Capitulo 15.- EL BALCÓN.

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Una noche más y sería todo.

Esa era la idea.

El deseo les ganó una segunda vez, y está, fue incluso más intensa que la anterior. Más posiciones, más mordidas, más chupones. Llegó un momento en el que Beomgyu decidió hacerle un oral, y sin querer se corrió en su boca.

El punto era dejarlo todo en la cama para no volver a hacerlo nunca. No fue del todo cierto, Choi Beomgyu no dejaba de buscar contacto físico en el alfa, y Yeonjun no podía decirle que no.

Cuando estaba con Sunoo la culpa se intensificaba, y prometía dejarlo, pero cuando estaba con Beomgyu, esa culpa se apagaba. 

Le gustaban las noches platicando en el comedor, los roces que hacían que su piel se erizara, las miradas cómplices, los besos a escondidas.

Sentía una fuerte atracción hacia él, como cuando una mamá le dice a su hijo no hacer algo, pero el pequeño siente una gran necesidad de hacerlo de todos modos. Y al mismo tiempo, también quería pasar el resto de su vida con Sunoo y sus bebés, tomar el desayuno, la comida y la cena juntos, viajar, pasear por las calles tomados de las manos, llegar a casa luego de un largo día de trabajo y saber que estaría su amado esperándolo para su momento a solas. Eso es lo que quería.

Estaba envuelto en un huracán de sentimientos, con el corazón confundido. Deseando que nunca hubiera empezado, pero sin la fuerza de poder dejarlo. 

Lo tenían bien oculto, a presencia de otros se hablaban poco, lo normal, y cuando tenían oportunidad de estar solos, el omega no lo desperdiciaba. Se encontraba en las nubes, mientras Yeonjun subía al cielo y bajaba de nuevo.

El sábado por la noche, cayeron otra vez en el pecado, y aunque juro que no lo haría de nuevo, Beomgyu no tuvo piedad al esperarlo en su habitación completamente desnudó.

...

El domingo por la tarde, Taehyun estaba haciendo las compras de la semana. Yeonjun estaba encargado del gamma. Beomgyu tenía día libre para lo que quisiera hacer. Y Sunoo recién había despertado de su pequeña siesta. El chico sentía un buen humor, durmió como bebé, ya había cargado energías. Aunque bueno, su humor siempre subía cuando Yeonjun descansaba del trabajo. Al no verlo por ningún lado supuso que estaría ocupado, por lo que no se preocupó o se desánimo como los días en los que salía a trabajar. Quiso esperarlo ahí, pero esa idea fue descartada cuando sintió su garganta seca, necesitaba agua. Cómo estaba de buenas, decidió ir él mismo por ella, no cortaría a Yeonjun de sus actividades solo por agua.

Se colocó sus pantunflas de corderitos y salió de la habitación sosteniéndose la barriga, mientras les preguntaba a sus bebés si querían comer algo. 

Su objetivo estaba marcado, sin embargo, unas voces se colaron por sus oídos, haciendo que sintiera intriga por saber que era eso.
Descubrió que las voces provenían del balcón y sin dudarlo se acerco a este, asomó la cabeza un poco, tratando de no ser visto.

Se trataba de su amado junto a Beomgyu, ambos parados frente al barandal mirando a la nada mientras charlaban. Estuvo apunto de salir y saludarlos, hasta que escuchó su nombre, entonces se detuvo, decidiendo quedarse y escuchar que decían de él cuando no estaba.

Se escondió, poniéndose de espalda a la pared y agudizando su oído.

—Que está bastante bien... para ser un gamma. —respondió Yeonjun a la pregunta de Beomgyu que Sunoo no alcanzo a oír con claridad— el susto de la otra vez fue algo normal para cualquier embarazo. 

—¿Tu crees que viva mucho? —bajo la voz algo dudoso, sin saber si era bueno hacer esa pregunta o no.

—No lo sé, eso espero. —Sunoo sonrió, sintiendo calorcito en su corazón. Hace tiempo que no pensaba en aquello, había olvidado el peligro que corría al ser un gamma, pero saber que Yeonjun le deseaba muchos años más lo hacía sentir bien— no se si luego del parto se vuelva más enfermizo, pero creo que la parte más complicada es esta.

No Eres Un Omega [Txt, Enhypen ] #PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora