Habían pasado dos semanas desde que había hablado con Tristan pero no había vuelto a saber nada de ellos, a excepción de un pequeño artículo en un periódico local, ni siquiera sabía si les volvería a ver alguna vez o si simplemente ese encuentro había sido la última.
Recogí todo antes de salir de la radio dispuesta a encerrarme en mi pequeña casa y pasar lo que quedaba de tarde allí, no tenía nada mejor que hacer, aunque no fue como imaginaba, salí de allí y me encontré con alguien a quien conocía bien, o al menos eso creía.
- ¿podemos hablar?
-sí, claro-respondí
No dijo nada más ni yo tampoco, solo se sentó en un bordillo y esperó a que yo hiciese lo mismo
- ¿de que querías hablar? -pregunté
- ¿por qué has vuelto?
- ¿de qué estás hablando?
- ¿por qué has vuelto a aparecer de repente?
-yo no he aparecido de repente en ningún sitio, solo estoy haciendo lo que me gusta, al igual que tu
- ¿estás segura de eso?
-completamente, solo intento sobrevivir día a día trabajando, ¿Qué tienes en contra de eso?
-nada, absolutamente nada-dijo antes de levantarse
-James-dije pero ni siquiera se volvió, solo siguió caminando y se marchó
Estaba confundida, no lo voy a negar, pero sabía que James era así y no podía hacerle nada.
Ahora sí que me marché a casa y me tumbé en la cama nada más llegar, necesitaba desconectar de todo lo que estaba pasando alrededor mío y no sabía cómo.
No sé cómo conseguí las fuerzas para levantarme y ponerme el pijama aunque algo llamó mi atención, pude verlo en el reflejo del espejo así que me giré y miré por la ventana, estaba allí, sentado en un banco mirando su móvil y sonriendo pero algo hizo que levantase la mirada y se encontrase con la mía, volvió a sonreír y movió su mano en forma de saludo así que hice lo mismo.
Decidí dejar el pijama por un segundo y cogí las llaves de casa para bajar por las escaleras casi corriendo aunque intenté tranquilizarme antes de abrir la puerta que daba a la calle y casi me di de bruces con él
-hola-dije en un susurro
-hola Sam
- ¿Quieres subir?
-claro
Volví a subir las escaleras solo que esta vez iba seguida por Connor, se sentía como en los viejos tiempos solo que estábamos muy lejos del internado
- ¿Cómo te va? -preguntó dejando su chaqueta encima del pequeño sofá y se sentó en él
-bastante bien, no hace falta que te pregunte lo mismo, se ve a la vista que a ti te va estupendamente
-bueno, no ha sido fácil llegar hasta aquí
-me lo imagino
-sabes, siempre te imaginé en un apartamento así
- ¿de verdad?
-sí, es tu estilo
-gracias, supongo-nos quedamos en silencio, yo seguía de pie y el sentado-Con-
-no he venido por nada en concreto, solo pensé que estaría bien hablar
-vale
-he hablado con Tristan
- ¿te lo contó?
- ¿lo que hablasteis el otro día?
-si
-sí, me lo ha contado y yo sigo pensando igual que él
-lo siento, de verdad, siento haber desaparecido así sin decir nada a nadie
-no te marchaste sin decir nada a nadie
-una nota diciendo ''lo siento'' no cuenta como despedida
-a mí me sirvió
- ¿de verdad?
-vale, no me sirvió
-lo sé
-pero estamos aquí
-otra vez
-los dos
- ¿Qué insinúas? -pregunté confundida
-no, nada
-Connor
-Sam
-Con
-Sammy
-ya, vale
- ¿no se te ocurre ningún apodo más?
-Connor, déjalo estar
-Sam
- ¿Qué?
-siéntate-dijo
- ¿para qué?
-oye, solo quiero hablar
-no tenemos nada de qué hablar Connor
-claro que si
-han pasado tres años
- ¿y qué? Yo te sigo queriendo
Me quedé sin saber que decir, estaba confundida, Connor acababa de confesar que me seguía queriendo y yo estaba ahí parada sin saber que hacer o que decir
-Connor
-no puedo más Sam, te necesito-dijo y me senté a su lado
-sí, yo también te necesito-susurré
Lo siguiente que sentí fueron sus labios besar los míos, había soñado con ese momento durante los últimos tres años y ahora no iba a deshacerme de esto tan fácilmente