes hacerlo mañana por la tarde mismo conmigo, aunque sea domingo prefiero que estés sana y salva.

-Muchas gracias Juanjo, lo tendré en cuenta. Ahora debería irme, me gustaría descansar para mañana y no he tenido la mejor noche que se diga.

-Nos vemos mañana, ve con cuidado.


Violeta salió de la comisaria, cogio su coche y fue directa a casa a por su mochila de viaje. Lo de que necesitaba descansar era una pequeña mentira, pues esa misma noche tenía una reserva en un restaurante a una hora y media de trayecto al que solía ir sola cuando necesitaba desconectar de todo. Dormiría allí, pues el restaurante era parte de un pequeño hotel rural, y disfrutaría de las vistas mientras ponía música de fondo.

Cuando llegó a su manzana aparcó el coche en la plaza que tenía guardada en la calle y se dirigió a la puerta de su edificio con las llaves en las manos.

Su ritmo aminoró cuando fijó la vista y descubrió a su jefa esperándola en la puerta, con una aura de enfado a su alrededor.

-A buenas horas llegas Violeta, llevo esperándote aquí desde hace media hora

-Perdone pero, habíamos quedado? Pensaba que los fines de semana no debía estar tan atenta a sus necesidades. - Dijo molesta la pelirroja, que lo único que deseaba era poder irse ya a la montaña y desconectar.

Cherry Bullet ( Kivi )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora