CAPÍTULO 15

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Capítulo 1: El despertar

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Capítulo 1: El despertar

(...)

Los doctores salían y entraban a la habitación, Charlie se veía preocupada por el ángel que había tocado su puerta, totalmente cubierta de sangre dorada.

No tenía un ala, tampoco un brazo, según los doctores la chica tenía varios huesos rotos y posiblemente estaría dormida varios días.

—¿Ella va estar bien? —preguntó Angel, su ropa aún cubierta por la sangre de Lute.

—Si, no te preocupes ... los doctores dijeron que por suerte no morirá —respondió intentando darle calma al demonio araña.

—¿Porque apareció derrepente? ¿Qué tal si paso algo? ... Emily no me contesta las llamadas —habló muy preocupado.

Charlie no sabía que responderle, hace unas horas llegó luego de hablar con su padre; Lucifer empezó a hacer llamadas al cielo, todos estaban confundidos por esta repentina situación.

—Calma ... ¿Porque no vas a cambiarte?

Angel miró a Charlie, se limitó a asentir y se fue a su habitación. Volvió a tomar su teléfono y empezó empezó enviar mensajes, todos dirigidos a Emily; esperaba que la serafín contestara, pero nada; los mensajes no parecía llegarle.

Tiro su teléfono en su cama, fue a su armario y sacó algo mas cómodo para ponerse. Pero por su mente no podía dejar de pasar el momento en el que encontró a Lute desangrándose en la puerta.

—Vamos Em, contesta —susurró, tomó su teléfono denuevo, miraba la pantalla y como seguía sonando el timbre de espera en el teléfono.

Pero nada, Emily no contestaba. Esto ya estaba demasiado preocupante, su puerta sono; el demonio se acercó a abrirla y se encontró con Alastor quien  seguía manteniendo una sonrisa en su rostro.

—Hola estimado amigo ¿tienes noticias sobre la serafín? —preguntó. Angel negó lentamente.

Alastor vacilo por un momento en su sonrisa, pero se recupero en un instante. Se despidió y se fue, Angel cerró la puerta y continuó enviando mensajes, esperaba que por la gracia de dios todopoderoso, Emily respondiera.

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En la habitación se veía a Charlie reunida con el doctor, el demonio era pequeño y regordete, pero se podía percibir que transmitía confianza.

—Para suerte la anatomía de un ángel permite que las alas se regeneren, su ala izquierda volverá a crecer ... pero su brazo.

-OH, MY DARLING ... IM NOT A BOY-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora