La Primogénita de Grindelwald.

Clases raras | Chapter XII

Anastasia:

Primer día de clases. Puse mi alarma a eso de las 06:30am para darme una ducha y prepararme con anticipación. Cuando salí del baño me encontré a Pansy dejándome el uniforme que debía de usar.

-Ah ni un tocar la puerta o mínimo avisarme que entrabas, menos mal que tengo la costumbre de ponerme la toalla en el cuerpo porque sino me estarías viendo en bolas-. Le dije a Pansy riéndome.

Pansy lanzó una carcajada que me contagió -Perdón Ana, juro avisarte la próxima vez, Snape me mandó no solo a traerte tu uniforme sino a traerte también los horarios de éste año-. Dijo entregándome un papel con todos los horarios.

-Ah bien, la primera clase empieza en una hora, la re puta madre que me parió-. Dije dejando el papel en mi escritorio y yendo al baño a cambiarme y terminar de prepararme en sí.

Terminé de arreglarme y fui directo a verme en el espejo que tenía en la habitación y a decir verdad, el uniforme me quedaba espectacular, la pollera no era tan corta pero tampoco era de las polleras que usan las monjas, la camisa no quedaba apretada me quedaba un poco suelta y me gustaba, no soy fanáticas de las corbatas así que después le tendré que pedir a alguien que me ayude.

Tomé mi bolso con todos los libros para las clases que compramos con la abue, la extraño mucho ya, y bajé a la sala común con la corbata y la capa en la mano.

Terminaba de bajar las escaleras y en el sofá de la sala común estaban Pansy y los chicos. -Buenos días muchachos, ¿cómo durmieron?- Pregunté bajando del último escalón.

-Muy mal- Contesta Blaise -¿Ah sí? ¿Se puede saber por qué?- Pregunté sentándome a su lado -Porque no dormiste conmigo- Dijo apoyando su cabeza en mi hombro a lo que yo solté una carcajada -Sos un tarado Blaise-. Dije y el también comenzó a reírse.

Theodore, Regulus, Draco, Mattheo, Blaise, Lorenzo y Pansy se dirigieron a la entrada de sala común para ir al Gran Comedor a desayunar. Yo había vuelto a buscar un libro que se me había olvidado en mí habitación dejando mi bolso, mi capa y la corbata en el sofá.

Cuando volví a la sala común estaba Tom centrado en su libro desde que había llegado a la sala común, me estaba por ir hasta él me habló -Si Snape ve que no tienes puesta tu corbata  nos bajará puntos por tu culpa-. Dijo haciendo que me de vuelta y el cerró su libro y se paró para acercarse a mí.

-Dámela-. Dijo extendiendo su mano para que le de mi corbata, a lo que yo dude pero sin pensarlo mucho se la dí.

El ambiente se había vuelto algo tenso, demasiado diría yo, la diferencia de altura que había entre Tom y yo era bastante, yo mido 1,66 y Tom creo de debe medir algo de 1,87 o más de 1,90.

Mi mirada estaba centrada a como Tom con sus manos pasaba la tela para dar forma de corbata pero en un momento elevo mi cabeza para ver a Tom.

Su piel es perfecta, tiene unos ojos verdes realmente hermosos, sus labios son perfectos, aparté la mirada cuando Tom me miró por unos minutos e hicimos contacto visual, no es que sea vergonzosa pero su mirada era muy intensa.

-Listo. Vamos al Gran Comedor a desayunar que se nos va a hacer tarde-. Dijo Tom esperando a que me dirija hacia la puerta con el.

Nos dirigimos ambos sin emitir ninguna palabra hacia el Gran Comedor. Llegamos y fuimos hacia la mesa de Slytherin.

-Decime que me dejaron comida porque me cago de hambre-. Dije sentándome al lado de Pansy y enfrente de Theodore.

-¿Anastasia, qué es esa forma tan... expresiva que tienes para hablar?- Dijo Draco pregúntame del otro lado de la mesa.