Capitulo 3

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El bullicio y la elegancia llenaban el salón de baile mientras los Sinclair ingresaban, captando la atención de todos los presentes. Los murmullos y las miradas furtivas acompañaban su paso, especialmente dirigidos hacia James, el heredero de la familia, objeto de las ambiciones matrimoniales de muchas damas presentes.

Las madres de las jóvenes debutantes observaban con avidez, sus ojos brillando con la esperanza de una conexión ventajosa con el apuesto heredero. Sin embargo, entre los susurros y los coqueteos discretos, también se difundía un rumor inquietante: Elizabeth Sinclair había regresado a Londres, y su belleza y encanto no pasaban desapercibidos.

Elizabeth, con su aura de confianza y elegancia, inspiraba admiración y cierta aprehensión entre las jóvenes presentes. Su regreso no solo significaba una nueva competencia en el juego del cortejo, sino también una rivalidad inesperada para algunas. La presencia de Elizabeth, junto con su hermano James y su hermana Emily, prometía agitar aún más las aguas ya tumultuosas de la temporada social.

Mientras tanto, Elizabeth y su familia avanzaban con gracia por el salón, recibiendo miradas de envidia y curiosidad a su paso. Sabían que su presencia no había pasado desapercibida y que su regreso había alterado sutilmente el equilibrio de poder entre las familias de la alta sociedad londinense.

El salón de baile irradiaba un ambiente de elegancia y esplendor mientras Elizabeth observaba a su hermana Emily danzar con gracia con un joven caballero. A su lado, James observaba con una sonrisa complaciente, mientras Elizabeth no podía evitar notar cómo la puerta se abría, revelando la entrada de los Bridgerton.

― Los Bridgerton han llegado.―le susurro a su hermano

― ¿En serio? ¿Dónde están?

Pocos minutos después, Elizabeth sonrió con complicidad al ver cómo Benedict la notaba y arrastraba a Colin hacia ella, bajo las atentas miradas de Anthony y Daphne. Benedict se acercó con pasos decididos, ignorando la etiqueta social, y abrazó a Elizabeth con afecto.

―¡Lizzy! ¡Has vuelto! Te he extrañado tanto.

― ¡Benedict! ¡También te he extrañado!―dijo emocionada

Elizabeth devolvió el abrazo con calidez, sintiendo una oleada de alegría al reunirse con su amigo de toda la vida. Luego se volvió hacia Colin, quien esperaba con una sonrisa expectante.

―¡Colin, qué alegría verte también!―lo miro sonriendo

Colin correspondió al abrazo con entusiasmo, y Elizabeth se sintió reconfortada por el cariño y la familiaridad de sus amigos de toda la vida.

Elizabeth se paseaba por el salón, intentando esquivar los intentos de los caballeros por sacarla a bailar. En un momento de tranquilidad, Lady Danbury la vio y se aproximó con elegancia, sosteniendo su bastón con autoridad pero con una sonrisa amable.

―  Señorita Sinclair, es un placer verla de nuevo en nuestro círculo. ¿Cómo ha sido su regreso a Londres?

― Lady Danbury, el placer es mío. Ha sido un regreso interesante, lleno de emociones.

Lady Danbury, a pesar de seguir los protocolos sociales, mostraba un interés genuino por Elizabeth y la saludó con afecto. Le mencionó también su alegría por tener a sus dos protegidos de vuelta en la ciudad, dejando a Elizabeth intrigada.

―  ¿Mis dos protegidos, Lady Danbury? ¿De quiénes está hablando?―pregunto con curiosidad

―  Oh, ya lo descubrirá, mi querida Elizabeth. Ya lo descubrirá.

Minutos después, Elizabeth se encontraba del brazo de Lady Danbury cuando notó que se acercaban los hermanos Bridgerton. La presencia de Anthony la puso nerviosa, pero se esforzó por ocultarlo bajo una sonrisa. Los tres hermanos Bridgerton, al ver a Lady Danbury, intentaron escurrirse discretamente, pero fue en vano. 

Destinos Entrelazados (Anthony Bridgerton)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora