VI

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Al día siguiente todo estaba demasiado tranquilo, tanto que era hasta raro, cuando Gustabo despertó se sorprendió al ver que alguien le tapo con una suave manta azul, se levantó y se estiró mientras bostezaba antes de percatarse de aquel post-it, lo agarró y cuando lo leyó rió levemente sabía que había sido aquel subcomisario quien colocó aquella nota, la doblo y la guardo en su mochila para luego doblar la manta y dejarla encima del sofá, se peinó un poco y fue a los vestuarios para cambiarse con uno de sus atuendos de inspector, eligió uno verde junto a unos zapatos que le combinaban y fue a la recepción para comprarse un café, sacó el dinero de su cartera para comprarlo pero una mano le extendió un café.

-tome García-comentó el subcomisario mientras esperaba a que agarrara el café el cuál era de una buena cafetería.

-gracias jefe-le sonrió a su superior y aceptó el café del contrario, cuando empezó a beberlo se dio cuenta que estaba muy bueno y bebió más.

-no me llames jefe hombre llamame Noah, aún no entramos de servicio-contesto amigable el pelicastaño mientras sonreía amable, sin duda el subcomisario era una gran persona y Castro tenía suerte-haber si algún día vamos a patrullar juntos y si quieres te puedes quedar en mi casa que siempre de veo durmiendo en cualquier lado de comisaria o en mi despacho-ofreció Noah, no era la primera vez que le ofrecian quedarse en casas ajenas, hasta Freddy le había dicho de quedarse en su casa a dormir y que hasta le daba las llaves para que fuera cuando quiera pero siempre había rechazado la oferta de todos, hasta de Isidoro, este último hasta le había preparado una habitación en su mansión para que fuera pero nunca fue.

-no hace falta en serio no quiero que Castro se enfade-se rió levemente ya que conocía bastante a esa mujer y sabía que su carácter era difícil de sobrellevar muchas veces.

-como se va a enfadar Gus no digas tonterías-se rió dandole una palmadita en el hombro al ojiazul quien sonrió al sentir ese contacto.

El rubio nunca entendería la razón la cuál la gente le proponia quedarse en sus casa ya que ellos sabían que tenía casa pero igualmente se lo decían y se lo preguntaban con interes y preocupación cosa que al ojiazul le parecía extraño.

-Subcomisario tenemos reunion de altos mando, te esperamos arriba neno-apareció Freddy andando tranquilo como siempre ignorando a todos los que le hablaban y prestando atención a quien le interesaba-Gustabiño ¿como estas tu hoy? ¿Donde dormiste neno? Porque sabes que tienes mi casa abierta para tí-el gallego le volvió a ofrecer su casa para pasar la noche mientras sacaba sus llaves y se las mostraba al de menor rango.

-no hace falta Freddy enserio, no hace falta que te preocupes por mi-Gustabo bebió un sorbo de café y le sonrió al comisario denegando su oferta por cuarta vez ya que siempre que sospechaba que dormía en comisaria al día siguiente le volvía a hacer la misma propuesta.

-como quieras neno, pero espero que no duermas en el suelo y mi casa siempre estará abierta para tí. Bueno vamos Holliday, Conway nos espera-algo en Freddy no le encajaba y era su extraña preocupación y amabilidad hacia él ya que el comisario por naturaleza era desconfiado y no le cuadraba que se portara así con él.

Cuando el comisario y subcomisario se fueron Gustabo se sentó en una silla y se terminó su café con tranquilidad mientras esperaba a que Isidoro apareciera cosa que no paso, agarro el telefono y llamó a su compañero durante un buen rato hasta que vio el mensaje que le había mandado que decía un "necesito un favor URGENTE", suspiro y cuando vio una llamada entrante del mujeriego la acepto y espero a que hablara.

~Gustabito necesito un favor, ven a mecánicos porfa quieren hablar con un alto cargo y ni Freddy ni Conway responden, porfa ven tete.

~voy, en cinco estoy diles que los altos cargos estan en una reunión y no se pueden presentar.

Fue lo único que dijo Gustabo antes de colgar la llamada para luego ponerse de servició e ir con un patrulla hacia los Santos customs donde se podía ver a varios mecánicos detrás del jefe de aquel establecimiento quien hablaba sin estresarse con Isidoro.

-ay menos mal que apareciste Gustabito-comentó el del corazón en el pelo feliz de que apareciera su amigo ya que estaba hasta los cojones de escuchar a aquel mecánico.

El rubio observo a todos los mecánicos presentes, hizo contacto visual con Emilio quien al verlo solo aparto la mirada y se fue cosa que le dolió al ojiazul, luego miró a los ojos a Armando quien se cruzó de brazos cambiando a una seria expresión en cuando lo vió.

-siento que no haya podido venir alguien con más cargo, están en reunion ahora mismo-comento el rubio tranquilo ya que no quería pelear.

La tensión en el ambiente era muy pesada, por un lado estaban Gustabo e Isidoro quienes miraban a los mecánicos esperando a que hablaran serios, más el rubio quien parecía tener una guerra de miradas con el del gorro de pescador quien a su vez también miraba al inspector de la misma forma, los mecánicos visualizaban esa escena se fueron yendo a trabajar poco a poco quedando solo Armando y Emilio en la entrada mientras que los demás trabajadores arreglaban vehículos, los tuneaban o pintaban dentro de ese enorme taller.

𝚅𝚎𝚗𝚞𝚜... (Nadantabo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora