La última curva

Capítulo 28

Capítulo 28 | "RedBull"

Asher Warthon

Observo fijamente a la chica frente a mí.

Se balancea sobre sus pies de manera dubitativa, utilizando nada más que una de mis camisetas, la cual oculta su cuerpo desnudo luego de la increíble noche que hemos tenido juntos.

Sin embargo, en este momento parece completamente nerviosa.

Han pasado dos días desde que le he pedido que sea mi novia, es sábado, así que he planeado una tarde de campo con ella, y con mi sobrino Jake, puesto que lleva días insistiendo en que nos veamos.

— ¿Nena? — cuestiono — ¿Qué pasa?

— Debes prometer que no te enfadarás conmigo — se queja.

— No lo haré — dudo — ¿Pasa algo?

Me observa fijamente, mordiendo su labio con nerviosismo.

— Tengo un amigo — comienza — Un amigo el cual es familiar de alguien importante en el mundo de MotoGP...

Siento como mi corazón comienza a bombear con fuerza con sus palabras a medida que la expectativa crece.

— Y accedió a conseguirte una audición en el equipo de RedBull.

Chilla mientras me aproximo hasta ella, elevándola en el aire, haciendo que deba enrollar rus piernas en mi cintura al igual que aferrarse a mis hombros cuando doy un par de vueltas.

— ¡Asher!

La euforia me invade como un río bravío, la apretujo tanto a mi pecho que incluso siento como jadea por la falta de aire, riendo al mismo tiempo que lleno todo su rostro de besos.

— Eres la mejor — gruño, lanzándonos a ambos a la cama — Podría... joder, hay tantas cosas que quiero hacerte en este momento.

— La audición tiene una condición — susurra.

— Lo que sea, acepto.

Pese a que noto el nerviosismo en sus ojos, también detecto la pequeña diversión que la invade.

— Te he conseguido una cita.

Las palabras retumban en mis oídos levemente. ¿Me ha conseguido una cita?

— ¿Una cita? — me quejo — ¿Qué clase de novia eres?

— Te he conseguido una cita con Drew.

— ¡¿Con un chico?!

Salgo sobre ella con rapidez, veo como se muerde el labio para no sonreír mientras se queda sentada sobre la cama, cruza sus piernas bajo su cuerpo, lo que me deja observar su ropa interior.

— No tiene nada de malo que sea un chico — se queja.

— Por si se te ha olvidado, soy heterosexual, como muuuuy heterosexual, me gustan las tetas y el coño, específicamente, los tuyos.

Sus mejillas adquieren un fuerte sonrojo.

— Qué romántico.

Sonrío burlón, antes de volver a concentrarme en la discusión.

— Alissa, es un chico.

— ¡Sólo será una cita!

— Tengo novia — gruño — Que eres tú. Si voy sería como... como faltarle el respeto a lo nuestro.

Hace una mueca, como un puchero, mientras se sonroja, tirando de mi hacia la cama hasta que se coloca sobre mí.

— No es ni siquiera una cita real — insiste — Es sólo... como una pequeña venganza de Drew, por lo grosero que fuiste con él.