LUNA DE INVIERNO

【XIII】

Eran ya las ocho de la noche, Jimin estaba sentado apoyando su espalda en una palmera mientras que Yoongi estaba entre las piernas del mayor apoyando su espalda en el pecho contrario.

Yoongi no podía dejar de mirar el mar, como las tranquilas aguas iban y venían, era un paz que jamás había experimentado hasta ahora. El atardecer lo había dejado maravillado, pero ahora el mar bajo la luz de la luna era espectacular. No había nada más lindo que eso.

— creo que es hora de ir a dormir — dijo después de escucharlo bostezar

— no tengo sueño — respondió con su voz notablemente cansado

Llevo sus manos hasta el rostro de Yoongi e hizo que girara un poco para verlo — te ves muy cansado, es mejor ir a descansar

— pero-

— el mar no se irá a ningún lado — siguió —  te prometo que mañana estaremos todo el día aquí

— esta bien, hyung — volvió a bostezar — ¿me cargas?

— claro — besó su mejilla.

Se levantó y ayudó a ponerse de pie, posteriormente cargó al menor. Yoongi se aferró a su hyung como si fuera un koala.

Jimin caminó de manera lenta hasta la habitación, tratando que arrullarlo en el camimo. Al llegar lo dejó en la cama, no iba a intentar cambiarlo ya que no quería incomodarlo. Solo le quitó la parte superior, puesto que estaba muy sucio.

Cuando iba ponerle su camiseta de pijama notó una marca en la parte de su espalda, al principio pensó que sería una marca de nacimiento, pero viéndolo mejor, no parecía uno. Eso parecía para el efecto de un golpe, pero, ¿un golpe que te deja tal marca? Ahora Jimin tenía mucha más curiosidad de la vida de Yoongi antes de haberlo encontrado. Porque ahora ya no creía que haber encontrado al pelonegro aquella noche haya sido de casualidad. Yoongi trataba de escapar de algo o de alguien, de eso estaba seguro.

— no, por favor no, no me toques — murmuró — por favor, basta...

— shuuu, Yoongi — trataba de tranquilizarlo — ya, ya... no pasa nada

— dile que no me toquen, no ne gusta que lo hagan — sollozaba

— nadie va a tocarte, te lo prometo

Yoongi se aferró al cuerpo de contrario, tenía miedo, mucho miedo, esos señores lo tocaban y eso no le gustaba. ¿Por qué sus tíos no hacían nada para tenerlos?

Jimin acariciaba su espalda y le decía cosas bonitas, aún no entendía que eran esos sueños, ¿a quien le decía no lo toquen? ¿Qué eran esos sueños que lo atormentaban? Quizás esa es la parte de su vida que tiene muy escondido. Tal vez algún día la suficiente confianza para decirle todo lo que pasó a su corta vida de dieciocho años.

Cuando sintió la respiración de Yoongi ya más tranquila y pausada, supo que estaba profundamente dormido. Quizo levantarse para darle más comodidad, pero no podía evitar sentirse bien junto a él.

~•~♡~♥︎~♡~•~

Ya pasados las doce del medio día y con el estómago lleno, Yoongi corrió de nuevo hasta el mar, le.gustaba jugar con el agua, acercarse a ella cuando se alejaba y correr cuando volvía.

— espera un poco Yoon, es mejor que descanses, acabas de terminar de comer

— pero no me voy a meter al agua Jimin hyung, solo jugaré en la orilla

— igual te puede doler la pancita, es mejor reposar unos treinta minutos

— esta bien — pucherió, se sentó en la arena a la espera de que pase el tiempo y pueda jugar con el agua del mar.