John se ofreció a llevarme de vuelta al internado y no me negué, era tarde y si iba caminando llegaría bien entrada la noche y no podía arriesgarme, de camino tampoco hablamos mucho, le prometí que volvería pronto y se alejó, estaba sola, crucé la puerta pero entonces oí algo detrás mío, me giré y me sorprendí.
- ¿necesitas algo? -pregunté
- ¿no has entendido lo que te he dicho? -preguntó dándole una calada al cigarrillo que sujetaba entre sus dedos
- ¿y ahora que he hecho?
-aléjate de ellos, no les hables, ni les mires ¿has entendido?
- ¿y por qué tengo que hacer lo que tú me digas? -pregunté quitándole el cigarrillo y dándole una calada para volver a dejárselo como lo tenía, expulsé el humo a centímetros suyos y me marché dejándole sin saber qué hacer.
Llegué a la habitación y Connor no estaba, mejor, pero había una nota encima de mi cama
''el director ha estado aquí y me ha dicho que vayas a verle''
Supuse que era de Connor así que sin siquiera cambiarme bajé al despacho del director, las pocas personas que había por los pasillos se giraban al ver que no llevaba el uniforme, poco me importaba, entré sin llamar y vi a Connor sentado en una de las sillas
-te estábamos esperando-dijo aquel hombre rechoncho, miré a Connor pero él no me miraba
- ¿Qué es lo que quieres? -pregunté sin sentarme
- ¿Dónde has estado?
- ¿De verdad quieres saberlo? -desafié
-creo que es mi obligación
-no, yo creo que no lo es
-no te lo voy a volver a preguntar, ¿dónde has estado?
-he salido
-eso está prohibido
- ¿y a mi qué?
- ¿sabes lo que te espera?
- ¿otra semana limpiando cristales? No me importa
-ya lo veremos cuando sean dos
-como digas-dije abriendo la puerta y cerrándola con un portazo
Subí a la habitación y me puse el pijama, no tenía ganas de estudiar así que me metí directamente en la cama, minutos después vi la puerta abrirse y entrar a Connor, se me quedó mirando unos instantes y después apartó su mirada
-eso ha sido impresionante-dijo
- ¿el qué?
-ya me has entendido
-no he hecho absolutamente nada-respondí
- ¿de verdad que estás bien? -preguntó pero no le contesté, simplemente le ignoré y me dormí bastante pronto.
El día siguiente fue más de lo mismo, las clases fueron terriblemente aburridas y tenía infinidad de cosas que hacer por la tarde así que no tendría mucho tiempo libre, era la hora de comer y solo quedaban dos sitios libres en todo el comedor, uno en la mesa de Connor y sus amigos y otro en la mesa de alguien que no conocia ¿y ahora que hacia? Si me sentaba en su mesa posiblemente después él volvería y me volvería a decir que no me acercase a ellos y si me sentaba en la otra no me dirían nada, es más, se alegraría porque de una vez por todas le había hecho caso así que cogí mi bandeja y me senté al lado de Connor
-pensaba que ibas a seguir ignorándome-dijo molesto
-lo siento-murmuré
- ¿cómo es que has decidido venir con nosotros chica cursi? -preguntó el del pelo rizado del que ni siquiera sabia el nombre
-solo quedaban dos sitios-respondí
-podrías haberte sentado con los otros-dijo él, tampoco sabía su nombre, solo sabía que se apellidaba McVey
-podría-respondí sujetándole la mirada-pero no me ha dado la gana-
- ¿me echabas de menos, verdad? -dijo Tristan, la verdad es que ese chico me caía bien
-eso mismo-dije provocando la risa de todos, cuando acabé de comer la asquerosa comida que daban allí me levanté haciendo que me mirasen
- ¿a dónde vas?
-tengo que limpiar-contesté
-además de chica cursi eres rebelde-dijo el moreno negando con la cabeza y me reí
-sí, como sea-dije alejándome, subí a la habitación y cogí el trapo y el líquido que me había dado el director y salí de la habitación bajando al despacho del director, di un par de golpes y entré sin esperar su respuesta
- ¿por dónde empiezo? -pregunté
-por donde quieras, puedes empezar por abajo y acabar por arriba o al revés, tu verás-contestó-hoy vas a tener suerte, no vas a estar sola-
- ¿Qué?
-él va a estar contigo-dijo mientras señalaba a la puerta y veía a Connor apoyado en el marco de esta, mala idea.