CAPITULO 2

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CAPITULO 2

Cuando pensé que las cosas ya no podían ser peor, mi jefe se entera de mi embarazo y decide despedirme, ahora me encuentro desempleada con facturas que pagar y un bebé a bordo.
Joder.
Podía llamar a mis padres y decirles la verdad de como me encontraba y que había cometido el error de embarazarme en una noche de borrachera y que ni siquiera conocía al papá de este bebé. Prefería ahorrarme los regaños e insultos que probablemente me echarían.
Siempre he sido una persona independiente, me gusta hacer las cosas por mi propia cuenta sin esperar nada de nadie. Así que en esta nueva etapa de mi vida. Yo podía sola.

Decidí aceptar a este bebé a pesar de que las posibilidades de encontrar a su verdadero padre sea uno en un billón, así que con una enorme sonrisa leí el correo de aquella empresa que me había aceptado para una entrevista de trabajo como secretaria del directivo. Claro que les hice saber de mi embarazo. La paga era bastante buena, si trabajaba por lo menos un par de meses, con ese dinero podía ahorrarlo y así distribuirlo con los gastos de mi futuro bebé.

Con los nervios a flor de piel, miré el enorme edificio enfrente de mi. No tenía la menor idea de como trabajar como secretaria de un director, tal vez atender correos, llamadas y organizar el trabajo sería sencillo.

—Es tu hora Serena —me animé a mi misma justo al cruzar la puerta de aquella empresa.

La recepción era enorme y lujosa, algunos empleados escaneaban sus fichas, otros entraban o salían. Todos aquí vestían formales y elegantes, al menos mi vestido negro ayudaba un poco en encajar con ellos.

—Hola, Soy Serena Tsukino, vengo para la entrevista de trabajo —informé a la recepcionista.

La mujer me pidió una identificación antes en darme mi pase y enviarme al piso siete. Llegué al área de recursos humanos quienes me hicieron leves preguntas para colaborar que mis respuestas fueran acorde con la información que ellos mantenían en mi curriculum. Después de ellos me dejaron esperar en una pequeña sala donde tendría la entrevista personalmente con el director de la empresa. Eso aumentó aún más mis nervios.
Con mi pierna subiendo y bajando a causa de los nervios, observé a mi alrededor, justo cuando mis ojos se detuvieron en un hombre alto de cabello oscuro. Un pequeño Deja Vu se vino a mi mente.

Su sonrisa brillante, sus ojos azules preciosos, su boca seductora, sus manos sobre mi cuerpo y los sonidos de placer que hacía en mi oído.
Todo aquello me golpeó al identificar a esa persona. No sabía al cien por ciento su nombre pero recordaba cada detalle de él.

Ese hombre.

El padre de mi hijo se encontraba a un par de metros de distancia de mi.
Y lo peor, es que besó con ambición y pasión a la mujer de cabello rojo que se encontraba a su lado.
Un malestar me provocó nauseas.
Necesito salir de aquí antes de que él me vea, o me descubra. Joder.

Salí corriendo de esta sala para apretar con fuerza el botón del elevador, como si mis prisas fueran suficientes para que el elevador me salvara.
Los vi de reojo caminar hacia esta dirección. Ambos tomados de las manos y con sonrisas felices.

—Vamos, rápido carajo.

El sonido que emitió el elevador me salvó, fue un alivio que se convirtió en confusión y en temor aún más.

Ese mismo hombre estaba enfrente de mi, dentro del elevador y con una mirada de sorpresa dirigida a mi.

Quizás Es El Destino Donde viven las historias. Descúbrelo ahora