Capitulo 1

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El carruaje se detuvo frente a la imponente residencia de los Duques de Sinclair, y Elizabeth Victoria Sinclair descendió con gracia, sintiendo la emoción y el nerviosismo latentes en el aire. Después de cinco años en América, finalmente estaba de vuelta en Londres, lista para enfrentarse a su pasado y abrazar su futuro.

El sol de la tarde iluminaba las fachadas de las elegantes casas adyacentes, y el bullicio de la ciudad llenaba el aire. Elizabeth inhaló profundamente, tomando el cálido aroma de la ciudad que tanto había extrañado durante su ausencia.

Con paso decidido, se acercó a la puerta principal de la mansión familiar. La madera pulida y los detalles tallados le traían recuerdos de su infancia, de días llenos de risas y juegos en los jardines. Antes de que pudiera golpear la puerta, esta se abrió de par en par, revelando a John, el leal mayordomo de la familia. Su rostro se iluminó al ver a Elizabeth.

―Señorita Elizabeth, ¡ha regresado!― exclamó John con alegría.

―¡Sí, John! Estoy de vuelta― respondió Elizabeth con una sonrisa cálida, su voz llena de emoción contenida.

John la condujo hacia el interior de la mansión, donde fue recibida con abrazos y sonrisas por parte de su familia. Su padre, William, no pudo contener su emoción al ver a su princesa regresar a casa después de tanto tiempo.

―Elizabeth, mi querida hija, has regresado― dijo con voz temblorosa, conteniendo las lágrimas de alegría.

Margaret, la madre de Elizabeth, no pudo contener su admiración al ver lo bella y radiante que estaba su hija. ―Hija, has crecido tanto― murmuró, sus ojos llenos de orgullo materno.

James, el hermano mayor de Elizabeth, irrumpió con alegría. ―¡Hermanita, has vuelto!― exclamó, abrazándola con fuerza.

Lily, la más joven de los hermanos, corrió hacia ella con los brazos abiertos, emocionada de ver a su hermana mayor después de tanto tiempo. Benjamin también se acercó a saludar a Elizabeth, su rostro iluminado por una sonrisa, Sophia, sin embargo, se mantuvo alejada, su expresión reflejando el resentimiento que había acumulado durante la ausencia de Elizabeth

Elizabeth cargó a Lily en sus brazos, admirando a sus hermanos menores con una mezcla de orgullo y asombro. ―Han crecido tanto en cinco años― murmuró, su voz llena de emoción. ―Se han vuelto unos chicos hermosos―.

Elizabeth caminaba por los pasillos de la mansión familiar, su corazón latiendo con emoción ante los recuerdos, miro a su madre quien estaba sentada junto a la ventana, con una expresión de preocupación en su rostro.

― ¿Dónde está Emily?― preguntó Elizabeth con curiosidad.

Margaret suspiró, desviando la mirada hacia la habitación de Emily. ―Está allí, siendo preparada para su presentación ante la reina― respondió, su voz llena de ansiedad y orgullo maternal.

Elizabeth asintió comprensivamente. ―Entiendo. Voy a verla― dijo, decidida a ofrecer apoyo a su hermana en este momento crucial.

Al entrar en la habitación, Elizabeth encontró a Emily frente al espejo, sus manos temblorosas mientras una doncella ajustaba su vestido y peinaba su cabello. Emily se giró al escuchar la puerta abrirse, y sus ojos se iluminaron al ver a su hermana después de tanto tiempo.

―¡Elizabeth!que haces aqui?―,exclamó Emily, su voz llena de emoción y alegría. Corrió hacia su hermana y la abrazó con fuerza, sintiendo la calidez y el amor que había extrañado tanto.

Elizabeth devolvió el abrazo con ternura, sintiendo la emoción inundar su corazón. ―Emily, he vuelto para ayudarte en esta temporada― dijo con suavidad, apartándose un poco para mirar a su hermana.

Destinos Entrelazados (Anthony Bridgerton)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora