Emily es una serafín algo infantil y descuidada; Sera, preocupada por la seguridad de la joven decide asignarle un guardián y que mejor que uno de los mejores guerreros del ejército del Cielo.
Lute se verá involucrada en la tarea de cuidar a una ser...
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Los ojos rojos miraban con furia a aquella que antes solía ser un serafín. Entre los cielos la guerra ya se había desatado y aunque sea poco creíble el infierno salía en defensa de las almas que eran atormentadas por la locura del cielo.
—¡Rindete, Sera! —grito la princesa del infierno. Sus dragones surcaban el cielo de forma amenazante en un intento de intimidar a los angeles corruptos.
Más sin embargo, la corrupta, se mostró desinteresada; los pecadores luchaban arduamente contra las exorcistas intentaban no causarles daño, por órdenes de la princesa.
—¡Charlie, lamento informarte de que esto de no dañarlos no está resultando! —grito Angel, quien desesperado lograba safarse del agarre de una exorcista corrupta.
—¡Debemos detenerlos, de alguna manera! —grito Husk, noqueando a un alma corrupta.
—¡Está bien! ¡Pueden matarlos! —dio la orden.
Los pecadores comenzaron a atacar, uno a uno los corruptos caían, pero la desgracia tocó su puerta con demasiada rapidez. Sera, al ver que perdía comenzó a leer pequeños pasajes del libro, sus subditos comenzaron a levantarse y de entre las sombras nació un monstruo echo completamente de obscuridad.
—¡Oye Al! ¿¡Porque no te encargas de éste amigo!? —grito nuevamente Angel. Sus municiones se habían acabado y necesitaba una mano.
Alastor invocó sus tentáculos y tomo de los cuernos a la bestia. Los otros comenzaron a atacar, si querían ganar primero había que deshacerse de aquella bestia.
Las cosas estaban complicando se, entre más intentaban detenerlos más salían. En esta guerra estaban perdiendo, no podían defender del todo el palacio de los serafines y a las almas rescatadas que estaban dentro.
—¡Necesitamos toda la ayuda posible! —grito uno de los lacayos de Alastor.
—¡Llamen a los refuerzos! Y ¡Desaten a Lute! —grito Charlie.
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Mientras tanto dentro del palacio las almas rescatadas se ocultaban del peligro que había afuera. Blitz y su equipo vigilaban las ventanas en caso de que las cosas se pusieran feas o más de lo que ya estaban.
