LUNA DE INVIERNO

【XII】

Eran aproximadamente las tres de la mañana, habían arribado a esa hora porque su vuelo se tuvo que retrazar por el mal tiempo. Yoongi durmió casi todo el trayecto, era la primera vez que viaja por vía aérea, al principio sintió mucho temor, ya que en un momento hubo mucha turbulencia, en aquel instante se arrepentía que haber visto la sociedad de la nieve. ¿Quién ve algo así justo antes de volar? Solo Yoongi, podía hacer tal cosa. Pero gracias a dios, tenía a Jimin a su lado, quien no le soltó la mano en ningún momento, ni siquiera cuando ya estaba dormido, ¿cómo lo supo? Pues cuando se despertó para bajar del bajar del avión notó que sus manos aún seguían unidas.

Así bajaron, juntos, tomados de la mano, se sintió tan bien ver como las personas que los recibían, quedaban asombrados, no por la llegaba de Jimin, sino por su pequeño acompañante a quien no le soltaba la mano por ningún motivo.

Cuando llegaron a lugar donde se hospedarian, Yoongi se fue a sentarse a la espera de Jimin, quien hablaba con la recepcionista de cosas que no entendía por el idioma.

— Yoongi, nuestro cuarto está listo, solo que hay un problema.

— ¿cuál es, hyung? — preguntó mientras lo seguía

— hubo una confusión y solo hicieron la reservación de un solo cuarto.

Yoongi analizó la situación y lo dicho por su hyung, la reservación de un solo cuarto, eso quería decir que...

— adelante

Cuando Jimin le cedió el paso, Yoongi se sorprendió de lo grande que era, la habitación era muy espaciosa, tenia un tocador, buros cada lado de la cama, una mesita en medio del cuarto con dos sillas, dos sofás que convinaban con el color de la habitación, un baño propio y una cama, espera... ¿solo había una cama?

— oh hyung

— tranquilo, yo puedo dormir en el sofá, se ve cómodo — se sentó en ella

— no puedo permitir eso señor, yo puedo dormir ahí o también si colocamos sábanas por aquí...— señaló una parte del piso

— Yoongi, está bien... yo te invité aquí y quiero que tu estadía sea la mejor.

— gracias señor — se ruborizó

— mejor cámbiate para que duermas, porque apenas amanezca te llevaré a todos los lugares que hay aquí.

— si hyung — fue al baño y unos minutos después salió con su pijama puesto. Jimin había aprovechado también en cambiarse ahí mismo.

— buenas noches Yoongi.

— buenas noches Jimin hyung

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A la mañana siguiente muy temprano la pareja se estaba alistando para salir, Yoongi estaba muy emocionado que no pudo dormir bien, ¿a dónde se lo llevaría su hyung?¿qué irían a conocer? Y la principal pregunta ¿dónde estaban?

— estamos en Santa Lucía — le dijo como si fuera capaz de leerle sus pensamientos — ahora vamos, tenemos que aprovechar cada hora.

Yoongi asintió feliz y salió junto a su hyung. Ambos estaban vestidos con una camisa floreada en tonos veraniegos con una bermudas color beige, prácticamente iban convinados como pareja. Esa idea hizo que las mejilla de Yoongi se tiñeran de un color rojizo, ¿Jimin y él como pareja? Eso sería imposible, su hyung no lo ve más como un niño. Jimin era alguien alto, imponente, serio, con una carrera y una empresa a su cargo, era todo un hombre encambio él, no era más que un niño a su lado.

Dejando sus ideas a un lado, se concentro en la hermosa ciudad por la cual paseaban, todo se veía tan lindo, tan llamativo, había personas que bailaban y cantaban a los turistas.

No pudo evitar unirse, así que allí se encontraba bailando en medio de unos señores que tocanban el tambor y varios instrumentos más.

Jimin admiraba con Yoongi daba vueltas y se divertía, se veía tan lindo y feliz, no podía negar lo hermoso que se veía.

Yoongi era un joven de una belleza excepcional, todo de él se veía perfecto, cualquier hombre podría caer rendido a sus pies, cualquier hombre como él por ejemplo, no iba a negar que se sentía atraído por su menor y eso hacía que se replanteara si lo que estaba sintiendo era correcto, él era ya un joven adulto de veinticuatro años en cambio Yoongi a penas y tenía dieciocho, recién estaba ingresando a la etapa adulta, por así decirlo. Además quizás Yoongi no lo vea con esos ojos, quizás para él solo sea la persona que lo ayudó aquella noche fría de invierno.

— hyung mire lo que se hacer — un muy agitado Yoongi llegó para enseñarle un nuevo paso que aprendió de los bailarines tradicionales del lugar.

— aprendes muy rápido — sonrió

El día avanzaba y Jimin como última actividad, lo llevó con los ojos vendados a que presenciara lo que tanto anhelaba.

Yoongi estaba confundido, ¿por qué su hyung le había vendado los ojos?¿a donde se lo llevaba? Jimin solo le había dicho que tenia una sorpresa, así que ahí estaba, parado en quien sabe que lugar.

Yoongi sintió que el suelo cambiaba de textura, ya no era firme y dura, sino era más blanda, como... como si fuera arena.

— solo unos minutos más — le susurró al oído

Yoongi se sintió impaciente, pero cuando ya no pudo más y estaba apunto de quitarse la venda, Jimin se adelanto diciéndole que era el momento perfecto.

Poco a poco la venda iba cayendo, Yoongi parpadeó un par de veces acostumbrándose a la luz. Cuando pudo ver mejor, no pudo evitar congelarse por el asombro, estaba frente al gran e inmenso mar, de veía tan hermosa y más con el atardecer en tonos naranjas que tenía de fondo.

Jimin se acercó un poco y pudo ver el asombro en los ojos cristalizados de Yoongi. Se puso detrás de él y con un poco de temor, rodeó su cintura con sus brazos, atrayendolo en un abrazo.

Yoongi sintió el cálido abrazo, no pudo evitar sonreír. ¿Acaso era un sueño?¿Realmente estaba ahí parado contemplando como el sol se escondía en el ocaso? ¿Acaso ver y escuchar el sonido de las olas del mar y la brisa marina eran reales? ¿acaso ese abrazo que lo hacía sentir tan protegido también era real? Si es un sueño, Yoongi no quería despertar nunca.

— ¡ahhhhhh, señor! — gritaba emocionado por la escena que reflejaba la fuente flotante

— te emocionas muy rápido, Kai

— es que, es que.... mirelos — señaló el agua pausada — se ven tan lindos juntos.

— lose — sonrió también contemplando la escena