²⁰⭑

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Riki's side.

"Debes estar perdiendo la cabeza, Riki".

Eran las tres de la mañana, yo debería estar durmiendo en el sillón de la sala de Heeseung, pero en lugar de eso me encontraba parado frente a la puerta del apartamento de mi . . . ¿novio?. Mis manos sostenían las llaves que me darían la entrada al lugar en el que solía ser feliz, antes de convertirme en lo que soy ahora. Jake podría asustarse al verme frente a su puerta, podría sorprenderse, podría sonreír y golpearme por llegar a estas horas . . . o podría odiarme por haberlo dejado solo.

Tenía tantas ganas de verlo, decirle que cuando estaba a su lado mi corazón se sentía como si fuera a explotar, que si hubiera estado solo seguramente me habría rendido, que ambos seríamos testigos del otro y de nuestro amor. Deseaba hacerle saber que nada importaba porque vivimos en nuestro propio universo, que este sería nuestro momento de libertad, y que hablo con sinceridad cuando le digo el universo es mucho más hermoso cuando estamos juntos. Yo quería que él permaneciera a mi lado porque mi vida sin él sería una miseria y gritarle al mundo en la cara que no importaban sus miradas de odio o la mierda que dijeran, porque amaba a ese rubio y jamás lo dejaría ir.

Pero . . . No podía.

Las palabras de Heeseung tenían sentido ahora. Definitivamente estaba volviéndome loco, perdiendo la cabeza, porque lo que más deseaba era estar con Jake, pero fui yo quien se había alejado de él.

No quería mentirle de esa forma, engañarlo, ilusionarlo. ¿Cómo sería capaz de mentirle una vez más? Él es el amor de mi vida, merece todo el universo, y yo solo soy una alma rota intentando dárselo y . . . fallando en el intento. Una mueca se formó en mi rostro al sentir el ardor y el sabor metálico; había estado mordiendo mis labios todo este tiempo. Una presión en el pecho me oprimía y una lágrima amenazó con bajar por mi mejilla. Me sentía tan mal pero, -¿tenía el derecho a sentirme así, cuando había tanta gente sintiéndose peor? ¿Acaso Jake sintió este dolor por culpa mía?. . . ¿qué pensaría Jake si me viera?- No estaba seguro, pero no me quedaría a descubrirlo. Sin más, me volteé y comencé a caminar hacia las afueras del edificio. Al salir, el silencio de la ciudad me recibió, ¿estaría dispuesta a guardar mi secreto? Caminaba a pasos lentos, no había ningún auto, ninguna persona fuera, solo yo y mi estúpida conciencia que me recordaba que era un completo tonto.

¿A dónde iría?

¿Heeseung? Estaba molesto conmigo, ¿y cómo no estarlo?, ni siquiera había ido a recibir a Jake cuando salió del hospital y ahora su pareja comenzaba a desconfiar de él por mi culpa, incluso cuando él me lo advirtió, yo preferí no escucharlo. Tenía sus razones para molestarse, pero yo también tenía las mías. ¿Acaso él creía que no amaba a Jake? Definitivamente no podía ir a su casa ahora.

Heeseung: descartado.

¿Mamá? Ojalá fuera fácil hacer una visita al cielo, si hubiera sido fácil yo estaría con ella desde hace mucho tiempo.

No era invierno, pero ¿por qué mi corazón se sentía tan helado? Observé el cielo y por un momento sentí envidia. A pesar de ser oscuro, el sol y las estrellas siempre estaban ahí para iluminarlo. ¿Sería Jake la luna a cargo de iluminarme?- Suspiré agotado. Tendría que ir a casa, ese lugar donde había vivido toda mi niñez. Ese lugar en el que aprendí a no sentir nada, nada más que odio. Volver allí solo lograría traer recuerdos a mi mente, recuerdos que realmente me había esforzado por olvidar: olvidar a mamá, su sonrisa y sus bellos ojos. Verme en el espejo incluso era doloroso, ver su imagen reflejada en alguien que no lo merece. Ver a papá era lo que menos deseaba en ese momento, es decir, en ese momento y lo que restase de mi vida. Él jamás había estado ausente, es decir, siempre estuvo ahí con nosotros pero nunca estuvo ahí para nosotros. Papá era el típico hombre adinerado que creía que con su sucio dinero podría comprar al mundo entero, siempre supe que era así. Nunca lo había considerado un mal padre, quizá sea por el hecho de que nunca lo vi como uno. Él solo estaba ahí para traer problemas a mamá: ella salía a trabajar todos los días a las seis de la mañana y volvía a las once de la noche, todo para poder mantenerme a mí y mantenerse a ella misma, pero él . . . Él solo aparecía cuando quería desquitar su furia. En ese momento no lo comprendía, solo podía oír su llanto y el sonido de la cama rechinar. Jamás creí que ese hombre al cual creían mi padre sería capaz de lastimarla y luego intentar solucionar todo arrojando su estúpido dinero.

𝗔𝗥𝗥𝗘𝗚𝗟𝗔𝗥 ʏᴜɴᴋɪDonde viven las historias. Descúbrelo ahora