Capítulo 6

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Los meses volvieron a pasar, parecía que caminar para Gustabo, había sido el inicio del dolor de cabeza de ambos padres, estaba por cumplir 2 años y sus piecitos no podían descansar, iba y venía, podía correr o caminar por horas y no cansarse, aquello era agotador, pues tenían que perseguirlo y cada dos por tres, correr para llevarlo al médico porque se ha caído o lastimado por ser tan travieso. Las paredes antes blancas y cuidadas, estaban cubiertas de garabatos y dibujos extraños Freddy incluso se unía a Gustabo y le ayudaba a dibujar cualquier cosa en las paredes y luego ambos huían de Conway cuando les gritaba "Capullos" y el realmente no se enfadaba, se diviertia bastante, si Gustabo reía y Freddy también, el era feliz.

—¡Os voy a encontrar capullos!

Freddy miro a Gustabo quien se cubría la boca para no reír, luego de balbuceos, intento hablar y ahí fue cuando Freddy decidió salir de su escondite. —¡Neno que está hablando!

Jack los miro y sonrió entusiasmado, se acercó a ambos y espero. —Vamos Gustabín, di papá.

—No, no. Di Freddy.

—Capullo, si dice papá nos podrá llamar a ambos.

—Me importa una mierda neno, quiero que diga mi nombre, es lo que me merezco por darle nombre.

—Uno de mierda, ¿Gustabo con B? Es que eres gilipollas.

—Eso le da originalidad, ¿Me entiendes?

Mientras ambos discutan, Gustabo los miraba atento y es que el ya tenía la palabra lista, la había escuchado tantas veces que no hacía falta recordarlo mucho. Mientras balbuceaba, finalmente sus padres le prestaron atención, ese momento era de mucha tensión, era importante recordarlo para siempre, una primera palabra era un tesoro y tenían la emoción desbordando; Gustabo levanto los brazos y luego dijo:

—¡Capullo!

—. . .

—. . .

🧸

Desde ese día, ambos cuidaron sus palabras y evitaron decir cualquier maldición, estaban decepcionados, un poco, pues ambos no podían evitar reírse cuando lo escuchaban gritar "capullo", era igual a un mini Conway. Después de un tiempo, Gustabo tenía al fin 2 años y próximo a 3, había aprendido aún más palabras y Jack había tenido la suerte de ser el primero en ser llamado "papá", a Freddy no le importo mucho, porque el era "papá Fedy" y eso era mucho mejor.

Para un día lleno de trabajo con el rubio y sus respectivos puestos en el CNI, solo querían tumbarse en la cama y dormir todo lo que pudieran, Gustabo ya tenía una habitación para el solo y ambos podían disfrutar de su privacidad como pareja, podían resistir días o semanas sin hacer algo íntimo y cuando la oportunidad se les presentaba, realmente no la desaprovecharían, todo comenzaba con una caricia, seguía con un beso que subía de intensidad cuando las caricias iban más allá de sus manos o rostros, se tenían tan cerca y sus pijamas comenzaban a estorbar, tenían la intención de retirarlas y Freddy fue el primero en deshacerse de su camiseta y dejarla aún lado.

Su cuerpo fornido estaba sobre el de Jack, quien solo se dejó hacer por parte del otro, recibiendo en sus brazos y piernas a su amado, la situación realmente era exitante y entre roces estaban llegando lejos y fue cuando olvidaron que podían ser interrumpidos y el ruido de pequeños pies corriendo y la puerta ser tocada les hizo pegar un salto de susto.

—Me cago en la puta madre de ese niño.

—No es su culpa que tengas la polla inquieta, anormal. Vístete.

Conway controlo su estado, espero a que Freddy se colocara de nuevo la camiseta y abrió la puerta para recibir al enano rubio cargando su peluche de felpa y aún lado de el, ¿Un gato?

—¡¿De dónde sacaste eso?!—Conway tomo a su hijo en brazos y lo alejó del felino color negro, quien asustado retrocedió.

—Seguramente se colo por la ventana, he pues nada, iré a echarlo.

—¡No! Papá. . . —Gustabo miro a Conway, sus ojos azules estaban amenazando con llorar, pero él ya conocía esa miradita, era su manera de hacerlo caer y debía aprender a no hacerlo.

Freddy soltó un suspiro y se acercó al rubio con el gato en manos. —Escucha, Gustabiño, eres muy pequeño para cuidar de esta cosa, ¿Me entiendes?

—Papá Fedy. . . —Ahora era turno de convencer al más débil, su rostro hizo un puchero y le rogo con la mirada, incluso fingió un suave sollozo, que después fue reemplazado con un lamento.

Freddy miro a ambos y bufo. —Tu ganas, es que eres muy bonitiño, toma tu gatete neno.

—¡Sí!

—Joder. . .

Gustabo tomo al pequeño gato en sus brazos y Conway lo dejo irse, Gustabo no tenía planes de ir a dormir a su habitación, de hecho, ¿Por qué tenía que dormir en su habitación? La cama de sus padres era mejor, era espaciosa, cálida y se sentía seguro de que ambos estuvieran a su lado. Se apoderó de la cama en instantes, incluso arrojo al suelo una almohada, perteneciente a su padre Jack, eran demasiadas almohadas en una cama, se acurrucó con su felino en brazos y bostezo, ahora sí estaba cansado y realmente no le importaba mucho que sus padres lo estaban mirando fijamente con un rostro de evidente molestia, les sonrió con ternura y cerro sus ojitos para caer rendido.

—Bien hecho Trucazo, ahora tenemos que ser niñeras de un puto gato también.

—Es culpa de ese niño, ¿Cómo puedes decirle que no?

—Aun tienes mucho que aprender, Gustabo es un maestro de la manipulación, debemos tener cuidado o nos echara de nuestra puta habitación y seremos nosotros los que duerman en la cama del gato de mierda.

—¿Estás seguro de que no lo pariste?

Conway suspiro. —Me cago en tu puta madre. . .

Ambos decidieron dormir, realmente no les incomodó que el pequeño rubio estuviese ahí, de hecho, era un tesoro verlo dormir y abrazarse de lo primero que encontrará, ya sea el gato, el brazo fornido de Conway o el de Freddy, para ellos aunque no pudieran tener ese momento íntimo que necesitaban, era tranquilo y especial ver a su hijo a salvó en sus brazos, estaban seguros que en un futuro, lo menos que quisiera Gustabo, sería dormir junto a ellos.
























Remin

Misión de padres | FREDDWAY | Finalizada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora