𝐖𝘩𝘦𝘯 𝓔𝑚𝑚𝑎 𝗳𝗮𝗹𝗹𝘀 𝗂𝗇 𝘓𝚘𝚟𝚎 - 𝖬𝖺𝗋𝗍𝗂𝗇 𝖪𝗎

𝗖𝗵𝗮𝗻𝗴𝗲

Hoy iban a hacer otra edición del congelados en la casa y iba a ser la última parte de los chicos jugando para ganarse la casa, así que sin dudas no me iba a perder eso.

Opte por usar algo elegante pero casual, un vestido negro, corto y ajustado con una coleta la cual estaba atada con un lazo del mismo color.

-- ¿Te gusta? No me convence... - pregunté mirándome en el espejo.

-- ¡Estás preciosa boluda! - exclamó Cata mirándome -- Me encanta tu vestido, cuando entremos me lo vas a tener que prestar eh.

- Reí -- Dale, vamos Cathy.

ooo

- Me senté entré Cata y Axel -- ¿Quien querés que se gané la casa? - me preguntó Cata.

-- Me gustaría que la gané Martín o Virginia, ambos la necesitan bastante - respondí -- ¿Vos?

-- Me gustaría también que la gané alguien que la necesitara pero me alegraría un montón si la gana Furia - contestó.

-- Martin, ¿que número elegiste? - preguntó Santi.

-- El 83 - contesto Martín dirigiéndose a la caja fuerte.

-- Para un poquito - dijo Santi cuando Martín estaba por meter la llave -- ¿Porque elegiste esa?

-- No sé, nada en específico, se me ocurrió de la nada y quise intentar.

-- ¿Seguro? ¿Vos no me estarás mintiendo?

-- No, no, posta - dijo dejando de mirar el televisor y volviendo a centrar su mirada en la caja fuerte.

Con manos temblorosas, Martín insertó la llave en la cerradura de la caja fuerte. Cada clic resonaba en la habitación, aumentando la tensión, todos los participantes miraban atentos. Con un giro lento, la puerta se abrió, revelando el tesoro oculto: ahora el ganaría una casa una vez salga del juego.

Automáticamente todos sus compañeros empezaron a gritar, Martín se tiró en el piso y todos se amontonaron sobre el emocionados, como si fuera un logró propio, Chinito realmente se había hecho querer adentró de la casa y eso se notaba.

Por otro lado, en la tribuna, todos gritaban emocionados, incluyendo su madre que estaba esperando en el escenario ya que ella iba a entrar en el congelados.

Con Cata nos miramos instantáneamente, nos paramos y nos abrazamos con gran emoción, felicidad y un poco de shock. Lamentaba no poder darle un abrazo, felicitarlo y estar a su lado en un momento tan feliz para el, pero aunque no estuviera ahí lo iba a apoyar, siempre y para siempre, desde donde sea que esté o en las circunstancias que esté.

-- Ayer que estaba pensando en el 47, pensé en ese porque "Gran Hermano", 4 y 7 letras, y después antes de entrar dije "Ta, voy a pensar en dos números más y no me voy a enroscar más porque si no sigo pensando", dije 83 y 91. ¡Y salió 83! ¡No lo puedo creer! - exclamó emocionado, notablemente nervioso y hasta un poco vulnerable.

- Santi río -- ¡Creelo porqué ganaste una casa, chino! - exclamó con total felicidad -- Martín Ku, ¡fuerte el aplauso para el! - dijo comenzando a aplaudir.