-OH, MY DARLING ... IM NOT A BOY-

CAPITULO 1

Perdida...

Perdida era la palabra que definía a Lute en este mismo instante, la exorcista aún no podía creer que le asignarán una tarea tan básica como esa.

Ser niñera de una serafín desobediente no era algo digno de alguien con su nivel, ser la mejor exorcista y guerrera en el cielo. Esto era un insulto para ella y para toda su preparación.

—Señor debe de estar bromeando, no me pueden enviar a una tarea tan estúpida como esa— dijo Lute mientras leía una hoja que detallaba los datos de su inusual misión.

—Calma, oye mira ... solo debes vigilarla y ver que no se meta en problemas, servirá como descanso para ti— explicó Adam.

Lute quizo protestar, pero Adam la miró y ella se quedó callada; suspiro con cansancio, caminó al lado de Adam mientras es le explicaba más o menos los datos adicionales que tenía el contrato que había echo con Sera a cambio de que ella cuidara a la joven Serafín.

—Y aquí estamos, conocerás a quien tienes que cuidar detrás de esta puerta— Adam empujó la puerta y la abrió por completo cuando una silla salió volando y casi le pegaba.

—¡No! ¡no quiero! ¡ya no soy una niña!— gritaba Emily.

—¡Emily baja esa silla ahora!— ordeno Sera.

Lute vio a la Serafín, la chica sostenía una silla; la serafín, si así se le podía llamar, era una completa desobediente y estaba descarriada.

—Bueno ... ¿problemas de adolescentes?— dijo Adam.

Sera lo miro con el ceño fruncido y el solo se encogió de hombros; Emily tiro la silla contra una de las ventanas y salió volando a toda prisa.

—Ahhh paso otra vez— suspiró Sera.

—Deacuerdo ... ella es Lute— apunto a la exorcista, quien miraba impactada las ventanas rotas. —Es uno o dos "años" mayor que la niña a la que cuidas— dijo Adam.

—Hola Lute, bueno viendo que ya estas aqui ... ya puedes comenzar con tu trabajo, porfavor mantenla segura— pidió Sera.

Lute salió volando, no creía que ahora tendría que rastrear a una mocosa desobediente; vio los alrededores, algunas almas hablaban sobre algo que habían visto, Lute se acercó a un grupo y tocó el hombro de uno.

—Disculpe ¿podría tomar su teléfono?— Lute pidió amablemente, el chico accedió.

En el teléfono se veían varias fotos y en una de ellas vio a la serafín volando en dirección a los bosques del oeste; agradeció y devolvió el teléfono, voló nuevamente y fue hacia aquellos bosques.

Vio a la joven serafín hablando con un grupo de chicos, Lute se acercó y escucho parte de la pequeña platica que ellos tenían.

—Y quien ganó las otras carreras, porfavor díganme que no fue Erick y su grupo de presumidos— habló Emily.

—Para desgracia, si, ese imbecil ganó las últimas carreras; como no te teníamos en el equipo tuvimos que meter a Tom— dijo la pelinegra mientras apuntaba a Tom el chico pelirrojo.

—Noooo. Perdonen porfavor, no sabía que Sera me estaba siguiendo— pidió Emily casi arrodilladonse ante sus amigos.

Los chicos la miraron y le sonrieron, Emily los miró, ellos la levantaron y la llevaron con ellos a alguna parte del bosque.

—Tranquila, por suerte aquí estás; podremos ganar esta carrera— el chico rubio la guió hacia unos pequeños coches.

—El camino es sencillo, tendrás algunas ventajas; los troncos huecos están llenos de bombas de humo que podrás usar para desorientar a los otros— explicó Tom quien tenía un ojo morado.

—Deacuerdo, ¿Dónde está mi casco?— preguntó Emily, el rubio le pasó un casco blanco.

—Si te lastimas te llevaremos con otro serafín, es un amigo nuestro y no dirá nada— afirmó la chica de pelo negro.

Lute había escuchado suficiente; no podia permitir que la joven participara en esa carrera tan loca, además ¿quién demonios era el que permitía estas cosas?, descubriría eso más tarde; ahora tenía que sacar a Emily de allí.

—No se mueva señorita— advirtió Lute mientras bajaba lentamente a donde estaban todos reunidos.

—¡Vete! ¡No se quien seas, pero es una orden!— gritó Emily.

—No puedo hacer eso, yo estoy aquí para cuidarla y ahora la llevare nuevamente con Sera-—dijo. —¡Ahora todos ustedes cancelen todo lo que están haciendo! ¡Esto va en contra de las normas!— gritó.

Un chico de cabello castaño salió al frente; Emily frunció el ceño cuando este le sonrió, si, el era el maldito Erick.

—No incumplimos ninguna norma, nosotros practicamos un deporte y Emily nos hace felices con su presencia— el chico sonrió y los otros asintieron. —Además no le hacemos daño a nadie, los otros serafines nos dejan participar ¿porque iría contra las normas, si nos dan permiso para esto?— finalizó, los otros lo aplaudieron.

Lute los miro, ¿quienes se creían ellos para hablarle así? Pero ahora tenía que llevarse a Emily. Se acercó a ella y la tomó de brazo, la arrastro mientras la serafin se quedaba; Lute comenzó a volar y se alejó de los bosques.

—Yo no nesecito a alguien que me cuide, soy perfectamente madura para cuidarme sola— masculló.

—Señorita debería entender que ellos— dijo Lute pero Emily la interrumpió.

—¡Ellos son mis amigos!— gritó Emily mientras era llevada.

—¿Qué clase de amigos son aquellos que dejan que se haga daño?— preguntó Lute.

Emily se quedó callada, un pequeño ápice de razón pareció llegarle a la cabeza; luego de eso la chica comenzó a sollozar. Lute suspiro y se detuvo en algún edificio de la ciudad.

—Ellos ... fueron los primeros que eran diferentes a todo lo que había visto aquí; no eran como los otros, siempre buscaban el riesgo y según palabras de ellos, deseaban sentir adrenalina— explicó Emily mientras intentaba secarse las lagrimas.

—Pero usted— Lute intento hablar, pero Emily la silencio con una seña.

—No sabía que era eso y quise sentirla, así que simplemente lo intenté; tuve miedo y luego solo una gran emoción, mi cuerpo pedía más y así relativamente fui intentándolo— Emily sonrió y miró hacia donde estaban los bosques.

Lute solo se acercó a ella, palmeo su hombro como forma de reconfortacion; Emily sonrió y terminó por secarse lo que restaban de las lágrimas.

—Debes aprender que no siempre es bueno experimentarlo todo de golpe, aveces solo tienes que esperar— habló Lute.

—Entonces ... tu podrías enseñarme—