CAPITULO 8

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CAPITULO 8

A lo largo de mi vida solo he tenido tres novios de forma oficial, y dos de ellos tuve la oportunidad de conocer a sus padres.
Nunca le tomé importancia a las relaciones que llegase a formar con mis suegras, además de que ellas de igual manera les daba igual. Nunca tuve una unión con ellas, solo nos dábamos los saludos por cortesía.

Ahora estaba sumamente nerviosa ante la presencia de la madre de Darien. No sabía ni que hacer o en donde esconderme.
La mirada de la Señora Chiba aterraba demasiado. Tenía la misma apariencia que sus hijos, cabello oscuro y ojos azules.
Desde el momento en el que apareció en la oficina me di cuenta que la presentación ya debía hacerse, pero no pensé que fuera tan pronto.

—Mamá —Darien fue el primero en hablar.

Hace cinco minutos llegamos a este restaurante alejado de la empresa para poder hablar y tener un momento a solas.
Darien me sonrió tranquilizandome pero creo que ni eso me podía ayudar en estos momentos.

—Mencionaste que Serena trabajaba en la empresa, pero nunca para ti como tu secretaria

Inmediatamente me puse rígida.

—Ella así lo decidió ¿Quién soy yo para negarle las cosas?

Joder. Darien hablaba con tanta tranquilidad ¿Cómo puede estar tan tranquilo?
Fruncí mis labios. La mirada de la señora Chiba se desplazó hacia mí, ahora me estaba escaneando.
Ahora entendía que Darien ya le había hablado de mí a su madre, pero no tengo la menor idea de cómo. ¿Le habrá dicho la forma en cómo nos conocimos, en ese amor a primera vista, o de lo que ocurrió en esa noche que nos ha hecho padres ahora?

—Serena...

—¿Si?

—¿Por qué estas tan rígida?

Parpadeé.
¿Lo estaba?
Miré a Darien, y este me sonrió.

—Yo...bueno...

—La estas poniendo nerviosa —interrumpió Darien—. Deja de mirarla

—Solo quiero conocerla

—Ya la conoces, te he hablado de ella en todos estos días ¿Que más quieres saber mamá?

Y mientras ellos discutían, mis ojos perseguían a la mesera. En su charola traía croissant's, el pan parecía crujiente y a la vez delicioso, la mujer repartió unos cuantos en unas mesas.
Muero por probar uno de esos pero ahora lo más importante era hablar con mi suegra.

Lo siento bebé, pero debemos conocer a tu abuela.
Pensé colocando una mano sobre mi vientre.

—¿Y viven juntos?

—Mamá... —advirtió Darien.

—Aún... No —respondí—. Es demasiado pronto

—¿Pronto?

—Mamá...

—Serena ¿de verdad te has enamorado de mi hijo? —señaló Bunny—. Realmente pensé que Darien no era capaz de enamorar a una mujer.

—Mamá por favor para ya...

—¿Por qué lo dice? —interrumpí—. ¿Creía que Darien no era capaz?

Bunny sonrió de lado no sin antes mirar de reojo a su hijo.

—No me lo tomes al mal cariño, pero Darien nunca ha hablado tanto de una mujer como lo hizo contigo —suspiró—. Me ha mantenido en eternas comidas solo para que yo le diera consejos de como hacer que una mujer acepte salir con él. Sea lo que sea, tú estás haciendo que mi hijo tenga sentimientos.

Me reí.
No sabía que Darien le pedía consejos a su madre. Él siempre actúa conmigo con amor y cariño, pensé que eso se le daba fácil pero ahora veo que no, o al menos cuando se trata de mi.

—¿De verdad? —pregunté hacia a Darien. Éste hombre bajó la mirada, pero sus mejillas estaban rosadas. Ja, es tan tierno.

—Eres el amor de mi vida —me miró—. Claro que es verdad.

Mi corazón empezó a latir con fuerza, como siempre ha latido cuando de Darien se trata. Tal vez ya estoy empezando a enamorarme de verdad.
Debajo de la mesa busqué su mano y al encontrarla, Darien no dudó en entrelazar sus dedos con los míos.

—¿Y la boda para cuando será?

Me reí. Bunny parecía emocionada y a la vez encantada.

—Todo a su tiempo mamá, ¿Por qué no le hiciste todas esas preguntas a Galaxy y Seiya?

—Porque no es tan emocionante como tu...

Madre e hijo empezaron a hablar divertidos.
De nueva cuenta, la mesera pasó con una charola de comida pero esos croissant's seguían siendo una delicia.
Mierda, necesito pedir uno.

—Disculpa... —Darien alzó la mano llamando la atención de la mesera—. Te Importaria traer uno de esos —señaló el croissant.

—Por supuesto, ¿Quiere un sabor en especial?

—¿Cuál quieres tú? —me miró

Parpadeé

—¿Perdón?

—Pide el que desees cariño.

Lo Miré. ¿Me ha estado observando?

—Yo...

—Los croissant's pueden ser dulces y salados, si tiene una combinación en especial, de igual manera podemos hacerlo.

No sabía que decir. Quería probar uno salado y dulce, así que empecé a decir los que me apetecía.
La mesera acordó traer nuestro pedido en un aproximado de diez minutos, después Darien me sonrió orgulloso.

—¿Tienes hambre querida? —Bunny preguntó un tanto preocupada.

—Bueno...es complicado.

Por su pregunta sabía que ella aún no sabía de mi embarazo. ¿Darien aún no se lo ha dicho? ¿Por qué?

—¿Darien no te alimenta?

—Claro que lo hago —intervinó el susodicho—. Hago lo posible para alimentarlos bien.

—Más te vale que lo hagas... Espera ¿que has dicho?

Con orgullo Darien sonrió.

—Alimento y cuido de mi mujer e hijo.

Bunny tardó en reaccionar e incluso tenía ligeramente la boca abierta.
¿Es mala señal? ¿Reaccionará mal?

Apreté con fuerza la mano de Darien temiendo por saber la reacción de Bunny.

—¿Seré abuela? —preguntó lo cual asentimos—. ¿De verdad?

—Si mamá.

—Oh dios es... Sorprendente —me miró—. Felicidades Cariño

Eso fue un completo alivio para mi.

—Muchas gracias.

—Pero no me lo esperaba —volvió a mirar a su hijo—. Mucho menos de ti.

—Bueno mamá

—Creí que serias el único de la familia que terminaría solo.

—¡Mamá!

—No, lo digo enserio —Bunny me miró—. Lo creas o no, pero Darien nunca nos ha presentado a una mujer en lo que va de su vida. Creíamos que estaría solo por siempre.

Me reí.

—Mamá por favor, te agradezco que siempre hayas tenido ese pensamiento de mi —Darien negó—. Siempre muestro mis sentimientos

—Tus fríos sentimientos querrás decir. Pero con ella —me señaló—. Si que los muestras con orgullo, se nota que estás perdidamente enamorado de Serena.

Darien no respondió, porque seguramente lo sabe, y sabe que yo lo sé.
Así que cuando le Miré, ahora yo soy quien le sonríe.
Esto es apenas un pequeño recorrido de nuestro largo camino.

Quizás Es El Destino Donde viven las historias. Descúbrelo ahora