-OH, MY DARLING ... IM NOT A BOY-

CAPÍTULO 2

Una semana...

Lute apenas había podido soportar una semana cuidando a la serafín, ya no aguantaba más; Emily era literalmente la reencarnacion de un arcoiris, siempre sonriente y alegre, cantaba a donde quiera que hiba. Y lo peor era que la niña la exasperaba bastante.

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—Ya no puedo, no la soporto— se lamento Lute. La exorcista estaba tirada en su cama.

—Lute ... calmate, es solo vigilarla ¿que tan malo puede ser eso?— preguntó Agatha, compañera de habitación de la joven exorcista.

—Tu no entiendes, se la pasa cantando o metiéndose en problemas o hablando con ese amigo suyo rubio de mierda— rechino los dientes y frunció el ceño.

—Deacuerdo, no tengo idea de como poder ayudarte con eso ... además parece no molestarte lo primero que dijiste, lo que enrealidad te molesta es obviamente el amigo rubio— afirmó Agatha mientras pulia su hacha.

—El es tan— saltó de su cama y comenzó a caminar en círculos. —"Ah Emily, hoy haremos una fiesta en la torre sur; estas invitada" o "Em mira te traje esta caja de galletas de edición limitada" además de "Mira mi sedoso cabello rubio ña ña ña ña"— imito.

—Seee, yo creo que definitivamente estas celosa— Agatha dejó su hacha a un lado y sacó un libro de psicología.

—¡Celosa yo! ¿¡de que podría estar celosa, yo!?— gritó y nuevamente se sentó en su cama.

—No lo sé, quizá de, ¿el chico rubio que es o podría ser más que un amigo para la serafín?

—¡Ellos no están saliendo! Será jamás lo permitiría y yo apoyo la decisión— se cruzó de brazos y miró por la ventana el edificio del que salían luces multicolores.

—Claaarooo ... mira Lute, tu probablemente seas la criatura más terca que yo conozco y eso nadie lo puede cambiar, pero aveces esta bien admitir que eres algo susceptible a tus emociones.

—Esta bien, esta bien; me iré a dormir y ya no pensaré más en eso— quitó las frazadas de su cama y se acostó.

Agatha vio como la exorcista se acurrucaba entre sus frazadas y sus alas se estiraban como signo de relajación; probablemente no debía hacer esto, pero quería confirmar la hipótesis que había planteado antes.

—Si esta bien, tu relájate mientras Emily se besuquea con ese rubio ... quien sabe, quizá hoy llegen a algo más; escuche que ese edificio tiene varias habitaciones— Agatha sonrió cuando las alas de Lute se encresparon y ella salió violentamente de su cama.

—¡Eso jamas!— gritó mientras intentaba ponerse los pantalones de su uniforme de exorcista.

Cuando finalmente se los puso, Lute salió volando hacia el edificio; Agatha debía admitir que nunca la había visto volar tan rápido en su vida.

《○●○●○》

Lute llegó, estaba notablemente cansada, pero eso no le impediría sacar a Emily de aquella fiesta; comenzó a subir por el ascensor y miró cada uno de los pisos que eran marcados por la ligera luz amarilla. Finalmente llegó al último piso, las puertas se abrieron y con lo primero que se encontró fue con el olor asfixiante del alcohol.