Su espalda choca fuerte con la pared, un leve jadeo se escapa de sus labios. Siente las manos de Blas en todos lados, tanteando sobre el uniforme.
Está odiando ser más bajo que él. Le está comenzando a doler el cuello por tanto rato que llevan besándose de esa manera.
Y llevaban unos 10 minutos del descanso de 1 hora (para el almuerzo) en eso.
Tan pronto como Esteban tomó su vasito de ramen y se dirigió al comedor, Blas apareció para arrastrarlo hacia el baño y encerrarse en él. No tuvo tiempo de refutar porque comenzó a besarlo con necesidad y casi que con hambre.
Nunca podría negar lo adictivo que era tener a Blas entre sus brazos, estaría así toda la vida.
Pero debe establecer límites. Blas trata de desabrocharle la camisa y Kuku debe apartarse del beso para repetirle que no pueden tener sexo en el hotel.
—Sos un calentón, flaco—Le da un golpecito en el pecho para que se aleje, el chico lo hace con pesar—. Pareciera que nunca has remojado el churro.
Blas parecía molesto, pero ahora se aguanta una risa.
—¿Qué mierda significa eso? ¿Me estás diciendo virgen?Esteban hace una mueca y Blas se aleja un poquito más para verle bien el rostro.
—A ver, tengo mis razones—Se defiende Esteban. Realmente, no piensa decir nada. Blas está expectante, esperando que nombre las supuestas razones— ¿Soy la primera vez que estás con un hombre?
Blas se sonroja ante la pregunta.
—¿Se nota mucho?—Kuku le sonríe con cariño— Lo único que hice de pibe fue darme piquitos y hacernos una paja con mis amigos.
—Bue, qué amigos esos, ¿no?
El chico rueda los ojos.
—Nunca tuve algo correspondido con un chico, la verdad—Blas le cuenta, alejándose para verse en el espejo—. Che, ¿podés dejar de desarmarme los rulos?Esteban observa el reflejo del chico; tiene los pelos de la cabeza parados y no puede evitar soltar una carcajada.
—Pérdoname, es que me encanta meter los dedos entre tus rulos—Hace el gesto de garra con su mano mientras va acercándose a él.
Es verdad que Esteban siempre (siempre, cómo si llevaran una vida juntos) aprovechaba de acaciarle el pelo y enredar sus dedos ahí. Prefería eso a tener que abrazarle del cuello, como si fuera una chica abrazando a su novio que le saca una cabeza de altura.
Aunque sentía que era algo parecido. No le gustaba mucho la sensación.
—¿Sabés qué me encanta a mí?—Blas se voltea para quedar de frente. Kuku cree que nunca podrá acostumbrarse a mirar hacia arriba.
Un brazo le atrae desde la cadera, presionándole.
—No te pasés conmigo, nene—Kuku se queja sin quejarse realmente.
—Cómo si no te gustara—Resopla el otro.
A Blas le parece alucinante la cercanía que mantiene con Esteban ahora mismo; sólo debe inclinar la cabeza hacia abajo y podrá besarlo.
Pero quiere jugar. Ama hacerlo.
Blas pone los dedos alrededor del cuello de Esteban, deja su pulgar justo bajo su mandíbula.
Es una excelente vista.
—Me encanta que te guste esto—Blas susurra contra su oído. Hace una leve presión con los dedos y el otro exhala lentamente.
La mano del más chico cubre un poco más de la mitad de su cuello. Esteban no puede expresar lo caliente qué es tenerlo así. Apenas respira con tal de no perder su contacto.

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ʜᴏᴛᴇʟ ʀᴏᴍᴇʀᴏ ᵇˡᵃˢ ˣ ᵉˢᵗᵉᵇᵃⁿ
FanfictionDonde Esteban es recepcionista en un hotel O Donde Blas consigue su primer trabajo como botones. *algunos caps sobre juani x fran