Capítulo 10

2.2K 161 19
                                    

Capítulo 10 | "Pizzería"

Alissa Harper

Odiaba estas reuniones, lo hacía, con todas mis fuerzas. No hacía más que fingir que prestaba atención, cuando realmente era lo último que estaba haciendo.

Lo que en realidad hacía, era dirigir mi vista hacia el móvil a unos centímetros de mí, que vibrara luego de que Becka y los demás decidieran incluirme a un grupo de WhatsApp, donde insistían en que irían a comer pizza al salir de clases y que esperaban pudiera unirme a ellos.

Deseaba que, para ese entonces, papá me hubiera dejado ir finalmente.

El gerente de contabilidad continuaba hablando sin parar sobre una especie de decrecimiento en los ingresos anuales mientras el gerente de mercadeo comenzaba a delegar tareas y funciones más precisas.

Mi padre los escuchaba a todos con atención mientras yo fingía tomar notas, sólo prestando la suficiente atención por si alguien decidía preguntarme algo, no quedar como una idiota, que no llevara a que mi padre me golpeara de nuevo.

Pero tampoco estaba prestando mi total atención.

Mis ojos también se desviaban hacia el fondo, donde se encontraba olvidada la pequeña mochila que había escondido esta mañana, donde se encontraba mi cámara. No tomaba fotografías hace un tiempo, y ya se estaba volviendo una necesidad.

— Alissa — habló papá — ¿Por qué no podemos aceptar lo que está proponiendo control interno?

— Afectarán al balance final en los pagos salariales — hablé, aun con la mirada fija en mi cuaderno — Requeriría contratar más personal.

Esperé a que mi padre hablara de nuevo, cuando nadie más lo hizo, alcé la mirada, encontrando la mirada egocéntrica y complacida de papá.

No me gustaba hacerlo enorgullecer.

— Exacto, Alissa — sonrió, felicitándome — ¿podrías decirme por qué mi hija logró descifrar algo que tu no? — se volteó hacia su gerente, quien parecía querer encogerse en su asiento.

— Disculpe, señor Harper, yo solo...

— Consigue algo que valga la pena, o tu puesto será el siguiente que busque una vacante.

El tipo asintió, todos salieron despavoridos de la junta, dejándome a solas con papá que, pasados unos minutos, se acercó a mí. Intentaba que no se notara la manera en cómo mi cuerpo parecía entrar en tensión nada más él acercarse, pero no podía evitarlo. Mi cuerpo siempre entraba en estado de alerta cuando de su cercanía se trataba.

— Siempre lo he sabido, Alissa — dejó una caricia sobre mi cabeza — Esto es lo tuyo. Estás hecha para el negocio.

No me atreví a refutarle, aun cuando quería hacerlo. Yo no estaba hecha para su negocio, porque lo odiaba. No querría hacer esto toda mi vida.

— Gracias, papá — me obligue a decir.

Tomó asiento a mi lado, sus ojos perdiéndose ligeramente en el pequeño moretón que me adornaba la mejilla, apenas perceptible por las capas de maquillaje que había colocado para cubrirlo.

— Tengo otras reuniones en la tarde — habló — Le diré a alguno de los choferes que te deje en casa.

Asentí, intentando esconder la emoción que me embargaba al saber que finalmente podía largarme de aquí, tal parecía que, el plan de comer pizza con mis nuevos amigos sería posible.

Además de ver a Asher, dado que me mataba la curiosidad el saber cómo sería nuestra interacción a partir de ahora, en retrospectiva de que ahora sabíamos que nuestro odio profesado radicaba en un ochenta por ciento de tensión sexual.

La última curvaWhere stories live. Discover now