Dangerous attraction

FINAL

Estaba tirada en el suelo helado como si fuera un maldito perro, después de todas las malditas porquerías que hicieron con migo, lo único que hacía era ver como ese hombre se burlaba de mi y seguía grabando como si se tratara de una maldita película de terror, pude ver que Jhon corrió y en su cara caían algunas lágrimas al parecer ese pendejo si tiene sentimientos, pero yo aquí esperando cuál sería el próximo jueguito de ese maldito, solo podía sentirme completamente asqueada llena de el líquido de dos malditos hombres con mi pierna totalmente rota y una mano destrozada mi cabeza me dolía a un punto en el que no podía decir que tanto de uno a diez, mi labio ardía aun sentía como el líquido bajaba por mi rostro, mi padre seguía llorando y suplicando por mi vida, mientras ese viejo seguía burlándose en mi maldita cara, y por más que deseaba hablar no lograba pronunciar ni una sola palabra.

—Noah vamos a seguir jugando ya se que Tom está en camino y créeme que no quiero que encuentre nada más que una maldita basura como lo eres tú.

Me limite a mirarlo sin dar un solo movimiento nisiquiera un gesto en mi rostro.

— ves esto Noah, con cada uno de estos juguetes vamos a darte un poco de diversión después de todo sigues siendo una pequeña puta.

Gire mis ojos en dirección a lo que señalaba ese maldito y tenía un arma bastante larga, un bate de béisbol y un tubo de hierro bastante grueso, simplemente ya me imaginaba lo que pasaría y claro está que mis lágrimas salían, sólo quería morir de una maldita vez no soportaba más esto, ese viejo esta loco como mierdas podré aguantar esto.

— Gregorio basta, ya no puedo ver mas esto te suplico que no lastimes mas a Noah yo are lo que sea, por favor lo que sea, si dejas a mi hija vivir.

— que puedes darme tu Diego?, no seas imbecil tú no me traerás la cabeza de Kaulitz en una maldita caja y mucho menos vas hacer que recupere toda la maldita gloria que perdí por culpa de ese mocoso, tu hija pagará caro ese maldito error.

— lo que me pidas Gregorio mira cómo está
Ya Noah ella ya no va a soportar más no me la quites, si quieres me largo lejos de aquí a donde nos envíes y te ayudo como sea a recuperar tu caso y a qué no te encierren tantos años pero no mates a Noah solo eso te suplico.

— sabes que tus suplicas me valen una mierda Diego ya me tienes arto con tanto rodeo, ya cállate de una buena vez tú diste a tu hija en este mundo y la diste gratis entonces ya de que mierdas te quejas, aquí ya no te vengas con esas cursilerías de papá arrepentido Noah va a morir de todos modos y si sigues interrumpiendo mi maldita diversión el primero en recibir un tiro en el craneo serás tú.

— no me importa si la vas a matar entonces no tendré que contenerme más.

Vi que mi padre se puso en pie y se había soltado de las cadenas que ataban sus manos, soltó un pequeño alambre, al parecer todo este tiempo había estado forzando de algún modo la cerradura de esas cosas, mi padre aún se veía débil pues no recibía buen alimento ni tampoco mucha agua, en cambio ese viejo era un gordo asqueroso.

— no dejare que la mates sin antes luchar por su vida * tomo a Gregorio y se subió encima de él, dando puños y golpes con todo lo que encontraba hasta tomar el bate de béisbol, logró darle un fuerte golpe en las piernas para tratar de inmovilizar aquel maldito monstruo *.

Observé a Gregorio llamar a sus hombres y mi desesperación creció, que será de papá, no puede ser como pudo hacer esto, por una parte me alegraba de la golpiza que le dio a ese viejo y por otra sabía que era un caso totalmente perdido pues sus hombres no dejaría a mi padre nisiquiera dar tres pasos y lo matarían al instante, como pude intente arrastrarme con lo que tenía de fuerzas para tomar el arma que había salido volando del cinturón del viejo.  Cuando levante mi mano escuché varios tiros, todo se torno en cámara lenta mire adelante y vi a mi padre sonreírme y caer lentamente al suelo en un charco de sangre.