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Perdonar es difícil.

No importa cuánto quieras a la persona que te hizo daño, ni cuánto te convezcas de que no dolió tanto o puedes superarlo. Va a seguir doliendo; el día después, una mañaña donde despierten juntos y una noche en la que creas que puedes olvidarlo ahogándote en su cuerpo.

Sigue doliendo.

El lunes por la noche, Fran se acostó con él en su cama. Lo abrazo y le hizo mimos en el pelo, le dijo que todo iba a estar bien, que volverían a ser como antes.

Juani lloró y creyo que lo que decía era verdad.

Despertó el martes en la mañana con los brazos de Fran rodeándolo. No lo creyó por un minuto, se enojó consigo mismo y se recriminó su estúpida decisión de perdonarlo. Fran cruzó una pierna sobre su cuerpo y Juani volvió a dormirse en esa falsa comodidad.

Cuando volvió a despertar, Fran le llevó desayuno a la cama y le dio un beso en la frente.

—Voy a comprar algo para cocinarte después, ¿querés?

Juani asintió, mordiendo la mejor tostada con mantequilla que había comido en su vida.

Se queda sentado en la cama mirando su pantufla en el suelo. Fran había salido hace un rato, le dijo que iba a prepararle milanesas con puré. También le dijo que lo amaba.

Se sintió cotidiano, tan casual hasta que Juani recordó quién hizo su cama ayer.

Una culpa filosa inunda su pecho.

Busca su teléfono por la habitación. Marca el número de su mejor amigo con miedo, sabe que va a juzgarlo y sabe que se lo merece. Pero una pequeña parte de él espera que lo apoye sin decirle nada. Ya era suficiente carga lo que le decía su cabeza.

Acaba llorando envuelto en las sábanas una vez más.

"No lo estás pensando bien".

Directamente sólo lo sintió. No quiso pensar más allá del ilógico sentimiento de amor.

Pipe le dijo que necesitaba reconsiderarlo, que él mismo iría a buscarlo y hacerlo pensar lejos del "hijoputa de Francisco" porque lo estaba "manipulando" con su linda cara de imbécil.

—Voy a quedarme con él, Pipe—Fue lo último que dijo, con una sonrisa triste palmada en los labios.

Juani siempre fue terco y sus ideas no cambiaban, aunque fuera indeciso y tomara decisiones 2 segundos antes de llevarlas a cabo.

Pipe sabía eso. Lo conocía tan bien que era consciente de que no importara cuánto lo intentara, su amigo volvería con Fran igual.

—Llamame cualquier cosa—Dice, con voz apagada, apretando el celular entre los dedos.

"Cualquier cosa" no era muy ambiguo, significaba: llamame si ese forro te hace llorar.

Luego cortó tras un largo silencio.

A Juani el mundo no dejaba de darle vueltas, se estaba mareando entre tanto arrepentimiento.

Pipe le dijo: "alguien que te ama no haría eso".

No pudo decirle que lo sabía porque no quería creerlo. No quería agregarle veracidad al hecho.

¿Fran no lo amaba?

Su corazón dejaba de latir con sólo pensarlo.

Le era imposible creer que su mirada enamorada hacia él era una mentira.

Minutos después, Fran volvió a su departamento. Lo saludó con un choque de mejillas, le preguntó si quería acompañarlo en la cocina; cocinó mientras le contaba anécdotas de la universidad. Juani estuvo en silencio, preguntándose cómo ese hombre fue capaz de hacerle tanto daño. Terminó riéndose junto a él porque Fran tenía miedo de freir la milanesa.

ʜᴏᴛᴇʟ ʀᴏᴍᴇʀᴏ ᵇˡᵃˢ ˣ ᵉˢᵗᵉᵇᵃⁿ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora