【IV】

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Yoongi realmente ya no aguantaba más, se sentía asqueado, usado como si fuera cualquier cosa. Él solo era un joven que quería salir adelante, estudiar y trabajar. ¿Por qué tenía esa vida?

La única persona en quien confiaba se había ido lejos y desde hace años no sabia nada de él.

Justo ese día era domingo, el día que más odiaba desde hace aproximadamente un mes, no quería salir de su habitación, estaba sentado en su cama, abrazando sus rodillas. Miró su reloj que daba casi las nueve de la noche, dentro de unos minutos sus tíos entrarían y de lo llevarían.

— Yoongi, ya es hora, vístete — le tiró ropa nueva.

Yoongi vio la ropa recién comprada, sus tíos nunca le habían comprado ropa, normalmente la que usaba era donada, pero desde aquel día, siempre todos los domingos tenia ropa nueva.

— tío, por favor, ya no quiero — se levantó de la cama

— no es decisión tuya, además el cliente ya pagó

— tía — miró a la mujer tratando de que al menos sienta algo de compasión por él — no es necesario hacer esto, el gobierno les da dinero cada mes

— eso será hasta que cumplas veintiuno, solo quedan tres años más, y después que Yoongi.

— yo también trabajo — respondió angustiado — conseguiré más, les daré cada centavo que gane, pero por favor ya no me lleven con esos señores, no me gusta cuando me tocan — lagrimeó

— Yoongi, Yoongi, Yoongi, mi querido sobrino — su tío le dios unas ligeras palmadas en su mejilla — cuando entenderás que tu no estas para reclamar sino, solo para obedecer

— tío, se lo suplico — se arrodilló frente a ellos — hago todo lo que ustedes quieran, pero ya no me lleven allá.

Su tío con una sonrisa fue hasta la cama y agarró la ropa — cámbiate — le tiró las prendas — tienes solo veinte minutos — ambos adultos caminaron hasta la puerta pero...

— no — oyeron decir a sus espaldas y volvieron a ver encontrándose con Yoongi de pie pisando las prendas

— ¿qué dijiste niño?

— dije que no, ya soy mayor de edad, y no pueden hacer esto conmigo

— Yoongi, estás bajo nuestras manos hasta que cumplas tus veintiuno, ¿lo olvidas?

Yoongi los miró asustados, eso era cierto, cuando el gobierno les entregó a Yoongi, dijeron que tenían que hacerce cargó él y el dinero que recibirían sería hasta que el niño cumpla veintiuno. Para eso aún falta tres años, pero Yoongi ya no soportaba más vivir en aquella situación.

— lose, pero ya me cansé, ¡ya no seré más una herramienta para ustedes!

Se quedó en silencio al recibir una fuerte bofetada, no era la primera vez que lo golpeaban, pero cada vez sentia que el dolor era mayor.

— te advertí que jamás me des la contraria Yoongi — se quitó el cinturón — te voy a enseñar a respetar a tus mayores

Yoongi lloraba, gritaba, sentía que se le iba la voz cuando le decía a su tío que ya no le pegara, cada cinturonaso dado en su cuerpo era como una quemadura que se impregnaba en su piel. Intentaba defenderse, pero su tía también lo atacó golpeandolo con una palo que había cerca.

Yoongi no supo cuanto tiempo había pasado, pero ahora estaba recostado en su cama llorando aguantado el dolor que sentía su cuerpo.

Luego de unos minutos tomo una decisión, el ya no iba a aguantar un día más en aquel infierno, así que aramndose de valor, se levantó como pudo de su cama y en una mochila guardó el poco dinero que tenía ahorrado, una casaca, una barra chocolate y un portaretraro que tenía una foto de él y de su Kookie cuando apenas eran unos niños.

Eran pasados las once de la noche, sus tíos no estaban, se habían ido a hablar con el viejo con quien se debería haberse encontrado hoy.

Se acomodó la mochila en los hombros y rápidamente salió de la casa, tenía que tener cuidado, sus vecinos podían verlo y llamar a sus tíos.

Cerró la puerta tras él y a penas iba a dar sus primeros pasos por la acera un carro se detuvo frente a él.

— ¡¿a donde crees que vas niño?!

Yoongi sin responder salió corriendo sintiendo a sus tíos también correr tras él. Lamentablemente su cuerpo dañado impidió ir muy lejos. Su tío le tomó del brazo, acto que hizo sacarle un quejido por el dolor.

— ¡suéltame! — trataba de safarse

— ni creas que te dejaré ir mocoso

— ¡para que me quieren!¡Si siempre me dijeron que era un estorbo!

— siempre fuiste un estorbo, pero ahora eres una mina de oro, pagan muy bien por ti

— ¡eres un asqueroso! — intentaba con todas sus fuerzas zafarse del agarre que cada vez era más intenso — ¡SUÉLTAME!

Yoongi con todas las fuerzas que le quedaban le pateo en las partes bajas y con eso pudo soltarse.

Dejando a su tío atrás, corrió y corrió hasta que sus piernas dijeran basta, ni siquiera sabía a donde iba, pero cualquier lugar era mejor de aquella casa.

Cuando ya no pudo más, caminó casi cojeando hasta un parque, ahí se sentó junto a un gran árbol. Para su mala suerte la nieve comenzaba a caer, los copos de nieve iban cubriendo poco a poco el grass del parque. Yoongi llevaba solo un sweater y unos jeans de mezclilla que no le iba a abrigar de aquella fría noche.

Luego de comer un trozo del chocolate y abrazando su mochila, cerró sus ojos para al menos dormir un poco y reponer energías, no sabía dónde estaba y peor aún no sabía a dónde iría, estaba asustado y con miedo, ¿qué cosa seria de él ahora que está solo?

— Jungkookie — miró la foto que había sacado de su mochila — por favor, ven por mi.

— Señor, no puedo quedarme sin hacer nada, se va a congelar

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Señor, no puedo quedarme sin hacer nada, se va a congelar

te preocupa mucho, ¿verdad?

¡por supuesto que si! No puedo permitir que-

tranquilo, desde ahora todo en su vida va a cambiar

— se refiere a... — miró a su señor con una sonrisa

si — le devolvió la miraba — ese momento llegó

LUNA DE INVIERNO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora