La última curva

Capítulo 25

Capítulo 25 | "Camión de mudanza"

Asher Warthon

Mis ojos observan fijamente a la pelinegra a mi lado, en mi camioneta. Estamos frente a su antigua casa, una patrulla de policía está próxima a llegar para poder sacar sus cosas, al igual que pronto llegará su hermano, junto con un camión de mudanzas.

— Todo saldrá bien, lo sabes, ¿no? — susurro, apretando mi mano sobre su muslo en un gesto que intento sea tranquilizador.

— Eso espero.

La veo abrir la guantera de mi coche mientras toma un peine de ahí, atando su cabello en una coleta, lo que me hace sonreír. Ha comenzado a adueñarse de mi auto.

En mi guantera, podré encontrar ligas para el cabello y algún cepillo, en su lado del coche ahora encuentro espejos o incluso algún producto para maquillaje que ni siquiera me molesto en decirle que se los lleve. Es su lado del coche, nadie más que ella sube aquí.

Para demostrar aún más mi punto, busca entre los compartimientos laterales de la parte interior de la puerta, donde toma lo que creo es un bálsamo para labios, haciéndome reír.

— Estás adueñándote de mi coche — susurro, consiguiendo que sonría.

— ¿Eso te molesta? — susurra de vuelta, terminando de esparcir el bálsamo antes de dejarlo de nuevo en su lugar.

Niego ligeramente.

— ¿Vas a ponerle la inicial de tu nombre a mi coche? — río — ¿Cómo todos esos videos que hemos visto?

Se ríe, un sonido bonito que adoro provocar en ella, haciendo que su mirada verde brille para mí.

— ¿Me dejarías hacerlo? — cuestiona de vuelta.

— Si quiere hacerlo, puedes.

Sonríe, creo que incluso la idea se planta con fuerza en su cabeza, al menos hasta que escuchamos un carro aproximándose, es la patrulla policial.

Enciendo el auto, lo necesario para finalmente acercarnos a su casa mientras dos autos más se acercan, en uno viene Luke, su hermano, con sus amigos, y el otro es el camión de mudanzas con dos sujetos.

— ¿Señorita Harper? — la llama uno de los oficiales — Debo leerle de nuevo la denuncia antes de proceder.

Alissa asiente, uno de los oficiales lee la denuncia que ella ha colocado, además de la orden de restricción que ahora tiene su padre mientras el otro oficial finalmente se acerca a su antigua casa, llamando a la puerta.

— Buenos días, señor Harper, tenemos una orden para sacar todas las pertenencias de su hija.

Le muestra el papel impreso con la orden dicha, veo como el rostro del padre de Alissa enfurece.

— ¿Una maldita orden? — gruñe — ¡Nada de aquí es tuyo, todo lo has comprado con mi maldito dinero!

— Cuida la manera en cómo le hablas.

El padre de Alissa abre los ojos desmesurados cuando observa a su hijo, de pie junto a su hermana. Es como si hubiera visto un fantasma.

— ¿Luke? —susurra — No, no deberías...

— Eres una maldita mierda — gruñe colérico, acercándose a su padre, riendo cínicamente cuando observa que ahora le saca una cabeza de altura — ¿Ya no eres tan valiente? ¿O es que sólo te gusta golpear a quien no puede defenderse?

Su padre aprieta la mandíbula con fuerza, Alissa los rodea mientras ingresa a su casa seguida de los policías, su padre continúa peleando con Luke mientras yo camino tras de ella, siguiéndola escaleras arriba hasta que llego a su habitación.