CAPÍTULO 21

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La cabeza de Adam estaba a punto de explotar, le dolía demasiado

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La cabeza de Adam estaba a punto de explotar, le dolía demasiado. No podía creer lo que sus ojos habían visto y que aquello se repitiera miles de veces.

El cuerpo inerte de la serafín cayendo al suelo del cielo y el mismo en sus brazos. Solo porque Sera le había dicho que la desapareciera. Adam se acerco a la mesa en donde había dejado a quien se supone era su enemigo.

—Parece una niña, es muy pequeña —susurró, con temor tocó el rostro de la serafín y apartó algunos cabellos.

(...)

Capítulo 7: Guerra 1/2

Todos estaban listos, todos presentes frente a un enorme portal que con mucho esfuerzo, Lucifer y otros habían logrado montar. Charlie comandaba al pequeño ejército, sus amigos más cercanos llevaban ropa simple y algunas armas que Carmine le había dado.

—¡Muy bien! ¡nos dividiremos en tres pelotones! ¡el primero irá comandado por mi, el segundo por Blitz y el tercero por Alastor!

—¡Recuerden cuidarse entre todos y asegurarse de que no hayan tantas muertes en el cielo! ¡tenemos que recuperar el palacio de los serafines y llamar a dios! —gritó Blitz viendo a su ejército.

—Solo por esta ocasión soltare un poco más la cadena y tendrán libertad de sacar todo su potencial —Alastor sonrió y sus mascotas temblaron un poco.

Lucifer estaba con los otros pecados, tenían una reunión secreta para ser más exactos con sus acciones.

—Lucifer, aquí todos sabemos que algo malo está pasando en el cielo. Algo grave —Mammon habló.

—Aquí la mayoría somos ángeles y al igual que tu, sabes que no podemos ir más haya o siquiera acercarnos a las puertas del cielo —Asmodeo miró al rey del inframundo.

—No has pensado en hablar con ya sabes, Dios, eres su ángel más amado y sabes que a él no le importa que ahora seas el rey del infierno —Leviatán habló desde una esquina.

—No puedo simplemente hablar con el y lo sabes, puede que no nos odie pero es complicado —Lucifer miró al pecado de la envidia.

—Puede que no, pero no perdemos nada hablándole; recuerda ... aunque no nos agrade demasiado, nosotros seguimos siendo sus hijos —Belcebú intento animar.

—¡Entremos y matemos a todos! ¡no es tan complicado! —gritó Amón el pecado de la Ira.

—Te falta cerebro y pensar que antes representabas la Paciencia —su soñolienta voz se escuchó, Belfegor el pecado de la pereza.

-OH, MY DARLING ... IM NOT A BOY-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora