EPÍLOGO 2

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EPÍLOGO 2

Observé fijamente a Selene.
Sabía que ella estaba nerviosa, conocía todo movimiento de mi hija.
Selene es exactamente igual a Serena, así que era fácil de leer a simple vista.
Este escena no me estaba gustando para nada, verla vulnerable y a la vez a lado de ese hombre que desconocía.

—¿De que quieren hablar? —preguntó Serena a mi lado—. Es bueno verte hija.

Selene sonrió.
Con pesar me duele a que mi pequeña hija ya no esté viviendo con nosotros. Con 24 años, mi pequeña niña ya es una mujer adulta, estoy orgulloso y feliz por todo lo que Selene a logrado pero no me gusta verla con un hombre a su lado.
¿Él quien es? ¿Que quiere de mi hija? ¿Por qué le esta sosteniendo la mano?
Quería inclinarme y darle una palmada en sus manos para que se separaran.

—Bueno... Es que... Para ser honesta solo quería presentarles a... Diamante —señaló al hombre a lado de ella—. Es...es mi novio

—¿Novio? —cuestioné alzando una ceja y escanear al hombre.

Ese hombre era robusto, mantenía el cabello blanco pero tenía la piel bronceada, algunos tatuajes sobresalía de sus mangas.
A simple vista parecía ser un hombre fuerte y silencioso pero de igual manera expresaba mucho con el rostro.

—Eh... Si...

—¿Por qué no te escuchas segura? —miré a mi hija—. ¿Hay algo de lo que debemos enterarnos sobre... Su relación?

Serena a mi lado colocó su mano sobre mi rodilla, un sutil y silencioso movimiento para mantenerme sereno y tranquilo.

—Es que... —Selene miró a su novio—. Queremos decirles algo... Importante

—¿¡Se van a casar!?

Joder, lo que me podía faltar.
Con ansiedad moví mi pierna queriendo que esto terminara de una vez.

—Algo más que eso...

—¿Vivirán juntos? —ahora preguntó Serena

—Empezamos a vivir juntos hace unas semanas.

Me dio un ataque directo al corazón. Ahora comprendía porque mi hija no me hacía videollamadas.
Eso se sentía como una vil traición.

—Entonces ¿Que nos quieren decir?

Ese hombre suspiró, y por primera vez aportó algo a la conversación. Algo que me hizo saltar de forma inmediata hacia él y agarrarlo de cuello de su camisa.

—¡Papá!

—¡Darien suéltalo!

Ambas mujeres me sostuvieron del brazo para apartarme.

—¡Papá!

—¡¿Cómo le hiciste eso a mi hija!? —grité en dirección hacia ese hombre.

—Señor Chiba, lamento esta situación pero no voy a lamentar enamorarme de Selene y tener un hijo con ella.

Alcé mi brazo justo en el momento que Serena me detuvo y me obligó a volver a tomar asiento.
La tensión estaba ahí, lo sentía. Selene se aseguro de que su novio estuviera bien, y mi esposa se aseguraba de que yo estuviera bien.
Madre e hija eran idénticas.

—Bien, hablemos de este tema con delicadeza —dicho eso Serena me miró—. Tomemoslo con calma, cuenten todo por favor.

Selene empezó a narrar como se enamoró de Diamante, como poco a poco se empezaron a enamorar y al final en una sola noche mi preciosa hija había terminado embarazada.
Una historia similar ha algo que ya había experimentado, pero aún así no me sentía tranquilo.
La historia se muestra diferente cuando la vives del otro lado.
Ahora comprendía perfectamente porque la madre de Serena actuó de esa manera al enterarse de que Serena estaba embarazada.

El karma golpea fuerte cuando menos te lo esperas.

Y a pesar de todo, ese tal Diamante Black actuó con delicadeza y que podía ver a través de sus ojos como miraba con amor a mi hija. Ese amor que lo puedes reconocer, el mismo que yo tuve con Serena.
Al final tuve que procesar todo, pensar y darles mi aprobación aún que había algunas cosas por hablar en privado.

—Lamento no decirte Papá, sabía que esto lo ibas a tomar mal —Selene me abrazó—. No quiero que esto ponga tenso nuestra relación. Tu siempre serás mi hombre favorito

—Seguramente le dices lo mismo a ese hombre

Sé rio.

—Jamás Le he dicho que es mi hombre favorito, ese título lo tienes tu, siempre lo vas a tener.

Joder, eso era lo que más me dolía. El saber que mi niña ya era una completa adulta y que es hora de hacer su propia vida.
Dolía tener que criarla y verla crecer con sus propios méritos.

—Te amo demasiado mi niña —la abracé con fuerza—. Te deseo la mayor felicidad, para ti, para ese hombre y para mi futuro nieto

Selene me miró con lágrimas en sus ojos.

—Serás el mejor abuelo, así como has sido el mejor padre.

Ver a mis hijos crecer, convertirse en quienes tienen que convertirse, verlos partir a su destino, todo eso era difícil de presenciar cuando eres padre. No puedes impedirles nada, pero como buen padre siempre estarás presente con ellos. Si te necesitan serás el primero a quien buscarán como su rescate, confiaran en ti y tu serás el ancla en sus vidas.

Selene era especial para mi.
Mi primera hija. La unión que hizo que Serena se encontrara conmigo. Ella fue el comienzo de esta familia.

—Quizás es el destino ¿no lo crees? —Serena se apoyó a mi lado viendo a nuestra hija alejarse—. En que las cosas surgen de esa manera.

—Talvez.

Suspiró dándome una palmada en el abdomen.

—Que bueno que Selene te está preparando, porque te recuerdo que aún falta una dama a quien cortejar.

Dicho eso señaló a la mujer que bajaba las escaleras.
Luna nos sonrió.
Joder.
Mi pequeña niña.

—Hol...

—No vas a Enamorarte, ni Casarte y mucho menos embarazarte —le interrumpí—. ¿Te quedo claro?

—¿Q...que?

—¡Darien!

—Eres demasiado joven, tienes 18 años, no crezcas más. No conozcas a más personas, es más, quedate en casa todo el tiempo que desees pero no salgas de esta casa.

Luna me miró con rostro de confusión, Serena me estaba matando con la mirada pero mi corazón ya no podía aguantar con saber que mis hijas formarán sus familias dejándome de lado.

—Debes ser equitativo Darien —mi esposa se cruzó de brazos—. No has sido así con los chicos

—Porque se que ellos tardaran más.

—Aja, claro.

Luna y Serena miraron detrás de mi.
La puerta seguía abierta justo en donde Endymion estaba de pie sosteniendo la mano de una mujer rubia.

—Eh... Hola familia —sonrió con nerviosismo—. Hay algo que queremos hablar con ustedes.

Ambos se miraron forzando sonrisas.

Joder no.
Moriré por viejo y por las sorpresas de mis hijos.

Quizás Es El Destino Donde viven las historias. Descúbrelo ahora