Extra [1]

996 126 14
                                    

"Padres primerizos"

Si alguien les hubiera pagado por cuidar a un bebé, claramente no lo harían. Pero estábamos hablando de un caso especial, ya que ese pequeño rubio, ahora era su hijo y no podían renunciar fácilmente a dejarlo abandonado por ahí como si fuera un perrito, Conway creyó que sería fácil traerlo, darle de comer, cambiarle el pañal y listo, pero fue más que eso, realmente eran un desastre cuidado al menor, los primeros días fueron tranquilos, las semanas siguientes se resumió en "estrés" y es que, en las madrugadas el bebé se despertaba hambriento, si sus padres no le hacían caso debido al cansancio, empezaba a buscar con sus manitas lo que cualquier bebé haría: "el pecho de su madre".

Y es que era bastante confuso, pero el tenía una tarea y era alimentarse, probó con su lado izquierdo, pero solo se topó con la espalda de Conway, probó con su lado derecho y ahí si que encontró algo que se asemejaba a su comida, envolviendo en su pequeña boca lo que para él era la suavidad de una buena glándula mamaria. Su sorpresa fue que no salió nada de allí cuando succionaba, por lo que optó por morder con sus encías.

—Conway. . . ¿Estás cariñoso? —No hubo respuesta, Freddy se removió incómodo por la sensación extraña en su pectoral y decidió abrir los ojos, encontrándose con el pequeño bebé mirándolo fijamente y "alimentándose" de él. —¡¿Qué haces, bebé de mierda?!

Conway se despertó rápidamente al escuchar tremendo grito y los llantos de Gustabo. —¿Qué cojones te pasa?

—¡El hijo puta este me vio tetas de pituca! Me estaba mordiendo el puto pezón.

En respuesta, Conway comenzó a reír y tomo a Gustabo en brazos para tratar de calmarlo. —Me cago en tus muertos, esto se lo tengo que contar a Henry.

—No te rías neno y más te vale que no se lo digas a nadie o te juro que les cuento que a ti también te hizo lo mismo.

Conway gruñó. —Cierra la boca y ve por su biberón.

Freddy molesto se puso de pie para ir por el biberón, era mejor eso a soportar que le mordieran los pezones, era una sensación extraña y muy incómoda. Conway al estar solo con el menor, lo miro y volvió a reír, le sonrió al ver que también le sonreía, acaricio su pequeña cabeza rubia y se inclino a dejar un tierno beso en su frente, era bastante tarde, tenía sueño y estaba cansado, pero sin duda adoraba despertar y tener esos ojos azules en su campo de visión.

🧸

No solo las noches de desvelo eran un reto, también lo era salir, ahora tenían que tener más cuidado cuando salían, ambos eran bastantes bestias al conducir, pero eso había cambiado con la llegada de Gustabo, Conway era mucho más cuidadoso y su límite de velocidad era bajo, aún si provocaba tráfico, prefería primero la seguridad de su hijo. Aquel día la pareja salió al supermercado, ahora tenían mucho más cosas que comprar con la llegada del bebé; al llegar, Freddy salió primero para pillar un carrito de compras y esperar a su pareja mientras el tomaba a Gustabo, notó que se acercaba y soltó una carcajada al verlo usar una baby carrier.

—¿Pero que coño es eso neno? Pareces un puto canguro.

—No llevaré a Gustabo en brazos todo el tiempo, anormal. Además va a juego con las pistoleras.

Freddy sonrió y siguió a su pareja quien ya se había adelantado, podía sentir las miradas de todos y es que, era un tanto gracioso ver a dos tipos serios, rudos y fornidos, pelear por el tipo de mermelada que llevarían mientras se hacían cargo de un hermoso bebé rubio, era extraño y adorable. Mientras Conway miraba la lista, Freddy se hacía cargo de meter los artículos en el carrito.

—¿20 dólares una puta papilla de manzana? Neno, ¿Estás seguro de llevarlo?

—Si, no pienso comprarle mierdas artificiales, esto es lo más natural que encontraremos. Deja de ser tan llorona y mételo en el carrito.

—¿Y por qué ese pequeño demonio come mejor que yo?

—Por que te voy a reventar la puta cabeza si no me haces caso, ¡Capullo!

Conway lo miro con el ceño fruncido y se alejó de el mientras llevaba a Gustabo frente a el con su chupete como manjar de entrenamiento mientras veía a sus padres pelear, Conway tomo artículos como shampoo, biberones, toallitas, etc. Metió todo en el carro, no reviso su precio, tampoco le importó que Freddy le pusiera mala cara, tan solo agregaba más y más artículos de bebé al carrito de compras. Cuando creyó que era suficiente, ambos esperaban en la caja registradora mientras pasaban todo lo que habían comprado.

—Vuestro bebé es hermoso, seguramente es muy consentido, con todo lo que llevan, mis hijos son muy consentidos también, de hecho ellos ya están mayores, pero son muy consentidos, ademas--

—¡No me cuente su vida! Cobrarme que llevo prisa, ¡Capulla!

La señora miro con terror a Conway y Freddy solamente reía, conociendo a su pareja, ya se estaba agobiando de la gente. Notó que Conway solo se quedó de pie con dos bolsas de compra y una pose de mamá sexy en espera y eso le indico que en efecto, el tenía que pagar. Soltó un suspiro y tomo el enorme ticket de compra, ni siquiera contó sus billetes, entrego su tarjeta de crédito directamente, cuando estuvo pagado, salieron de allí con medio departamento de bebés en las manos, sobre todo Freddy quien llevaba más bolsas y luchaba para que no cayera nada al suelo.

Después de mucho esfuerzo, logro meter todas las compras en el maletero y finalmente la pequeña familia partió de ese sitio. Al llegar a casa, ambos tomaron asiento en el sofá, nunca se habían cansado tanto haciendo las compras, sobre todo Conway, quien cayó dormido de inmediato, sosteniendo a Gustabo quien también se había quedado dormido y estaba llenando de saliva el antebrazo de su padre; Freddy sonrió y tomo a Gustabo para llevarlo a su habitación y recostarlo en la cama para que descansará.

Regresó con su pareja y lo cubrió con una manta para después dejar un suave beso en su mejilla. —Descansa cariño.










































No les di las gracias a todos los que llenaron de bonitos comentarios el último capítulo, así que por aquí les agradezco. Los quiero 🥹

Remin

Misión de padres | FREDDWAY | Finalizada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora