Donde Seo A-ri, decidió, muy estúpidamente, hacer pagar a Hwang Hyunjin por haberle dejado completamente desconsolada 4 meses atrás. O, donde, Hwang Hyunjin, se da cuenta del grave error que cometió ese viernes de mayo.
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02. you grew your hair long ( you got new icons )
A-RI SE HABÍA planteado mil veces cómo sería su reencuentro con Hyunjin. Había imaginado tantas situaciones en su cabeza, que hasta podría escribirlas todas y parecería el guion perfecto para aquellos dramas que tanto amaba ver su madre, especialmente, por las noches después del trabajo. Por alguna razón, en aquellos escenarios, A-ri siempre vestía ropa extremadamente cool y se veía genial, con el cabello de colores y un maquillaje increíble, mientras Hyunjin, por alguna razón, siempre traía el uniforme del colegio.
Pero jamás, de los jamases, se imaginó que lo haría en la puerta de su casa y, mucho menos, que Hyunjin le sonreiría de aquella forma. Si bien, en un principio había parecido completamente desconcertado por haber sido recibido por A-ri, cuando pareció haberlo asimilado, una sonrisa adorable se formo el sus gruesos labios y sus ojitos se cerraron de forma extremadamente tierna. El corazón de la chica comenzó a latir con muchísima fuerza en su pecho y, de repente, se encontró enojada. ¿Cómo podía sonreír así? ¿Cómo podía mirarla a la cara y actuar de aquella manera?
Sin decir nada más, A-ri se corrió en su lugar y le dejó pasar. Empujó la puerta de metal con ambas manos y soltó todo el aire que había estado conteniendo sin darse cuenta. «Vamos, A-ri, tu puedes». Inhaló aire con decisión y giró en su lugar, solo darse cuenta que el pelinegro había estado esperándola para entrar a la casa. De nuevo, sintió un revoltijo en el estómago y apretó los puños. Pasó por el lado de Hyunjin sin dirigirle la mirada y abrió la puerta principal corrediza, dejó sus zapatos y entró a la casa usando sun sandalias para estar en casa.
—¿Qué tal la escuela? —la voz de Hyunjin la hizo congelarse de nuevo en su lugar. A-ri giró en su lugar, para verle quitándose el saco y colgándolo en un perchero, luego se sacó los zapatos y cuando levantó la mirada, pasó una mano por su cabello negro. A-ri, entonces, notó que se había dejado crecer el cabello bastante—. Casi nunca te veo allá, ¿si estás asistiendo, eh, A-ri?
Hyunjin rió entre dientes de su propia broma, mientras entraba a la sala. A-ri sintió un sabor amargo en la boca. Se estaba enojando de verdad y era nada más porque Hyunjin la estaba tratando como si nada hubiera pasado. Miles y miles de recuerdos comenzaron a recorrerle por la cabeza y comenzó a temblar de nuevo. Levantó la mirada para volver a encontrarse con el rostro de Hyunjin. Demonios, era tan guapo de se sentía como un golpe en el rostro y ese cabello le quedaba tan pero tan bien, que no pudo evitar mencionarlo.
—Te dejaste el cabello largo.
El mayor pareció muy sorprendido por la respuesta de la pelinegra. Bien sabía ella que en otras circunstancias hubiese respondido que la escuela estaba bien y que probablemente ella asistía más que Hyunjin, así que él no podía quejarse mucho. Lo sabía bien porque algo así había ido su primera conversación. Pero no eran otras circunstancias. Eran estas, en las que A-ri había hecho de todo para olvidar la sonrisa de Hyunjin y él había olvidado de ella tan rápido que A-ri dudaba que en algún momento se hubiese enamorado de su sonrisa como solía decir.
