Estaba sentada en el suelo de la habitación de Connor mientras él acababa de hacer unos ejercicios de matemáticas, si, Connor haciendo matemáticas, suena raro pero era así.
-no entiendo esto-dijo soltando el lápiz encima de la mesa haciendo que se cayese al suelo
-no hace falta que tires el lápiz
-lo siento, es que no puedo entenderlo
- ¿el qué?
-esto
Cogí el lápiz del suelo y me levanté para mirar el cuaderno donde solo se podían ver tachones con algún que otro número sin tachar
-no me extraña que no lo entiendas, yo así tampoco-dije riéndome- ¿qué no entiendes? -
-todo
-no puedes no entender todo
-vale, entiendo hasta aquí-dijo señalando una parte de la hoja
Estuve cerca de una hora explicándole lo que no entendía, en realidad ni siquiera supe si lo había logrado entender, pero la intención era lo que contaba.
-las matemáticas me absorben la energía-dijo tumbándose en la cama
-se nota
- ¿a ti no?
-no demasiado
-tienes suerte
-no siempre-contesté en voz baja aunque no sabía si él me había escuchado o no
- ¿por qué dices eso? -preguntó de repente, si, lo había escuchado
-es la verdad
-me estoy dando cuenta de una cosa-dijo sentándose en la cama y me senté en frente suyo
- ¿de qué?
-de que tú sabes muchas cosas de mí y yo no sé nada de ti
-eso no es verdad-contesté mirándome fijamente las manos
-Sam
-no puedo
-confía en mi
-eres una de las personas en las que más confío pero no puedo
-está bien, no pasa nada
-te lo contaré, pero ahora no puedo
-Sam-dijo acariciando mi mejilla y encontrándome con sus ojos azules-cuéntamelo cuando tú quieras, ahora vamos a dormir-
-gracias
Me metí en la cama y me abracé a Connor haciendo que él se riese
- ¿de qué te ríes? -pregunté contagiándome yo también
-eres graciosa
- ¿Qué?
-siempre te abrazas a mi
- ¿quieres que deje de hacerlo?
-nunca
Salí de clase casi corriendo, no iba a llegar al examen que tenía a continuación por culpa del profesor y su manía de seguir con su explicación a pesar de que el timbre hubiese tocado, esquivé a todo el mundo corriendo hasta que alguien me cogió del codo e hizo que cayese al suelo
-levántese del suelo y venga conmigo
-pero...
-no tengo todo el día
Recogí los libros que se me habían caído y me levanté del suelo bajo la atenta mirada de todos, posiblemente más de uno estaría murmurando pero no me importó.
Seguí al director por los diferentes pasillos del internado aun con mis libros en la mano y lamentándome mucho por no haber podido llegar al examen, había estudiado muchísimo y en el fondo me jodía no haberme presentado
-Collins, ¿verdad?
-sí-contesté
- ¿sabe por qué está aquí?
-no
-han venido a visitarla
- ¿qué? - ¿visitarme? No había nadie a quien le importase lo suficiente como para que viniese a visitarme
No contestó, simplemente llegamos a una sala en la que no se veía quien había dentro a causa del color del cristal, entré dentro y me di cuenta de que el director no entró ni tenía intención de hacerlo.
- ¿Sam? -escuché una voz que me llamaba, odiaba esa voz mas que mi existencia-has cambiado mucho-
- ¿Qué haces aquí?
- ¿no te alegras de verme?
- ¿debería hacerlo?
-soy tu madre
-no eres mi madre
-desde el día que te trajeron a mi casa lo soy
-no, mi madre está muerta
- ¿y qué más da?
-tú no eres mi madre y si no te importa me he perdido un examen por tu culpa
-vas a volver a casa
-no pienso volver allí
-soy tu madre y vas a hacer lo que yo quiera
-te repito, no eres mi madre-dije abriendo la puerta
- ¡Sam! -gritó antes de que saliese- ¡volverás a casa! -
-no pienso-susurré antes de volver a cerrar la puerta
Deshice el camino andado hacia unos minutos y cuando volví al pasillo donde la gente empezaba a salir de las clases decidí que lo mejor era encerrarme en la habitación y no ir a ninguna de las clases que quedaban, sabía que Ems estaba en clase y nadie me iba a molestar.
-por fin-dije una vez que estuve tumbada en la cama y cerré los ojos, en realidad, intentar aparentar que todo iba bien no iba a solucionar nada
- ¿Sam? -susurró una voz desde la puerta, sabía quién era pero no entendía por qué- ¿te encuentras bien? -
- ¿acaso te importa?
-yo-dijo, estaba nerviosa, podía notarlo-lo siento-
- ¿el que sientes?
-lo siento, eres mi mejor amiga y no quiero seguir así
-tu empezaste con todo esto
-lo sé y lo siento mucho, te necesito Sam-dijo casi al borde de las lágrimas así que me levanté de la cama y me acerqué hasta donde estaba ella para segundos más tarde abrazarle y acabar llorando las dos
-lo siento
-las dos tenemos la culpa
