No sé cuánto tiempo llevábamos metidas en aquel coche pero parecían horas, ella no hablaba solo se limitaba a conducir y a llorar en silencio mientras que yo miraba por la ventana en silencio sin nada que decir, ¿Por qué le habrían mandado buscarme? No entendía absolutamente nada
Llegamos al cabo de un cuarto de hora más de silencio, tampoco sabía cómo podía romperlo porque no la conocía de nada, solo había aparecido de repente en mi habitación; entramos por la puerta principal y enseguida tiró de mi hacia un ascensor en el que marcó el número cuatro y el ascensor comenzó a subir, seguía sin hablar pero había dejado de llorar.
Le seguí durante un buen rato pasillo tras pasillo hasta que finalmente se paró enfrente de una puerta de color azul, me sonrió y la abrió, entré detrás suyo y cerró la puerta, había dos camas y en una estaba Margaret conectada a un montón de tubos que salían de tres máquinas y en la otra estaba John con la cabeza vendada y parecía dormir, la chica se acercó hasta la cama de John y le dejó un beso en la frente, acto seguido hizo lo mismo con Margaret y me sonrió
-no te quedes ahí-dijo sin quitar la sonrisa de la cara, asentí y me acerqué a donde estaba ella
- ¿Cómo ha sido? -me atreví a preguntar en un susurro
-iban conduciendo a mi casa y otro coche ha aparecido de la nada-dijo cogiendo la mano de John
- ¿y los que iban en el otro coche?
-no tengo ni idea-dijo encogiéndose de hombros-por cierto, soy Kate-sonreí y ella imitó mi gesto
- ¿de qué los conoces?
-son mis abuelos, mis padres murieron hace diez años y ellos se han ocupado de mi hasta ahora-dijo mientras veía como sus ojos se volvían a llenar de lágrimas entonces le abracé, no sé por qué pero tampoco se apartó, creo que era lo que ella necesitaba
-me alegro que os llevéis tan bien-susurró alguien haciendo que nos sobresaltásemos, miramos al lado contrario de la habitación y nos encontramos con los ojos entreabiertos de Margaret, Kate corrió los dos metros que nos separaban y agarró su mano
- ¿Cómo te encuentras? -preguntó agarrando su mano
-me duele todo pero me recuperaré-dijo esbozando una sonrisa
-eso ya lo sabía-le contestó
- ¿Cómo están todos?
-bien, están bien, no les he querido decir nada
- ¿y cuando se lo piensas decir?
-quizás esta noche-dijo encogiéndose de hombros
-debes decírselo Kate, no puedes pretender alejar a tus hermanos siempre
-vamos, James está en el internado y Luke se pasa el día estudiando en su habitación-le respondió, espera ¿James? No puede ser el James que yo conozco
- ¿James? -susurré
- ¿le conoces? -preguntó
-quizás-contesté
- ¿tiene un montón de tatuajes? -me preguntó Kate y yo asentí-sí, le conoces-dijo sonriendo y bufé, ¿Cómo una chica tan simpática puede ser hermana de un chico tan gilipollas? No tengo respuestas para eso
- ¿Que James qué? -preguntó Margaret
-tranquila Margaret, sigue siendo un buen chico
-sí, un buen chico-susurré pero nadie me oyó
- ¿no es verdad Sam?
-sí, un chico muy majo-dije forzando una sonrisa
- ¿lo ves? No tienes de que preocuparte-dijo volviendo a dirigir su mirada a Margaret
Pasó un buen rato hasta que Margaret volvió a quedarse dormida a causa de los tranquilizantes que le habían administrado los médicos y Kate y yo nos quedamos sentadas en unos sillones que había en la habitación y cuando me quise dar cuenta era demasiado tarde y posiblemente Tristan se estuviese tirando de los pelos porque no sabría dónde estoy
-Kate, es muy tarde-dije
-te llevaré al internado, vamos-dijo cogiendo las llaves de una mesa que había pegada a una pared, hicimos el mismo recorrido que cuando llegamos y acabamos las dos sentadas en el coche en silencio de vuelta al internado-Sam-dijo llamando mi atención
- ¿Qué pasa?
- ¿crees que podrás hablar con mi hermano?
- ¿con tu hermano?
-sí, ¿puedes decírselo tu?
- ¿yo? ¿no crees que deberías decírselo tu?
-por favor Sam, hace un tiempo que la relación con mi hermano no es la mejor
-está bien-aseguré-hablaré con él-
-gracias-dijo y no volvimos a hablar más hasta que llegamos al internado donde me despedí de ella y me marché
