Brad y Ems habían salido temprano a dar una vuelta, me habían preguntado si quería salir con ellos pero en la cama se estaba muy bien como para levantarme, aun así me levanté un rato más tarde y bajé las escaleras demasiado despacio saboreando la soledad.
Tras desayunar comencé a subir las escaleras muy despacio pero el sonido del timbre hizo que me sobresaltase, por un instante tuve miedo, ni siquiera era mi casa y no sabía que hacer pero al reconocer que una voz decía mi nombre el miedo se esfumó aunque ahora los nervios aparecieron.
- ¿Qué quieres? -pregunté abriendo la puerta
- ¿podemos hablar?
- ¿te vas a volver a enfadar?
-no
- ¿y eso como lo sé?
-confía en mí, por favor
-aun así, ¿qué es lo que quieres?
-quiero que hablemos
- ¿de qué?
-de lo que pasó el otro día
-está bien, entra-respondí
Se sentó en el sofá y yo me senté lo suficientemente lejos de él como para que no notase que estaba nerviosa pero creo que no surgió efecto
- ¿y bien? -pregunté empezando a inquietarme
-lo siento-contestó-siento haberme enfadado así el otro día-
-estás en todo tu derecho
-no, quiero decir, me enfadé sin ningún motivo
- ¿me vas a decir que pasó?
-nada
- ¿cómo?
-que no pasó nada, solo decidí que era mejor ir a mi casa que venir hasta aquí y te dejé una camiseta para que durmieses, eso es todo
- ¿Quieres que te diga algo? -dije notando como el enfado se apoderaba de mi
-sí
-te odio, en estos momentos te odio, no entiendo por qué montaste semejante numerito el otro día en tu casa para esto
-te entiendo
-márchate
-Sam, por favor
-que te marches
-Sam
-Connor, que te vayas
-está bien-dijo levantándose- ¿crees que podríamos seguir siendo amigos? -
-no lo sé
-piénsatelo, por favor
No contesté, solo esperé a que se cerrase la puerta pero no oí el ruido de la puerta así que me levanté y vi a Connor parado de pie allí
- ¿Qué haces? -pregunté
-lo siento Sam-contestó
Solo veía como se acercaba y en unos segundos sus labios estuvieron pegados a los míos, al principio no reaccioné pero llegó un punto en el que enredé mis dedos en su pelo y le seguí el beso, le había echado de menos, para que mentir.
A causa de la falta de aire nos separamos y Connor se marchó sin decir nada, no sabía que hacer o cómo reaccionar después de eso así que lo único que hice fue dejarme caer en el sofá.
Al cabo de un rato Ems volvió a casa tan contenta como se había ido, le tenía envidia pero poco a poco las cosas volvían a estar como antes, a pesar de no saber exactamente qué es lo que pasaba entre Connor y yo.
- ¿estás bien? -preguntó
-sí-contesté saliendo de mi mundo
- ¿ha ocurrido algo?
-ha venido Connor
- ¿y qué ha pasado?
-hemos discutido
- ¿y la sonrisa en tu cara es porque habéis discutido? -preguntó pero yo negué con la cabeza y se formó una sonrisa en su boca- ¿y qué sientes ahora? -
-no lo sé, no sé si le odio o aun le sigo queriendo
-Sam, no puedes pretender dejar de quererle de un día para otro
-lo sé y le sigo queriendo, pero no sé si como antes
-eso solo lo sabes tú
-si-dije mientras soltaba un suspiro
- ¿querrás venir con Tristan y James esta tarde?
- ¿vas a dejar a tu novio solo? -pregunté
-no-dijo sonrojandose-él también viene-
-está bien, mientras no venga Connor
-no lo creo
-bien, iré
Estuvimos hablando un rato más hasta que se hizo la hora de comer y lo hicimos las dos solas como todos los días, en realidad no hablamos mucho, tampoco teníamos mucho que contarnos, pasábamos el día juntas
- ¿a qué hora hemos quedado? -pregunté
-dentro de una hora
-vale
Cuando escuché el timbre me apresuré a coger el abrigo y el móvil y a bajar las escaleras casi corriendo ya que Ems me estaba esperando. Salimos afuera y vi a James allí parado, le abracé y luego nos subimos al coche donde estaba Tristan, por lo menos habían dejado la moto por un día.
- ¿a dónde vamos? -preguntó Ems
-a casa de Connor